Experiencia y juventud

Boric versus Lula: el diseño del Presidente para posicionarse en la región que tensiona las relaciones con Brasil


SEÑOR DIRECTOR:

No era ninguna novedad que las negociaciones entre los 27 miembros de la Unión Europea y los 33 estados de la Celac iban a ser difíciles. Incluso se temió hasta último momento que no hubiese declaración conjunta, que la foto “familiar” no estuviera completa y que los intereses contradictorios primaran por sobre los complementarios o comunes.

Tampoco era novedad las diferencias que existen entre los países de América Latina y El Caribe (ALC) respecto a su posición frente a la guerra en Ucrania por invasión armada de Rusia. Nicaragua no firmó la declaración por esta razón (pero no la vetó); Brasil deseaba que no se abordara y sostenía que no era una reunión con ese objetivo; mientras que otros, como Chile, estaban a favor de una condena a Rusia. Ya en la Asamblea General de la ONU, los países de ALC no habían votado de manera unánime.

Lo que sí sorprendió fueron las declaraciones del Presidente Lula da Silva en contra de su par chileno. Sin enfrentar los argumentos, el Mandatario brasileño atacó características personales del Presidente Boric: “ansiedad”, “juventud”, “falta de experiencia en citas internacionales”, entre otros.

Lo que manifestó Lula es la molestia de una parte de la izquierda latinoamericana frente a la firme y autónoma posición que ha adoptado el Presidente Boric a nivel internacional. El no ceñirse a los silencios ante violaciones a los DD.HH. en Nicaragua y Venezuela, por ejemplo, su apoyo explícito a las condenas a Rusia y su impasse anterior en Brasilia, cuando contradijo al propio Mandatario brasileño al afirmar que lo que ocurre en Venezuela es producto de una “narrativa” y no de una realidad, lo han transformado en una “piedra en el zapato” para esa izquierda pegada en dogmas y retóricas del pasado.

El Presidente Boric tiene una gran oportunidad de demostrar que su juventud y “falta de experiencia” en materia internacional le jueguen a favor (siempre que no cometa errores, como la inoportuna y parece no coordinada entrega de la medalla al exjuez Baltasar Garzón, y otros de su primer año de gobierno). El Mandatario chileno ha sido en materia internacional coherente, consecuente y valiente. Y sin caer en “Arjonismos”, aquí sí que la experiencia y juventud son una mezcla necesaria.

Los cambios deben hacerse en el “Segundo Piso”. No más lapsus; no repetir lo que muchos criticamos en su primer año de gobierno en RR.EE.; escuchar más a la actual Cancillería; responder firme y respetuosamente a Lula y otros, y ver cuáles son los intereses de Chile en el concierto internacional tan complejo que vivimos, es la clave.

Paulina Astroza

Dra. en Ciencias Políticas y Sociales. Académica de la U. de Concepción

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