El orgullo de formar familia

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SEÑOR DIRECTOR

Resulta preocupante la carta “Estado de Derecho: ¿otra crisis que se suma?” publicada hace algunos días en La Tercera, firmada por varios abogados y abogadas, a propósito del fallo del 2° Juzgado de Familia de Santiago que reconoce el derecho de dos madres a inscribir a su hijo ante el Registro Civil.

Dicha sentencia reviste un carácter histórico, toda vez que reconoce un nuevo concepto de familia y fortalece su protección. Asimismo, prioriza el interés superior del niño, el resguardo a su identidad y el respeto a la dignidad de la persona humana, principios de primera categoría dentro de nuestro ordenamiento jurídico. Sin embargo, la carta en cuestión sostiene que la sentencia vulnera nuestra institucionalidad y evidencia un desprecio hacia “las reglas del juego”. Por el contrario, creemos que el fallo no solo respeta la institucionalidad vigente, sino que también patenta su carácter dinámico y flexible, lo cual es imprescindible para responder a las necesidades de la ciudadanía.

Se debe recordar que nuestro sistema normativo no consagra una definición de familia, pues entiende que su conformación es variable. Por tanto, no es sorpresa que el juez otorgue el contenido correspondiente, y ello no constituye un ataque a la institucionalidad, sino que se funda en los principios generales del derecho, la equidad natural y las facultades interpretativas del juez.

Por último, es evidente la necesidad de que las leyes y los tribunales sigan avanzado en esta materia, reivindicando los derechos de la familia, cualquiera sea su conformación. Solo de esta forma se cumplirá el mandato constitucional que consagra a la familia como el núcleo fundamental de la sociedad.

Raimundo Berg, Gabriela Contreras, José Ignacio Millañir, Francisca Bustos y Daniel Gutiérrez

En representación de un grupo de 209 alumnos de Derecho UC

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