SEÑOR DIRECTOR
El nuevo ministro de Defensa asumió en medio de una crisis que mantiene desplegadas a las FF.AA. para la cooperación en la tarea de impedir una mayor propagación de la pandemia, cuando al mismo tiempo ellas están enfrentadas a la disyuntiva de su potencial empleo en temas de control de orden público, aun cuando esta función, como esta autoridad lo ha indicado, le corresponde esencialmente a nuestras policías.
Espero que los árboles -las circunstancias actuales- no le impidan al ministro ver el bosque, ese que sugiere promover a que nuestra sociedad defina con mirada del siglo XXI qué Defensa requiere nuestro país y que FF.AA. necesita Chile.
¿Qué desafíos debiera asumir la nueva autoridad?
Primero, generar instancias que permitan contribuir a que quienes les cabe adoptar decisiones respecto a la Defensa cuenten con un sólido conocimiento, lo cual la evidencia no avala y me refiero en especial a los partidos políticos.
Luego, generar instancias creativas para incentivar el aporte del mundo académico tanto civil como militar para optimizar nuestra Defensa, porque su contribución es relevante -como sucede en los países más desarrollados- pero, nuevamente, la evidencia denota una escasa participación de ellos en estas materias.
Finalmente, a que nuestra sociedad asuma este tema como un asunto de Estado, impermeable a las ideologías u otros objetivos subalternos.
Si al término de su ejercicio como ministro de Defensa, el ministro Desbordes pudiera lograr que la Defensa Nacional sea asumido como un tema de todos, sería un gran éxito.
Eduardo Aldunate Herman
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