SEÑOR DIRECTOR
Hace 210 años, a días de llegar la primavera, nuestro país comenzaba un largo camino hacia su independencia, al instaurarse la Primera Junta Nacional de Gobierno.
El apresamiento en Europa del monarca español por las tropas napoleónicas motivó el autogobierno, limitado por cierto, dada la corriente realista existente en el país, la que provocaría en breve el enfrentamiento de tropas virreinales contra los patriotas.
Para quienes propiciaban la causa libertaria, se hacía necesario contar con un cuerpo armado que respaldara el proceso, naciendo en consecuencia el Ejército de Chile, por expresa disposición de la Junta de Gobierno, el 2 de diciembre de 1810.
Los acontecimientos demostraron lo acertado de la medida, la Patria Vieja fue el bautizo del Ejército de Chile, integrado en su mayoría por criollos que, convertidos en soldados, defendieron en épicas jornadas de gloria a la incipiente nación.
Al llegar la Patria Nueva, nuevamente las armas actuaron, hasta sellar la independencia en los gloriosos llanos de Maipú, para posteriormente consolidar el proceso en América, integrando la Expedición Libertadora al Perú.
Vendrían luego mayores desafíos, no solo en el ámbito bélico, donde nuestro país debió enfrentar dos guerras externas, sino, además, en los procesos de desarrollo propios de tiempos de paz.
El Ejército fue y sigue siendo, el instrumento utilizado por el Estado para lograr la integración del territorio, apoyando el progreso de zonas aisladas, al posibilitar en ese tiempo, con su presencia, la fundación de ciudades.
Se suma a lo anterior el apoyo brindado en un sinnúmero de ocasiones, a fin de mitigar los efectos de emergencias, desastres naturales y catástrofes, como la que estamos viviendo en la actual pandemia.
Después de más de dos siglos de vida, Chile continúa su camino hacia el futuro, contando siempre con el decidido apoyo de su Ejército, cuyos integrantes se suman a la inmensa mayoría de chilenos que aportan el mejor de sus esfuerzos en procura de la grandeza de esta Patria que tanto amamos.
Antonio Yakcich Furche
Historiador
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