Hígado graso: qué es, cuáles son los síntomas y cómo se puede prevenir

Hígado graso: qué es, cuáles son los síntomas y cómo se puede prevenir. Foto: referencial.

Estos son los factores que debes considerar en torno a esta enfermedad, sobre la cual se estima que afecta entre a un 25% y un 30% de la población.


Seguramente has escuchado sobre este diagnóstico, pero no sabes cuáles son sus síntomas ni cómo se desarrolla. La enfermedad por hígado graso, como su nombre lo sugiere, consiste en una afección en la que se acumula grasa en ese sector.

Dicho órgano es el más grande del cuerpo y su funcionamiento óptimo es clave para la salud, debido a que ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y a eliminar toxinas, según detalla un artículo de MedlinePlus.

Existen dos clasificaciones generales de este padecimiento: el hígado graso por alcohol (AFLD, por sus siglas en inglés) y el hígado graso no alcohólico (NAFLD).

Y precisamente, esta última es una de las que más llama la atención de los expertos, ya que según la Clínica Mayo, se produce en pacientes que beben poco o nada de ese componente.

Hígado graso: qué es, cuáles son los síntomas y cómo se puede prevenir. Foto: referencial.

Cuáles son sus síntomas

Desde el citado centro médico aseguran que el hígado graso es un diagnóstico común en gran parte del mundo. Y Chile tampoco se queda fuera. Según datos rescatados por la Sociedad Chilena de Gastroenterología, se estima que entre un 25% y un 30% de la población lo padece.

En cuanto al NAFLD en particular, los expertos de la Clínica Mayo detallan que algunos pacientes pueden presentar esteatohepatitis no alcohólica (NASH), lo que definen como “una forma agresiva de enfermedad del hígado graso, que se caracteriza por la inflamación del hígado y puede progresar a cicatrización avanzada (cirrosis) e insuficiencia hepática”.

Los daños son similares a los que genera el consumo excesivo de alcohol, a pesar de que no se haya mantenido esa conducta.

Asimismo, dicen que la NAFLD no suele presentar síntomas, pero que cuando lo hace, generalmente se manifiestan a través de fatiga y molestias en la parte superior derecha del abdomen.

Respecto a los signos asociados a posibles casos de NASH y cirrosis (en caso de que avance la enfermedad), se encuentran principalmente:

-Hinchazón abdominal (ascitis).

-Vasos sanguíneos agrandados justo debajo de la superficie de la piel.

-Bazo agrandado.

-Palmas rojas.

-Color amarillento en la piel y en los ojos (ictericia).

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Las causas y factores de riesgo

El origen de este padecimiento todavía no es completamente claro para la comunidad científica, aunque sí se han identificado relaciones entre el NAFLD y el NASH con ciertos puntos.

Estos, citados textualmente del artículo de la Clínica Mayo, son los que encontrarás a continuación:

-Sobrepeso u obesidad.

-Resistencia a la insulina, en la cual las células no absorben azúcar en respuesta a la hormona insulina.

-Azúcar alta en la sangre (hiperglucemia), lo que indica prediabetes o diabetes tipo 2.

-Niveles altos de grasas, particularmente triglicéridos, en la sangre.

Hígado

Junto con ello, existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de enfrentar NAFLD. Aquellos son los siguientes:

-Colesterol alto.

-Niveles altos de triglicéridos en la sangre.

-Síndrome metabólico.

-Obesidad, particularmente cuando la grasa se concentra en el abdomen.

-Síndrome del ovario poliquístico.

-Apnea del sueño.

-Diabetes tipo 2.

-Baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo).

-Baja actividad de la glándula pituitaria (hipopituitarismo).

Y en torno a los casos de NASH, son más probables de aparecer en personas mayores, pacientes con diabetes e individuos con grasa corporal concentrada en la zona del abdomen, según el citado centro médico.

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Cómo se puede prevenir

Para evitar los riesgos de padecer NAFLD, los expertos de la Clínica Mayo recomiendan mantener una dieta en base a verduras, frutas, cereales integrales y grasas saludables, además de un peso adecuado para tu caso y no caer en el sobrepeso o la obesidad. Junto con ello, subrayan el ejercicio como fundamental.

Aún así, cabe destacar que siempre es recomendable visitar a un especialista para evaluar cada situación particular en cuanto a alimentación y los esfuerzos físicos que puedes hacer, además de para revisar tu estado de salud y la presencia de posibles enfermedades.

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