SEÑOR DIRECTOR:

Dicen que siempre hay una mujer al principio de todas las grandes cosas. Cecilia, la primera dama, siempre deslumbró por su carisma excepcional y profunda vocación de servicio, aceptando junto a su familia en dos oportunidades poner a Chile primero, encarnando el legado de San Alberto Hurtado, que decía que la nación, más que la tierra, es una misión que cumplir.

Y hoy los chilenos comprenden con bastante claridad que no daba lo mismo quién estuviera a cargo de cumplir esa misión. Recordando por ejemplo la eficiente y oportuna reconstrucción posterremoto, la creación de un millón de empleos, el rescate de los mineros, como también el proceso de vacunación que permitió salvar miles de vidas.

Como primera dama de la nación, Cecilia realizó un trabajo profesional e intenso, que consagró a promover una vida sana, acompañar a los adultos mayores, promoviendo una mejor vejez, y preocupándose de las mujeres y niños más vulnerables del país.

Y más allá del intenso trabajo profesional que significaba ser primera dama, esposa, madre y abuela, cuando el país experimentó niveles de violencia y odio sin precedentes, caminó siempre a su lado, siendo su gran consejera y entregándole apoyo incondicional y contención, sacando lo mejor de él cuando el país más lo necesitó; aun cuando esto le significó a su familia por mucho tiempo perder una parte importante de su libertad, que es la capacidad más preciada a que tiene derecho toda persona de bien; todo, por culpa de unos pocos que estuvieron dispuestos a acabar con todo y pusieron en riesgo nuestra democracia.

Junto al Presidente invitaron a miles de colaboradores a lo largo del país a trabajar por primera vez al servicio público, y con su cercanía y carisma, los acogió y los hizo sentir parte de esta gran familia extendida, dejando como legado una marca indeleble y una profunda vocación de servicio público, que de seguro trascenderá a las futuras generaciones.

Porque lo tuvieron todo para disfrutar junto a su familia de una vida cómoda, pero lo dejaron todo para servir a nuestro país y cumplir con la misión encomendada... Por todo esto, muchas gracias, Cecilia.

Matías Acevedo F.

Excolaborador del Presidente Sebastián Piñera

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