Columna de Yasna Anabalón: La importancia del acompañamiento



Ante situaciones sociales y ambientales tan complejas como las que estamos atravesando actualmente, particularmente en cuanto a los incendios que afectan la zona centro-sur del país, es imprescindible preguntarnos desde nuestro quehacer: ¿cómo acompañamos a las familias que han sido afectadas?

El acompañamiento psicosocial es imprescindible en estas situaciones, porque lo que se requiere con urgencia es contención, escucha activa, empatía, reconocimiento y poner a disposición de estas familias todo los aspectos teóricos y prácticos del trabajo.

Estos acompañamientos son un espacio de acción social que permiten tener una visión multidimensional sobre la realidad socio-familiar a nivel micro y macro que viven las familias afectadas por una catástrofe como la actual, que han perdido muchos años de esfuerzo para satisfacer recién sus necesidades básicas y superfluas; y que, como todos, anhelan el bienestar interpersonal.

Las reacciones que ocasionan este tipo de desastres en las personas y familias pueden ser bastante racionales o muy caóticas; por lo tanto, el acompañamiento psicosocial en esta etapa apunta a cooperar en la organización de ideas y, posteriormente, en la planificación de apoyos institucionales, logísticos y de reconstrucción de emergencia, incluso, para y durante el levantamiento de viviendas temporales. En este sentido, tal como lo menciona Patricia Becerra, académica e investigadora en temas de familias de la Universidad del Biobío, es necesario acompañar el duelo, que es una pérdida de lo material, de lo territorial, de la identidad, entre otros muchos aspectos.

Las personas y familias se deben adecuar a esta nueva realidad, que puede significar un cambio de vida rotundo, un espacio distinto, en el cual deben desaprender y reconstruir la identidad familiar, social y territorial, sin olvidar las emociones que generan todo el proceso vivido y por vivir. He aquí el porqué de lo indispensable que se hace el acompañamiento psicosocial. En esta catástrofe, serán los entes gubernamentales los encargados de garantizar estos derechos y garantizar que las familias tengan acceso real a estos acompañamientos; pero es tarea de todos y todas participar desde nuestro quehacer para que esto se haga real y duradero.

Por Yasna Anabalón, académica e investigadora de Trabajo Social, Universidad de Las Américas, sede Concepción

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