La sabrosa historia del “longa shot”, el tiro favorito de Tomás Barrios

Tomás Barrios ingresó al cuadro principal de Wimbledon tras imponerse en cinco sets a Thiago Seyboth Wild.
Tomás Barrios.

El tenista que hoy brilla en Wimbledon siempre ha llamado la atención por la forma en que ejecuta ese golpe. Su formador Gonzalo González explica el armado de esta jugada.



Tomás Barrios disfruta de un gran presente instalado por primera vez en la segunda ronda de un Grand Slam en Wimbledon. El tenista nacional lo ha hecho a punta de un gran tenis y de llamativos golpes. Sin embargo, hay uno en particular que se roba la mirada de muchos: el “longa shot”, que no es más que el drop shot pero a su manera.

Oriundo de Chillán, tierra de longanizas (de ahí el nombre), desde muy pequeño Tomi se hizo conocido por la particular ejecución de este golpe. “Lo hago desde los diez años. Supongo que porque tenía poca fuerza. Se me hace más cómodo, no puedo tirar el drop agarrando la raqueta desde abajo. Luego la suelto y recupero bien la otra tomada para volear. Pero no es algo que se lo enseñaría a alguien”, contó en una reciente entrevista con Clay Tenis.

Su formador Gonzalo González relata a El Deportivo cómo es el armado de este golpe. “La gracia es que lo esconde muy bien con la derecha, porque tiene el armado hacia atrás”, explica. “Si tú tomas la raqueta más arriba tienes más control sobre la cabeza y mayor sensibilidad”, agrega.

El entrenador también señala que no fue él quien le enseñó este recurso a su pupilo. “Yo no se lo enseñé. Y tú te preguntarás por qué no se lo cambié. Y la verdad es que yo tengo un modo de ver el tenis, en el que si voy a cambiar algo tengo que estar seguro que lo que yo le voy a enseñar va a ser mejor que lo que ejecuta. Y en este caso yo no tenía esa certeza, porque fue algo que siempre hizo bien. Eso es algo totalmente natural”, destaca.

Un tiro peligroso

Cuenta, eso sí, que fue perfeccionando el tiro y desde siempre ha sorprendido. “En Wimbledon junior recuerdo que ESPN hizo unos highlights de 30 segundos con sus mejores drops. Después los rivales ya lo conocían, pero es un tiro que en pasto complica. De hecho, a Báez le fue muy difícil, ya que le cortó siempre la carrera y lo sacó de su zona de confort al llevarlo más adelante y hacerlo volear, ya que no tiene el alcance de brazo de un tenista que mida 1,80”, destaca.

Gonzalo González fue el responsable de prácticamente toda la etapa formativa de Barrios. Trabajó regularmente con él desde los 10 hasta los 18 años en Concepción y luego su pupilo se unió a Guillermo Gómez y la academia Alto Tenis en Santiago. “Fue una decisión mía, porque consideraba que en cada etapa tienen que estar las personas adecuadas y hay que dejar los egos de lado. En este caso Tomás no iba a seguir creciendo si se quedaba entrenando allá en Concepción, porque no estaban las condiciones ni había jugadores para entrenar”, sentencia el profesional, quien de todos modos acompaña a su discípulo cada vez que está en Chile.

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