Alianza apuesta por reforzar rol opositor incrementando número de interpelaciones

Considerando su minoría parlamentaria, diputados buscan fortalecer uso de mecanismo para contrapesar agenda del gobierno.




El miércoles pasado, tras una serie de reuniones preliminares, los jefes de bancadas de la UDI y RN, Felipe Ward y Nicolás Monckberg, redactaron un documento conjunto para reglamentar la serie de interpelaciones que espera realizar la Alianza en el plazo de dos meses.

Debido al partido de Chile contra España -que paralizó el trabajo del Parlamento por algunas horas-, el texto sólo pudo ser firmado al día siguiente, tras ser socializado con las respectivas bancadas.

Si bien el acuerdo buscaba coordinar y agilizar el trabajo fiscalizador de la Alianza, con el documento se esperaba desactivar la fuerte tensión instalada en la oposición a raíz de la próxima interpelación al ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo, debido a los hechos de violencia en La Araucanía.

A mediados de semana, los diputados RN de la Novena Región habían puesto en duda la acción contra el jefe de gabinete, en rechazo a la intención de la UDI de adjudicarse el interrogatorio a Peñailillo, pese a que el gremialismo no tiene representantes de la Cámara Baja en la zona.

Finalmente, uno de los cinco diputados RN por La Araucanía se hará cargo del interrogatorio al titular de Interior. A cambio, la UDI encabezaría las eventuales interpelaciones a Nicolás Eyzaguirre (Educación), Alberto Arenas (Hacienda) y Helia Molina (Salud).

En el sector no esconden la dificultad que ha significado contener la pugna entre parlamentarios para liderar los interrogatorios contra los ministros, considerando la visibilidad mediática que genera la interpelación. El propio próximo interpelador de Peñailillo aún no es definido, ya que los diputados RN no han logrado ponerse de acuerdo.

Aun así, en los partidos sacan cuentas alegres de la decisión de convertir el mecanismo en la plataforma de la centroderecha para hacer frente tanto a la agenda de reformas del gobierno como a la mayoría oficialista en el Congreso.

"DESDRAMATIZAR"

La interpelación a los secretarios de Estado, creen en la oposición, permitirá instalar cuestionamientos al trabajo del gobierno en áreas sensibles para el Ejecutivo, así como interceder en los ritmos y el calendario fijados en La Moneda, considerando el tiempo que se requiere preparar las respuestas.

Sin ir más lejos, para la interpelación esta semana de la ministra de Vivienda, Paulina Saball -el primer interrogatorio a un secretario de Estado en esta administración-, la Segpres debió coordinar un trabajo interministerial para la respuesta de la titular de la cartera.

Tras la intervención de Saball ante la Cámara de Diputados, La Moneda dio un giro en la actitud que había adoptado hasta entonces frente a la ofensiva fiscalizadora de la Alianza, optando ahora por cuestionar duramente el cronograma de interpelaciones de los partidos. Peñailillo acusó "cuoteo" de la derecha y "abuso de las instituciones" a falta de "ideas".

En el intertanto, la oposición apuesta por "desdramatizar" las interpelaciones, buscando instalar que se trata de una forma de "diálogo político" y no un enfrentamiento. Así, se quiere tomar distancia de experiencias anteriores, como la interpelación que enfrentó la ministra de Vivienda de Sebastián Piñera, Magdalena Matte, por el proceso de reconstrucción. En esa lógica, en el bloque defienden la periodicidad de las interpelaciones, acogiendo experiencias internacionales, como por ejemplo en Inglaterra, donde el primer ministro debe asistir a la Cámara de los Comunes todos los miércoles, a las 12 horas, para responder hasta seis preguntas de los congresistas.

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