¿Puede el estrés promover la caída del cabello?

¿Puede el estrés promover la caída del pelo?

Lo normal es que se caiga un promedio de 100 pelos al día, pero si se identifica una pérdida mucho más difusa, podría ser un indicio de un problema capilar causado por un episodio estresante.


Hoy más que nunca, la posibilidad de lo que podemos hacer con el cabello en la peluquería o en el hogar son infinitas: liso, rizado, corto, rapado, largo, con o sin fleco, colores de fantasía o más naturales.

Pese a todos los estilos y colores que son posibles de efectuar en nuestro pelo, y que existen cada vez más productos para cuidarlo correctamente, hay veces en que eso queda en segundo plano por una preocupación latente: la caída del cabello.

Aquel proceso se puede dar a lo largo de todo el día. Cuando nos bañamos, mientras estamos cepillándonos la melena, e incluso en la almohada, es posible detectar uno que otro cabello perdido.

Se estima que lo normal es que se pierdan 100 pelos a diario, pero cuando va más allá que esa cantidad, podría significar que se está presentando una afección llamada efluvio telógeno.

En concreto, el efluvio telógeno corresponde a una alteración del ciclo del crecimiento del pelo, que se puede reconocer fácilmente cuando este se pierde en cantidades bruscas.

La zona que se ve más afectada suele ser la región superior de la cabeza, pero también se presenta en regiones laterales. Puede ser agudo, es decir, una caída temporal del cabello; o crónico, cuando el proceso se prolonga por más de seis meses.

Los factores que promueven ese padecimiento son variados y algunos de ellos son las infecciones, alimentación, alteraciones hormonales y fármacos. Al mismo tiempo, es probable que su aparición esté estrechamente relacionada con el estrés, a raíz de una situación o experiencia compleja con la que se ha estado lidiando.

Lo normal es que se caigan 100 pelos al día, pero si es más, podría ser indicio de un problema capilar.

El estrés y la caída del pelo

Según indica un artículo de The New York Times, hasta ahora los especialistas no han podido determinar la incidencia que el efluvio telógeno tiene en la población, a causa de que muchas personas no recibieron un diagnóstico correcto mientras lo tuvieron.

Sin embargo, se ha identificado que las mujeres enfrentan más este problema en comparación a los hombres. Angela Lamb, dermatóloga en el Hospital del Monte Sinaí (Estados Unidos), dijo al citado medio que este grupo es el más expuesto a este cuadro debido a los cambios que se presentan en el cuerpo tras el embarazo.

Un punto a considerar es que el efluvio telógeno no es hereditario. Según Lamb, si una persona sufrió “cualquier cosa que ocasione estrés” o de impacto emocional, podría ver que la patología aparece entre seis semanas a tres meses después.

Algunos ejemplos de los epiosodios estresantes que son capaces de desencadenarla son cirugías, accidentes, la muerte de alguien cercano, perder el trabajo, una separación amorosa, entre otras cosas.

El efluvio telógico puede ser desencadenado por varios factores, uno de ellos es el estrés.

Estudios científicos apuntan a que el Covid-19 también podría impulsar la aparición de esta caída difusa del cuero cabelludo. Durante los primeros años de pandemia, se identificó que hubo un aumento de pacientes que tuvieron coronavirus y que más tarde presentaron efluvio telógeno.

“Si tu cabello estaba bien, luego te da Covid y después de seis, 10 o 12 semanas pierdes un montón de cabello en la ducha… Eso es efluvio telógeno”, comentó Lamb al citado medio.

La buena noticia es que hay varias medidas que se pueden efectuar para solucionar este padecimiento. Si bien lo primero es que siempre es recomendable visitar un especialista, también es posible realizar otras acciones mientras acudimos a la consulta.

A quienes estén teniendo este problema, Lamb sugiere que tomen alguna multivitamina diaria que tenga vitamina D, debido a que eso permite estimular el crecimiento capilar. La doctora añade que en los casos de que los pacientes tengan efluvio telógeno y hayan pasado hace poco por una cirugía de importancia, las vitaminas también pueden ser de gran ayuda para reforzar los nutrientes que necesita el cuerpo.

Algo que es mejor dejar de lado, según Lamb, son los suplementos que prometen reparar todos los estragos que dejó la pérdida del pelo, especialmente los que poseen grandes cantidades de biotina, pues estos podrían provocar brotes de acné.

Otra medida que se presenta como útil para promover el crecimiento del cabello es comenzar un tratamiento de minoxidil tópico. Esto podría ser conversado en la consulta con el dermatólogo.

Pese a que esos métodos pueden colaborar en que crezca el cabello en las zonas donde se ha perdido, la doctora enfatiza que en la mayoría de los casos la caída excesiva que ha sido motivada por el estrés puede revertirse y luego regresa a su crecimiento natural.

“Pasarás por la fase de desprendimiento, que suele durar varias semanas, o pocos meses, y luego se atenuará”, concluye.

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