Sin titubeos, el 6% a cuentas individuales



SEÑOR DIRECTOR:

El fin de la reforma de pensiones debe ser lograr un sistema que funcione correctamente, aumentando los fondos de ahorro y la tasa de reemplazo en la vejez. Seguir destinando dineros de los trabajadores, aunque sea ahora un 3%, a un seguro social nocional, no cumple aquello. Este componente solidario tendría un impacto reducido en la población, beneficiando solo a los tres primeros quintiles, que ya son beneficiados por la PGU, y, además, desincentivaría la cotización, aumentando la informalidad laboral.

Sin titubeos, todo el 6% adicional debe ir a cuentas individuales de propiedad de los trabajadores. El fin de estos fondos extras debe tener tres objetivos: (1) aumentar el saldo de los fondos de pensión al final de la vida activa; (2) en términos de redistribución, esta se debe realizar solo entre quienes coticen. La solidaridad con quienes no cotizan se debe resolver a través de impuestos generales; y (3) habilitar un seguro de longevidad, que complemente la pensión obtenida por retiro programado.

Lo correcto es desechar totalmente la fórmula de 3 y 3 que ahora se propone y mantener el 6% a capitalización individual. Hacerlo, limitará la presión sobre el gasto fiscal, incentivará la cotización obligatoria e indirectamente fomentará el empleo formal.

Pablo Pérez Campos

Economista, vicepresidente Juventud RN

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