SEÑOR DIRECTOR
Nos vemos obligados a desmentir la carta de don José Eluchans Urenda, uno de los socios del proyecto de hotel en Punta Piqueros.
El Peñón Orejas de Burro o Roca Punta Piqueros fue parte de la primera declaratoria de santuarios de la naturaleza, que incluía el campo dunar de Concón y la Roca Oceánica, pues eran gemelas en biodiversidad, flora y fauna, así lo señalaba el decreto N° 481 de agosto 1993. Esta Roca fue demolida y dinamitada para construir este proyecto, causando un desastre ecológico y daño ambiental invaluable. Además, el lugar donde se emplaza, menos 6 pisos a nivel de calle, significa desconocer que es un peligro en caso de tsunami, marejadas e incendio, donde los pasajeros y el personal del Hotel no tendrán a dónde escapar para salvarse.
Estas son algunas de las razones por las que la Corte Suprema ha resuelto en los años 2013, 2016, 2019, 2020 y 2021, que la construcción de este hotel fue ilegal desde su inicio, que nunca tuvo permiso de construcción válido ni vigente (nulo de nulidad absoluta) y que no se puede iniciar la ejecución de este peligroso proyecto, pues no cuenta con permiso ambiental.
Los hechos y el derecho de estas sentencias, tanto de la Corte Suprema, Tribunal Ambiental, Contraloría y Tribunal Constitucional son contundentes, reiterados, uniformes y hablan por sí mismas. Desatender lo resuelto e insistir en la construcción ilegal y sin permiso alguno de este proyecto, constituye un desacato e irrespeto al Estado de Derecho. Nadie, por mucho poder económico e influencia política que posea, está por sobre la Constitución, las leyes y lo dictaminado por los Tribunales de Justicia.
Gabriel Muñoz
Abogado
Hernán Madariaga
Vocero Corporación Pro-Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar
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