Su primer gobierno (2010-2014): entre las emergencias, las manifestaciones estudiantiles y los cómplices pasivos

El 11 de marzo de 2010, Sebastián Piñera asume como Presidente de la República por primera vez.

Se convirtió en el primer Presidente de Chile de la derecha tras el retorno a la democracia y debió enfrentar las consecuencias del megasismo del 27/F, un cinematográfico rescate minero, además de las movilizaciones estudiantiles de 2011. Pero hubo más: su frase sobre los “cómplices pasivos”, el crecimiento económico y varios proyectos emblemáticos, como la ley de Unión Civil y el posnatal de seis meses, marcaron el legado en la primera administración.


En la quinta elección presidencial en Chile después del retorno a la democracia en 1990, Sebastián Piñera derrotó el 13 de diciembre de 2009 al exmandatario Eduardo Frei Ruiz –Tagle y se convirtió en gobernante de Chile. Su primera administración, estaría marcada al comienzo por la emergencia del terremoto del 27 de febrero de 2010, pero luego vinieron una serie de hitos como el rescate de los 33 mineros, el movimiento estudiantil coliderado por el actual Presidente Boric, su polémica frase sobre los “cómplices pasivos” y una serie de proyectos emblemáticos como el posnatal de seis meses, además de las leyes Zamudio y de Unión Civil.

El megasismo

La misión de Piñera no sería fácil y eso quedó demostrado desde el primer día. El 11 de marzo de 2010, Michelle Bachelet hizo entrega de la banda presidencial a Sebastián Piñera en medio de una convulsionada ceremonia, que estuvo marcada por un fuerte sismo que hizo pasar susto a varios mandatarios extranjeros que vinieron al país y que estaban presentes en el Congreso Nacional.

El desastre desatado por el megasismo del 27/F, que dejó 525 fallecidos y 2 millones de damnificados, marcó sin lugar a dudas la primera etapa del gobierno. De hecho, el 50% de los proyectos aprobados en su primer año de gestión correspondió a iniciativas vinculadas a la reconstrucción.

Gran parte de la primera etapa del gobierno de Sebastián Piñera estuvo enfocada en la reconstrucción tras el megasismo del 27 de febrero de 2017.

Gran parte del primer gabinete - que estuvo compuesto de 16 hombres y 6 mujeres, de los cuales 14 no pertenecían a partidos, siendo cuestionado en su propio sector por su vinculación al mundo empresarial y ser más “técnico” que “político”- se enfocó como misión levantar al país tras el desastre.

El rescate de los mineros

Menos de seis meses de asumido el nuevo gobierno y el país volvía a enfrentar una nueva tragedia. El jueves 5 de agosto un derrumbe de la mina San José, ubicada a 30 km. de Copiapó, dejaba atrapados a 33 mineros a unos 600 metros de profundidad.

El Presidente Piñera se puso como misión hacer los mayores esfuerzos ante la tragedia y puso a su ministro de Minería, Laurence Golborne, a la cabeza de la tarea.

Tras largos trabajos de perforación el 22 de agosto de 2010 una sonda logró dar con el refugio donde se encontraban los trabajadores y como muestra de que había mineros con vida, el Presidente Piñera mostró una nota enviada escrita en una hoja de papel con lápiz color rojo, confirmando que los mineros se encontraban con vida, que decía: “Estamos bien en el refugio los 33″. El Presidente se encargaría de llevar posteriormente ese papel a varios eventos internacionales.

El 22 de Agosto de 2010, el Presidente Sebastián Piñera fue el encargado de comunicar a los familiares y medios de comunicación que los 33 mineros atrapados tras el derrumbe en la mina San José estaban vivos, con el famoso papel "Estamos bien en el refugio los 33". FOTO: ARCHIVO AGENCIAUNO

Finalmente, los mineros fueron rescatados un par de meses después a través de una cápsula diseñada especialmente, llamada Fénix. El hecho fue un ejemplo mundial, incluso se hicieron películas al respecto, lo que le permitió a Sebastián Piñera hablar de la “chilean way”, entendida como un modelo nacional de hacer las cosas bien y con sentido de urgencia.

Protestas por el gas y el movimiento estudiantil

El segundo año del gobierno de Piñera no fue menos convulsionado. El enero de 2011 una serie de movilizaciones sociales provocadas por el alza del valor del gas natural en Magallanes, remecieron la gestión del gobierno. Tras varios días de protestas, el 18 de enero el Gobierno firmó un documento donde comprometió un subsidio y una alza del gas menor a la cifra que desató las manifestaciones.

Pero esas protestas estarían lejos de ser las más complicadas para la gestión del gobierno. En abril de ese 2011, se iniciaron manifestaciones estudiantiles a nivel nacional. El origen de las protestas estaban enmarcada en los cuestionamientos a gran parte del sistema educacional, y a medida que avanzaban los días de manifestaciones, se sumaban nuevos puntos al petitorio y las propuestas del gobierno eran rechazadas.

Los principales voceros del movimiento universitario durante el primera año fueron los presidentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), la actual ministra Camila Vallejo, y de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC), el exministro Giorgio Jackson. Luego, el actual mandatario Gabriel Boric, reemplazó a Vallejo en la cabeza de la Fech.

El movimiento generó masivas marchas, cuestionamientos a la represión policial, y generó cambios de gabinete. Finalmente, la extensión de la movilización hizo que la opinión pública rechazara en gran medida las movilizaciones –fue la apuesta de Piñera, quien en varias oportunidades rechazó permisos para marchas-, aunque el gobierno también salió dañado con la opinión ciudadana.

Crecimiento económico

Uno de los puntos por los que es reconocida la primera administración de Sebastián Piñera, es por las buenas cifras macroeconómicas que alcanzó. El país creció a un ritmo del 5,3 % anual, versus el 3,3 % del gobierno anterior. Además, redujo la tasa de desempleo, de un 8,1% en el gobierno de Michelle Bachelet, a un 6,9 %.

Además, se generaron más de un millón de empleos, según las cifras oficiales. La promesa había sido uno de los puntos más fuertes durante su campaña y para muchos de los analistas fue lo que lo llevó al triunfo en las elecciones.

“Cómplices pasivos” y el penal Cordillera

El entonces Presidente Sebastián Piñera concedió una entrevista al diario La Tercera un par de semanas antes que se cumpliera el 40° aniversario del golpe de Estado. Se iniciaba la conversación, pero el mandatario daba una señal: a excepción de todos sus anteriores diálogos con los medios de comunicación, en el encuentro no estaba su jefa de prensa. La idea era que no lo intentara contener, porque probablemente lo que iba a decir traería consecuencias. Y así fue.

“Hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada”. Esa fue la frase que alborotó el escenario político y que generó duros reproches, fundamentalmente de sectores a la derecha de su propio conglomerado.

Pero la frase de Piñera sobre los “cómplices pasivos” no es lo único por lo que se recuerda ese cuadragésimo aniversario del Golpe de Estado. El 10 de septiembre de 2013, Daniel Matamala y Mónica Rincón entrevistaron en CNN al exjefe de la DINA, Manuel Contreras, quien cumplía condena en el Penal Cordillera (recinto que albergaba a exmilitares condenados por crímenes de lesa humanidad durante el régimen militar)

Los dichos de Contreras fueron ampliamente rechazados y criticados casi transversalmente, por su reiterada negación de las violaciones a los DD.HH. durante la dictadura. 16 días después Piñera anunció el cierre definitivo del penal Cordillera y el traslado de los condenados a Punta Peuco. Según relatan cercanos al exmandatario, lo que más molestó a Piñera de la entrevista a Contreras fue un diálogo que mantuvo con Matamala. “Esto no es una cárcel. Es una cárcel para nosotros solamente, militar”, aseguró Contreras.

La situación provocó la indignación del exmandatario, quien sumó a la ecuación el alto costo de mantener el recinto -38 gendarmes para 10 reclusos- además de los lujos del mismo. De inmediato llamó a a la ministra de Justicia de esa época, Patricia Pérez, para hacer las gestiones y materializar su decisión.

El legado legislativo

Pese a que una parte importante de los proyectos que se aprobaron durante su primera gestión tuvieron relación con la reconstrucción, Piñera logró aprobar una serie de otras leyes que hoy marcan la vida política-social chilena.

La creación del ingreso ético familiar; la ley de posnatal de seis meses (que extendió el beneficio en tres meses); la eliminación cobro de 7 % de cotización en jubilados (la iniciativa benefició a 700.000 pensionados que tenían una renta mensual inferior a los 255 mil pesos chilenos); la Ley de Unión Civil; entre otros, marcaron su legado.

El primer gobierno de Piñera terminó en torno al 50% de aprobación, según las encuestas.

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