Proceso constituyente y paridad de género

Seis mujeres en un metro cuadrado, y podrían ser ocho. La diferencia radica en que esta densidad no es estable a lo largo de la marcha.
Seis mujeres en un metro cuadrado, y podrían ser ocho. La diferencia radica en que esta densidad no es estable a lo largo de la marcha.


La aprobación por ambas cámaras del principio de igualdad entre mujeres y hombres para acceder a cargos de representación política y su primera aplicación al eventual proceso constituyente será recordado como un hito fundamental en el avance de Chile hacia una sociedad más desarrollada y democrática.

En nuestro país, las desigualdades en este plano se expresan en distintos escenarios de la vida cotidiana: brechas salariales (cerca de 20% más en favor de los hombres según la OCDE, en 2019), domésticas y educativas (se normaliza que la mujer asuma el trabajo del hogar y la educación de los hijos), cargos con menores responsabilidades. Además de correr riesgo de ser víctimas de distintos tipos de violencia y de su normalización. El Foro económico mundial de 2018 indicó que para superar las brechas entre hombres y mujeres a nivel global, se necesitarían 108 años.

El logro, pluralista, mas desafortunadamente aún no transversal en el espectro político, corta de plano otra profunda inequidad que circula en el discurso social y mediático: el mito de que en el plano de las ideas, de la opinión, del empoderamiento político, de las inteligencias y de la expertise las mujeres somos menos capaces. Desigualdad de opinión que también se reproduce en los medios de comunicación. ¿Cuántas columnistas de opinión o analistas estables hay en los medios? El análisis de la presencia de la mujer en la prensa de opinión en España 2019 arrojó que de 25 medios de comunicación analizados, el 79% de las opiniones son firmadas por hombres.

En mi ámbito actual de desempeño, la academia y la investigación, también se ha estudiado lo difícil que es abrirse camino en este ámbito, en particular cuando además se es madre. La creación de la Unidad de prevención y apoyo a víctimas de violencia sexual, así como la de la Dirección de equidad de género en la UC constituyen y abren espacios de cambio cultural esenciales para reconocer el aporte de las mujeres de los distintos estamentos. Inciden positivamente en la convivencia de una comunidad diversa, que en el ejercicio de su labor de formación de personas y de investigación de problemáticas que afectan a nuestra cultura también modela formas de relacionarnos y contribuye, a la paz, al respeto de las personas y al desarrollo social. La igualdad de género, según Naciones Unidas, es un derecho fundamental y su puesta en práctica contribuye a sociedades más justas, con mejor calidad de vida y sostenibles. Como versa el Santo Padre, “el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales” (Evangeli Gaudium, 2013)

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