Daud Gazale se defiende y aclara el sorteo de su auto: “No estoy estafando a nadie; que digan eso es lo que más molesta”

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Daud Gazale, en su paso por Audax Italiano.

El ex delantero de Colo Colo, Universidad Católica y Deportes Concepción entrega su versión respecto de la polémica relacionada con la rifa de su vehículo. Afirma que está devolviendo personalmente el dinero a las personas que se han desistido de los números que compraron.



Daud Gazale dice que está afectado. El ex delantero de Colo Colo y Deportes Concepción está en el centro de la polémica. En 2021, decidió rifar su vehículo un Jeep Wrangler de 2019, que según el sitio que implementó para el sorteo tiene un valor comercial de $ 34 millones de pesos. Puso a la venta cinco mil números, a razón de $ 10 mil pesos cada uno. La operación aritmética es simple: la recaudación ideal era de $ 50 millones, aunque las ganancias bajarían, considerando que la implementación del concurso costaría $ 6 millones más. Sin embargo, hasta ahora, el plan no ha dado los resultados esperados. El sorteo aún no se realiza y hay quienes, derechamente, lo acusan de estafa, un cargo que el ariete rechaza de plano.

El futbolista aborda la polémica con El Deportivo. Entrega su versión con la molestia de verse envuelto en un escándalo, pero, según dice, con la tranquilidad de estar actuando correctamente. “En el fondo, lo que pasa es que el sorteo tenía como primera fecha el 30 de diciembre. Se aplazó dos meses, hasta el 28 de febrero. Ahí tenía que cerrar el concurso, porque no se vendieron los 5.000 números. El auto cuesta 37 millones (sic) y el sorteo son seis más. Por eso se sacó un cálculo aproximado para recuperar el dinero. Técnicamente, al vender todos los números, se juntaban $ 50 millones, pero eso no pasó”.

Gazale se remonta a la segunda fecha, un hito clave, considerando que intentó conseguir la ayuda de los participantes para reimpulsar el concurso. “El 28 de febrero teníamos mil números vendidos. En ese momento había mucho participante ilusionado. Yo dije ‘voy a mandar un mail masivo, preguntando si quieren sumarse a impulsar el concurso’. El algoritmo de Instagram frena la expansión. Con el sorteo me veían 700 personas. Y antes eran ocho mil diarias. Instagram te ataja para obligarte a pagar por publicidad. Yo lo hice y no pasaba los mil. Eso perjudicó el sorteo”, explica. El plan continuó. “Con los participantes nos unimos. Hicimos un grupo de WhatsApp, con 180 participantes, para mantener comunicación directa. Yo esto lo hice a beneficio. Quería que alguien se llevara por 10 lucas un auto que vale 50 millones. Ese era el fin. Se podía arreglar la vida de una familia”, insiste.

Gazale, durante su paso por Audax Italiano.
Gazale, durante su paso por Audax Italiano.

De hecho, sostiene que en esa gestión encontró apoyo. “Ellos se quisieron unir. Yo pensaba que aplazando el sorteo no íbamos a llegar. Teníamos que ganarle al algoritmo de Instagram. Probamos marzo y abril y ya a mitad de abril me di cuenta de que habíamos avanzado 200 números. Habría que estar un año y no daba. Y empiezan a hablar. Yo quise cortar el tema a fines de abril y eso es lo que hicieron mal. El tipo dijo que en diciembre había frenado todo y nada que ver”, manifiesta.

La devolución

El futbolista da cuenta del proceso de devolución de los dineros a quienes se lo han solicitado. “Les pedí a los participantes que me mandaran los datos bancarios, que nos los tengo. Solo tenía el RUN, el nombre, la dirección y los números de teléfonos. Para hacer la devolución, necesitaba esos datos. Se los pedí por mail. Y también el comprobante del ticket”, insiste. Luego explica el proceso siguiente. “Yo tengo que abrir el mail, verificar uno por uno. Eso toma un montón de tiempo. A eso súmale a mi vida deportiva. Y mi hijo, que tiene un año seis mes, con una cardiopatía congénita que nos obliga a estar atento”, refuerza.

Sí he devuelto, estoy en eso. Son 900 participantes a los que tengo que devolverles. Les he devuelto a 45 en cuatro meses. Va en orden. Del que más compró, que compró diez números, que ya tiene la plata. hacia abajo. Esa plata está en una cuenta y el único que la puede manejar soy yo. A través de eso puedo hacer la transferencia, pero primero tengo que tener un orden. Hay mucha gente que ha querido pasarse de lista. Las devoluciones se están haciendo, lento, porque mi vida no me lo permite. No hay un equipo detrás”, justifica.

En esa línea, da cuenta de que el sorteo le ha generado complicaciones. “He tenido una vida responsable y nunca estuve en hueás. Perdí seis millones, perdí tiempo, le quité tiempo a mi familia. Acá no están hablando con una empresa. Muchos creen que es apretar un botón y listo. Y cómo si no tengo los datos. Por eso dejé un número de WhatsApp abierto. Y le he respondido a todos. No estoy estafando a nadie. Eso fue lo que más me molestó. Yo les di números de gente que ha recibido devoluciones y no los llamaron. Les di tres números al azar. Entonces, hablan de mala leche. Sirvió para ensuciar. Por ética y valores, me comunico con ellos, doy la cara. Hay dos o tres que quieren hacer ruido. Si yo hubiera querido hacer negocio, habría puesto ‘hasta que se vendan los cinco mil tickets’. Nadie establece condiciones de devolución, como lo hice yo”, concluye.

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