Columna de Karen Rauch: Todos deberíamos ser solidarios



Cada vez que alguien dice “seamos solidarios”, muchas caras se dan vuelta y miran para otro lado, y es porque suele pensarse que la solidaridad tiene que ver solo con dar algo tangible a otros, pero no siempre lo entendemos desde el apoyo a causas o intereses.

Por eso, pese a la creencia extendida de que Chile es un país mayoritariamente solidario, aún nos queda mucho por aprender. Un estudio de Fundación Trascender y Criteria mostró en su edición 2022 que el voluntariado –ese interés por ayudar a otros desinteresadamente-- continúa descendiendo y pasó de un histórico 36% en 2018 a un 20%, argumentando como principales razones como la falta de tiempo, los problemas económicos y la falta de la información acerca de cómo y dónde colaborar.

Es importante entender que no necesitamos únicamente contar con recursos económicos para ayudar a los demás. Se puede ser solidario de distintas formas y en este nuevo Día Internacional de la Solidaridad, queremos impulsar la comprensión del concepto de solidaridad en su máxima expresión desde los verbos y las acciones que lo constituyen: compromiso, apoyo y el acto de dar.

Compromiso para hacernos parte de manera permanente, dando seguimiento a causas, temas que nos sensibilizan y que merecen ser apoyados. En segundo lugar, apoyo, porque no basta solo con comprometernos, esto debe ir acompañado de acciones concretas. Por último, está la acción de dar; entregar algo de cada uno que sume y sea un aporte para construir la solución.

El dar y el apoyo se vuelven fundamentales, porque son lo que construye el espíritu de la solidaridad y la empatía con la que miramos, y es lo que le da visibilidad al compromiso, porque se vuelve intangible, pero es lo que sostiene nuestra solidaridad.

Las oportunidades de ser solidarios están a la vista. El Banco Mundial estima que en medio de la desaceleración económica, la alta inflación y el aumento de hogares más vulnerables, la pobreza en Chile puede superar el 10,5%. Además, existen en todo el país centenares de alternativas que requieren nuestro apoyo en áreas como inclusión, desarrollo de la niñez y juventud, cambio climático, salud, cultura, etc.

Pequeñas grandes acciones pueden transformar el presente y ser claves para el futuro, y es por esto que creemos que todos deberíamos ser solidarios, porque es en nuestro presente donde el compromiso puede beneficiar no sólo a las comunidades, sino también aportar al desarrollo sostenible de nuestro planeta.

Queremos que la solidaridad traspase las barreras de la humanidad, queremos que el compromiso se vuelva visible y contagioso, en un modelo virtuoso de acciones positivas que remarquen los esfuerzos de la humanidad por ser mejor en múltiples soluciones de impacto positivo.

¿Todos deberíamos ser solidarios? Sí, ese es nuestro objetivo, nuestro testimonio y la clave de nuestro movimiento.

Por Karen Rauch, directora de Camiseteados

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