Efectos de la pandemia en las futuras generaciones



Por Rocío Espinoza, directora ejecutiva de Fundación MC

A días de que miles de estudiantes regresaron a las clases presenciales y que la vuelta a la normalidad pareciera ir poco a poco tomando forma, es buen momento para analizar cuáles son los profundos efectos socioemocionales que ha tenido la pandemia en los niños, niñas y jóvenes.

El desarrollo de habilidades socioemocionales -responsabilidad, perseverancia, trabajo en equipo, entre otros- es relevante tanto en el ámbito educacional como laboral, con importantes efectos a largo plazo, preparando adultos más resilientes y con mentalidad de crecimiento. La evidencia muestra efectos positivos del desarrollo de habilidades intra e interpersonales en la toma de decisiones, el mejoramiento del aprendizaje y maleabilidad, tanto en su adquisición como en el fortalecimiento de éstas.

La educación a distancia solo ha podido apalancar en parte el factor académico y es importante no perder de vista también cuánto les ha afectado la ausencia de interacción con sus pares, la falta de actividad física y el encierro en la salud emocional y el estado de ánimo.

De acuerdo al Diagnóstico Integral de Aprendizaje, durante la pandemia, el 55% de los estudiantes de educación media señaló sentirse “aburrido” y un 40% sentirse “mal genio” o “enojado”. Además, un 54% se percibe “con menos ganas de hacer cosas”. En los estudiantes menos exitosos en su rendimiento académico, algunos efectos negativos son la falta de socialización y empatía, lo cual tiene consecuencias negativas en la colaboración para el aprendizaje. A partir de esto, la pregunta es cuál será el impacto de estos índices a futuro, considerando que se trata de personas en formación.

Desde la psicología educacional, los expertos hacen hincapié en el rol de la comunidad escolar para el desarrollo de habilidades socioemocionales, con lo cual el regreso a clases presenciales pareciera ser una buena noticia. Es urgente pensar como país en los efectos de esta pandemia en el desarrollo integral de las futuras generaciones. Es necesario ampliar las discusiones al respecto, estudiar evidencia y generar programas que ayuden a paliar los efectos. En base a la evidencia, es crucial el mejoramiento de los estándares de aprendizaje centrados en el bienestar socioemocional y, con ello, revertir los efectos negativos en el largo plazo y disminuir conductas de riesgo.

En Fundación MC estamos conscientes que estos desafíos no pueden ser abordados ni solucionados por un solo sector. La articulación y la colaboración del ecosistema ampliado de la filantropía es un excelente camino para ir generando impacto positivo y concreto y, al mismo tiempo, evidencia para las políticas públicas que nuestro país necesita.

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