Muertes por ACV: por qué se presume que podrían aumentar a casi 5 millones para 2030

Muertes por ACV: por qué se presume que podrían aumentar a casi 5 millones para 2030. Foto: referencial.

Una investigación científica concluyó que las muertes por esta causa han aumentado en las últimas décadas. El periodo 2020-2030 no sería la excepción.


A mediados de esta semana, un grupo de científicos alertó que las muertes por accidente cerebrovascular isquémico —el tipo más frecuente de ACV— podrían tener un aumento significativo en el periodo 2020-2030.

Según los especialistas en salud, quienes publicaron su estudio en la revista Neurology de la Academia Estadounidense de Neurología, se proyecta que a finales de la década se registre un total superior a los 4.9 millones de fallecimientos por esta causa a nivel mundial.

Tales números sugieren un incremento importante en relación a fases anteriores.

Muertes por ACV: por qué se presume que podrían aumentar a casi 5 millones para 2030. Foto: referencial.

El estudio que pronostica un aumento de muertes por ACV

Los autores hicieron una revisión de datos suministrados por Global Health Data Exchange, en la que notaron que entre 1990 y 2019 se registró un aumento de decesos por este tipo de ACV que pasó de 2.04 a 3.29 millones en todo el globo.

Junto con ello, identificaron siete principales factores de riesgo que influyen en la subida de este diagnóstico.

Estos son: tabaquismo, dieta alta en sodio, presión arterial alta, colesterol alto, disfunción renal, azúcar alta en la sangre e índice de masa corporal (IMC) alto.

“El incremento en el número de muertes a nivel mundial por accidente cerebrovascular isquémico junto con un mayor aumento previsto en el futuro es preocupante, pero el accidente cerebrovascular isquémico es altamente prevenible”, aseguró según Infobae una de las autoras de la investigación, la doctora Lize Xiong de la Universidad de Tongji en Shanghái.

Si bien, su estudio indica que se registraron más muertes en el periodo 1990-2019 y que se espera otra subida entre 2020 y 2030, la experta detalló que en el primer rango se vio un descenso en la tasa de accidentes cerebrovasculares isquémicos.

Respecto a ese último punto, explicó que “probablemente significa que el aumento general en la cantidad de accidentes cerebrovasculares en todo el mundo se debe principalmente al crecimiento y al envejecimiento de la población”.

Muertes por ACV: por qué se presume que podrían aumentar a casi 5 millones para 2030. Foto: referencial.

Cómo identificar y prevenir un accidente cerebrovascular isquémico

En la página web del Ministerio de Salud se explica que un ACV es “una emergencia médica, que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre hacia el cerebro, o cuando existe un sangrado dentro de este”.

Pese a que también existen los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, los más comunes son los isquémicos, es decir, los que abordó Xiong en su investigación.

De hecho, según datos del Minsal, este diagnóstico figuró en 2021 como la segunda causa de mortalidad en el país, después de las enfermedades isquémicas del corazón y sin considerar las bajas por la pandemia del Covid-19.

“Se registraron 7.501 defunciones por ACV ese mismo año, lo que equivale a 1 muerte cada 72 minutos”, detallaron, para luego añadir que los tres síntomas más comunes son “la pérdida de fuerza en un brazo o en la mitad del cuerpo, la parálisis de la mitad de la cara, y la dificultad para hablar o hacerse entender”.

Con el objetivo de que puedas prevenir un accidente cerebrovascular, desde la institución compartieron una serie de recomendaciones que encontrarás a continuación de forma textual.

Muertes por ACV: por qué se presume que podrían aumentar a casi 5 millones para 2030. Foto: referencial.

Controlarse la presión arterial y recibir tratamiento médico para normalizarla si es que se encuentra elevada.

Alimentación saludable: consumir menos sal y menos alimentos altos en calorías, azúcares o grasas. Aumentar el consumo de frutas y verduras.

Practicar actividad física regularmente (1 hora, 3 veces por semana).

– No fumar.

– Moderar el consumo de bebidas alcohólicas.

– Evitar el exceso de peso (no usar medicamentos para bajar de peso, ni drogas estimulantes).

– Bajar la glicemia (azúcar en la sangre), en particular si hay antecedentes familiares de diabetes.

– Bajar el colesterol.

– Tratar y controlar las enfermedades cardíacas: arritmias, enfermedad de las válvulas o de las arterias coronarias.

Cabe destacar que siempre es recomendable acudir a profesionales de la salud si crees que tú o un cercano están enfrentando un ACV.

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