“No sé cómo mostrar dónde me duele”: ¿cómo identificar tus emociones favorece a tu salud mental?

“No sé cómo mostrar dónde me duele”: ¿cómo identificar tus emociones favorece a tu salud mental? Foto: cortesía.

La escritora colombiana, Amalia Andrade, publicó un libro en el que profundiza en este tema de forma didáctica, a través de sus conocimientos y experiencias.


Identificar y procesar nuestras emociones y sentimientos puede ser una tarea particularmente compleja si no se cuenta con las herramientas psicológicas adecuadas.

Si bien, numerosos especialistas se han dedicado a investigar cómo se procesan y manifiestan en el cuerpo y en la mente, muchas veces sus hallazgos no son traducidos de forma didáctica para la mayoría de las personas.

Ese es precisamente uno de los objetivos que la escritora, periodista e ilustradora colombiana, Amalia Andrade (36), se propuso en su último libro, titulado No sé cómo mostrar dónde me duele (Planeta, 2023).

En él, la autora explica algunos conceptos clave que ha estudiado durante años, los cuales le han ayudado en este ámbito.

Junto con ello, alude a experiencias personales como cuando se enteró que fue adoptada, cuando decidió lanzarse al mundo del teatro sin tener experiencia previa —este año debutó en la obra Todas las cosas maravillosasy los vínculos que la han marcado a lo largo de su vida.

Todo esto a través de una narrativa amigable, que hace referencia a los trabajos de distintos académicos en un formato sencillo de entender y que abarca múltiples tópicos a través de puntos habituales dentro de la rutina.

Incluso, ejemplifica con programas de televisión, memes, teleseries latinoamericanas, apps de inteligencia artificial, publicaciones de redes sociales, películas y diversos artistas musicales.

Sobre este último punto, hasta sugiere una playlist con canciones de Alanis Morissette para una nueva “reeducación sentimental”. Cada una de ellas está conectada a estados como la rabia, la alegría, la desilusión, el amor y la tristeza.

A ello se le suma que en más de una ocasión suelta humoradas con las que una gran parte de los lectores podrían sentirse identificados —ya que aluden a la vida cotidiana— e invita a que estos escriban con su propio puño y letra dentro de las páginas del mismo libro.

En conversación con La Tercera, Amalia Andrade descifra algunas de las aristas de No sé cómo mostrar dónde me duele y analiza su perspectiva sobre cómo predomina en el sistema una “tiranía del bienestar” y por qué actos como llorar en público pueden ser revolucionarios.

“No sé cómo mostrar dónde me duele”: ¿cómo identificar tus emociones favorece a tu salud mental? Foto: Crimson Crazed.

Cómo identificar tus emociones puede favorecer a tu salud mental, según Amalia Andrade

Al inicio de No sé cómo mostrar dónde me duele, la también autora de libros como Uno siempre cambia el amor de su vida (Planeta, 2015) y Cosas que piensas cuando te muerdes las uñas (Planeta, 2017) cuenta que durante años se ha dedicado a estudiar en profundidad sobre cuáles son las diferencias entre las emociones y los sentimientos.

Según relata a LT, dicha duda surgió en terapia, cuando su psicóloga le pedía que hablara sobre sus sentimientos y ella tendía a responder contándole sus pensamientos.

“Ahí yo creo que tuve un cortocircuito y me dije: ‘¿por qué es tan fácil que nos confundamos en diferenciarlos?’”.

Aquello también vino acompañado de otra duda crucial.

“Me obsesioné mucho con esta idea de que vivimos en una sociedad que nos dice que existen emociones buenas y malas, algunas muy castigadas por el sistema”.

A partir de tales reflexiones, se adentró en un viaje de cuatro años para tratar de entender mejor aquellos puntos, además de ciertos aspectos relacionados a su vida personal.

El resultado se convirtió en lo que hoy conocemos como No sé cómo mostrar dónde me duele, entrega que también reúne una serie de fotografías e ilustraciones personales que hacen sentido con lo que cuenta la autora.

Uno de los conceptos más llamativos que rescata Andrade en su libro, es la rueda de las emociones del fallecido psicólogo estadounidense Robert Plutchik.

A grandes rasgos, se trata de un modelo que explica las emociones complejas como una mezcla o suma de lo que se podría denominar como emociones básicas.

Estas son las siguientes: alegría, confianza, miedo, sorpresa, tristeza, aversión, ira y anticipación.

Al presentarla dentro de su libro, Andrade detalla que “están en un círculo posicionadas frente a su opuesto (la alegría frente a la tristeza, o la ira frente al miedo, por ejemplo)”.

“Plutchik va ampliando la rueda con emociones secundarias que resultan de la relación entre las emociones primarias, por ejemplo: de la alegría y la confianza nace el amor; o de la sorpresa y la tristeza, la decepción”.

Luego, tras descifrar en qué consiste la propuesta del psicólogo, la autora profundiza en un “manual para el usuario de la rueda de Plutchik”, el cual promete que entenderlo traerá una serie de puntos positivos.

Entre estos últimos se encuentra desde cómo identificar las emociones predominantes hasta cómo manejarlas mejor y comunicarse de forma más adecuada en medio de una discusión.

¿Ustedes saben qué sería del mundo si a nuestros padres les hubieran enseñado esto? ¿O a mi generación? Los carros voladores existirían, no habría guerras, las impresoras funcionarían y las secadoras de manos secarían las manos (en vez de regar gérmenes a diestra y siniestra”, sugiere en las páginas de No sé cómo mostrar dónde me duele.

Ese es solo uno de los conceptos que presenta para favorecer al entendimiento de las emociones, además de elaborar otros como un llamativo “test de opción múltiple de películas que nos hacen sentir un montón de cosas en el cuerpo” y un “breve tratado sobre la responsabilidad emocional” con sugerencias para los lectores.

“Sentir mis emociones no es lo mismo que pensar sobre mis emociones”, plantea la escritora colombiana en una página de su libro.

“No sé cómo mostrar dónde me duele”: ¿cómo identificar tus emociones favorece a tu salud mental? Foto: Crimson Crazed.

La importancia de la terapia, la esfera cultural y por qué vivimos en una “tiranía del bienestar”

Dos de los puntos más importantes que Andrade recalca en torno al manejo de las emociones, tienen que ver precisamente con la importancia de que las personas puedan participar tanto de instancias culturales como acceder a terapias psicológicas.

Si bien, reconoce que se siente afortunada por tener la posibilidad de acceder a esto último, recalca que “el acceso a la salud mental no debería ser un privilegio”.

Desde su experiencia, dice que la terapia la ha ayudado “a sanar, a atreverme, a entender mis miedos y a atravesar crisis”.

“Pero sobre todo, la palabra que resaltaría y que me parece importante es ‘acompañamiento’. Me ha acompañado. En ese sentido también me parece muy relevante”, dice, para luego añadir que junto con ello “hay que entender que como sociedad también tenemos que tener otros acompañamientos”.

Es aquí cuando Andrade plantea que “tenemos que generar diferentes espacios comunitarios y de expresión artística, escenarios que nos permitan acompañarnos en nuestros distintos procesos”.

Y pese a que subraya que “el arte no reemplaza ningún proceso terapeútico”, sí destaca que “es una gran terapia en sí misma”.

“He trabajado todos estos años para permitirme ese lujo (terapia) y ahora lo que quisiera es que pueda trascender o buscar la manera de que dejara de ser un privilegio y que se pueda implementar desde muchos otros lugares (...) ¿Qué creo que tiene que pasar? Que los Estados y la sociedad le den importancia a ambas cosas”.

“Yo espero que este libro sea como un primer acercamiento al universo de las emociones y que haga que la gente quiera hacerse más preguntas, que transite más fácil sus emociones, que quiera leer más al respecto y que se sienta bien precisamente con aquellas que no son tan fáciles de transitar, pero que la sociedad les dice que no las sientan”, asegura a LT.

En No sé cómo mostrar dónde me duele, Andrade también hace un análisis crítico del sistema capitalista y argumenta por qué este, desde su visión, hace que vivamos en medio de una “tiranía del bienestar”.

A nivel general, sostiene que la sociedad tiende a calificar a algunas emociones como mejores o peores que otras. Por ejemplo, que la tristeza es peor que la felicidad y que, por lo tanto, se debe evitar sentirla o que el resto de las personas se entere de que la sentimos.

“Lo que se nos vende es la ilusión de que quien tiene más poder adquisitivo tiene mayor poder de consumo y, por ende, un acceso inmediato a la felicidad sostenida. Esto genera dos problemas: el primero es que se entiende que el dinero equivale a la felicidad. Y el segundo es que la ‘felicidad’ se convierte en sí misma en un bien que se puede comprar, pero no es felicidad real, son estímulos constantes que desembocan en la desazón”, escribe en el libro.

Con lo anterior como premisa, Andrade plantea que “nos bombardean de maneras implícitas o bastante explícitas con la idea de sentirnos alegres, felices, contentos”.

Un ejemplo que cita es gran parte de las publicaciones que se ven en redes sociales, en donde se presenta una tendencia generalizada sobre cómo —supuestamente— se debería ser o estar.

De esta manera, afirma que se crea una “jerarquía” en la que unas emociones son percibidas como “mejores que otras”, lo que enfatiza que es “absolutamente falso”.

“Se perpetúa más la invisibilización de todas las emociones que no son tildadas de placenteras o que no tiene el mismo reconocimiento en la sociedad, que no son tan aplaudidas. Me parece que es urgente que conectemos un poquito más con nosotros mismos, porque creo que el mundo está muy diseñado para desconectarnos de nosotros”, comenta a LT.

Ese es uno de los motivos de por qué en su libro entrega herramientas para que los lectores puedan identificar sus emociones y permitirse vivirlas, en vez de ocultarlas o derechamente tratar de ignorarlas.

Y en ese proceso, también se explaya en cómo reconocerlas puede ayudar a descifrar y explicar mejor lo que sentimos y, por consiguiente, a mantener vínculos más saludables con las personas que nos rodean.

Todo lo mencionado anteriormente es solo una fracción de lo que se puede encontrar en las páginas de No sé cómo mostrar dónde me duele.

“Sentir es un acto radical de liberación y rebelión contra el sistema (...) Llorar en público, también (...) Habitar la tristeza, también…”, se lee en una parte del libro.

“No sé cómo mostrar dónde me duele”: ¿cómo identificar tus emociones favorece a tu salud mental? Foto: Crimson Crazed.

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