Columna de Domingos Alves: Covid en Brasil, una tragedia anunciada

(AP Photo/Andre Penner, File)


En los últimos días, Brasil superó las cuatro mil muertes diarias por Covid-19, una cifra superior al total de fallecidos diarios de los cinco países con más decesos diarios en el mundo. Con un número de casos nuevos por día superior a 80.000 y el colapso de los sistemas de salud en la mayoría de los estados brasileños, se espera que estas cifras sean aún peores en abril.

Esta situación fue alertada por la mayoría de científicos brasileños desde principios de noviembre, sobre la aparición y consecuencias de la segunda ola de contagios y en ese mismo mes se realizaron las elecciones municipales en Brasil. De hecho, en diciembre (antes de Navidad) había 12 estados y capitales con un mayor número de casos por día que en la primera ola.

En enero, en estos estados ya era posible ver las consecuencias del aumento de casos, ya que tenían un mayor número de muertes diarias que en toda la historia de la pandemia. Además, todo este escenario sucedió con el número de pruebas disminuyendo en todos los estados brasileños a partir de agosto. A principios de febrero, antes del carnaval, estos estados tenían una tasa de ocupación de camas superior al 80%.

En marzo, el sistema de salud brasileño entró en colapso con una ocupación de camas promedio en todos los estados superior al 90%, lo que llevó a que las personas hicieran fila para recibir atención en las UCI en cada municipio y, por consiguiente, a otro número alarmante de muertes por día fuera de los hospitales, sin atención, de 85 fallecidos por día ese mes.

La tasa de vacunación actual en Brasil es bastante baja y necesitaríamos aumentar en tres veces la velocidad de inoculación para proteger a la población antes de fin de año.

Estas cifras muestran que desde principios de marzo era urgente que los estados contaran con una cuarentena efectiva de 15 a 21 días para contener el desastre sanitario, como ha hecho la mayoría de países del mundo que han intentado contener la propagación del virus.

En este escenario de inacción, las cifras esperadas hasta finales de abril comienzan a parecer indecentes, y ya se empieza a vislumbrar la transición de la crisis sanitaria a una crisis funeraria.

Domingos Alves es director del Laboratorio de Inteligencia en Salud de la U. de Sao Paulo y miembro del grupo científico Covid-19 Brasil

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