Javiera Grez y el recuerdo del penal de Francisca Lara: "Hay que tener ovarios para tomar esa responsabilidad"

Javiera Grez

La delantera curicana fue la más joven seleccionada chilena en cancha durante la Copa del Mundo, donde además fue la de más baja estatura en todo el torneo. Aquí analiza un recuerdo imborrable para sus 18 años.



Nació en Molina, se crió en el caserío de Santa Lucía, vive en Lontué y hoy defiende a Curicó Unido. Javiera Grez (18 años) creció en el corazón de la zona huasa, en una especie de triángulo escaleno en medio de una zona donde las viñas mandan entre los cultivos. "El pueblo donde crecí no lo encontrará ni en google, es muy chiquito", contesta desde Lontué, orgullosa de sus raíces y del camino que recorrió hasta ser la chilena más joven en cancha en la Copa del Mundo 2019, además de la jugadora más baja de toda la competencia (1,48 metros).

Sobre esta última característica, explica: "Ser más chica nunca será un impedimento si hago bien las cosas en la cancha. No tiene importancia, me da lo mismo, porque la estatura no determinada nada en el fútbol". Sabe de lo que habla, porque incluso ha anotado goles de cabezas en torneos sudamericanos, ganándole en el salto a centrales que la superan largamente en estatura.

En la Copa del Mundo ingresó en el segundo tiempo del partido ante Tailandia (en la imagen), pero a los 87 minutos fue reemplazada por María José Rojas. "La verdad es que me lesioné, pero no fue nada grave (esguince moderado en el medio pie izquierdo)", explica. "Yo entré súper tranquila y justamente coincidió con que el equipo comenzó a jugar mejor y salieron los goles", restándole importancia a su intervención en el aumento del caudal ofensivo de las Rojas ante las asiáticas.

De aquel partido, qué duda cabe, la golpea el penal que Francisca Lara envió al travesaño. "Yo rescato su actitud. Hay que tener ovarios -como dicen por ahí- para tomar esa responsabilidad, en una Copa del Mundo. Ella fue muy valiente; anotar un penal o perderlo es algo que les ha pasado a las mejores y a los mejores del mundo", sostiene, con voz convencida.

Su historia es explosiva y ya a los 13 años debutaba en el plantel adulto de Curicó Unido, el club de toda su breve vida. Siempre se interesó en el fútbol y lo entendió como un deporte sin fronteras de género, pues era su madre quien jugaba fútbol y no su padre, aunque hay abundancia de futbolistas entre los Grez y los Valenzuela.

"Mi mamá jugaba baby fútbol, porque en esos años casi no había ligas ni lugares para que las mujeres jugáramos fútbol. Ahora es distinto; siento que cada día habrá más niñas jugando y eso le hará bien al fútbol femenino de Chile, porque mientras más seamos, todo mejorará", sostiene. "Tengo la suerte de que mi familia me apoya, más allá del orgullo. Desde chica siempre me han acompañado y eso se agradece de verdad, porque no a todas las familias les debe gustar que su hija juegue fútbol, ya que hay mucho prejuicio", explica.

Respecto de su futuro, se lo toma con calma, pese a que le han llegado ofertas para que se integre a clubes de Santiago. "No me quiero apurar, tengo recién 18 años y hay que llevar la carrera paso a paso; en todo caso, entiendo que el fútbol no será algo que haré toda la vida y por eso quiero estudiar, aunque aún no tengo claro que será, sí sé que será algo relacionado con el deporte, como kinesiología, educación física o algo así", afirma.

Su grupo de referencia

Sobre la experiencia mundialista, rescata todo. "La actitud del equipo y lo que vivimos allá", dice, además de destacar a varias compañeras de plantel como parte del grupo con el que mejor convivía. En esa lista están Carla Guerrero, Yessenia Huenteo, la Cote Urrutia, Javi Toro, Yesenia López y Valentina Díaz. Sobre la Jefa Guerrero, de 31 años y uno de las más experimentadas, explica que le dio un consejo muy simple: "Me dijo que no me preocupara ni estuviera nerviosa, que jugara lo que yo sabía, que con eso estaría muy bien y que no me cohibiera".

Acerca de la querella interna, debido a las críticas de Christiane Endler y María José Rojas al seleccionador José Letelier, toma la situación con la distancia que le aconsejan sus 18 años. "La verdad es que soy de las más jóvenes y tengo mucha admiración por las referentes. Yo pienso distinto, pero obviamente respeto sus opiniones".

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