Columna de Eileen Karmy: La FOJI mira al futuro



Recientemente se han anunciado cambios desde la Coordinación Sociocultural de la Presidencia de la República, otrora primera dama, para transformar paulatinamente su rol. En ese proceso, se incluye dejar su cargo de presidenta del directorio de la FOJI y que este sea asumido por algún o alguna representante del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Mincap. Esto ha inspirado columnas y reportajes en este y otros medios aludiendo a un supuesto caos, divisiones internas y desconsideración con las familias, niñas, niños y jóvenes FOJI. Por ello, quisiera destacar algunos puntos, para aclarar la conversación y contrarrestar dichas posiciones.

FOJI somos todas y todos es el actual lema de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles. Y todas y todos queremos lo mejor para la FOJI, especialmente, para sus niñas, niños y jóvenes, así como para sus profesores y trabajadores. En un momento de transformaciones profundas en el campo cultural, educativo y a nivel país, en general, es importante que la Fundación siga apuntando a mejoras transversales de la institución y de las políticas culturales.

En un paradigma de democracia cultural y de profundización de la educación artística, como el que se está proyectando desde el Mincap, esta propuesta no solo es acorde a los tiempos que vivimos, sino también es una oportunidad histórica para la FOJI en tanto institución colaboradora del Mincap. Este cambio permitirá que la FOJI esté más cerca del Ministerio lo que conducirá a una mejor coordinación programática y una mayor presencia en el diseño de políticas culturales. Entre ellas, el fortalecimiento de la educación artística y la democracia cultural, son aspectos prioritarios para este Ministerio, así como la sostenibilidad cultural y la recuperación de espacios públicos.

La Fundación de Orquestas es una de las instituciones chilenas que más tiene que decir al respecto, es un ejemplo en materia de educación artística y es una institución clave para poner en práctica la democracia cultural con la agencia de niñas, niños, jóvenes y sus familias, en sus barrios y entornos socioculturales.

La FOJI puede aprovechar esta coyuntura de cambios, tal vez pequeños en lo administrativo, pero profundos en lo simbólico, para darle continuidad a algunas de las transformaciones que ya ha comenzado a llevar a cabo. Que la presidenta del directorio FOJI deje de ser la primera dama, una figura que no ha sido electa por la ciudadanía, que se traduce en una mirada asistencialista hacia las niñas, niños y jóvenes músicos, y pase a ser una persona que represente al Mincap, es ciertamente un paso hacia la profundización democrática que apunta al fortalecimiento del movimiento orquestal infantil y juvenil del país. Además, como la persona que represente al Ministerio en este directorio será idónea a las actividades de la FOJI, se podrán estrechar lazos con la institucionalidad y hacer proyecciones en el largo plazo con programas sólidos y políticas culturales apropiadas.

Dejemos que la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles vaya acorde a los tiempos que vivimos, escuchemos y permitamos que su movimiento fluya hacia lo que, sin duda, favorecerá a todas y todos quienes forman y formarán parte del mundo FOJI.

Por Eileen Karmy, doctora en Musicología, académica de la Universidad de Playa Ancha y miembro del Directorio FOJI

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