Martín Vidaurre: “Hay que enfocarse cuando los Juegos sean, el próximo año... ojalá”

El más joven de los clasificados a Tokio 2020 comenta desde Alemania que por ahora no piensa en los Juegos, en los que hubiera competido hoy.



Martín Vidaurre tiene 20 años y cinco meses y es el más joven entre los 15 nacionales que ya tienen los pasajes asegurados a los Juegos Olímpicos de Tokio. Hoy lunes 27 de julio, el ciclista debería haber participado del cross country en Tokio 2020, un debut que deberá esperar 12 meses.

Vidaurre se pasará el día entrenando con su equipo, Lexware Mountainbike Team, en Kirchzarten, Friburgo, al sur de Alemania, sin pensar mucho en lo que pudo pasar en Japón hoy.

“Sabíamos hace varios meses que los Juegos se pospusieron, así que sentimientos casi no hay, porque hay que dar vuelta la página y enfocarse cuando de verdad sean, es decir, el próximo año... ojalá. Nada especial, los sentimientos hay que guardarlos para cuando los Juegos se hagan”, dice el pedalero, bronce en los últimos Panamericanos de Lima.

El hijo del ciclista y conductor de rally Cristóbal Vidaurre no solo es el más joven, sino que mientras muchos recién salen a entrenar, es el único que ha tenido la oportunidad de competir. Fue en Suiza, la semana pasada, no fue una prueba importante, pero pedaleó en los cerros y eso pocos lo pueden contar. Para Martín, no fue mucho más que eso, pues por las restricciones, el nivel no fue especialmente alto.

“No siento que tenga mayor valor ser el primero en competir, estoy acá por el equipo alemán, porque tengo un contrato, es mi trabajo. Me conseguí todos los permisos, pude viajar, pero tampoco son competencias oficiales, no es que esté todo abierto, sigue siendo todo más o menos igual. Estoy feliz de poder estar acá, de poder entrenar y ojalá que de a poco se puedan abrir las fronteras y que la gente pueda viajar para hacer competencias justas”, señala el novel ciclista.

Ese es otro elemento que destaca en el presente de Vidaurre, es un deportista profesional. “Es algo con lo que siempre soñé, dedicarme a mi pasión. Que pase a ser el trabajo cambia un poco, porque hay que ser más profesional, hay que dejar muchas cosas de lado, tampoco es llegar y hacerse rentado. Creo que a partir de este año ya tengo una carrera profesional así que bien, estoy contento, no es fácil, es harto sacrificio, pero a la larga vale la pena, he tenido la suerte, si se puede decir suerte, que me ha ido bien, y gracias a eso puedo decir que soy profesional”.

Vidaurre vive solo en Alemania y seguirá entrenando con su equipo en las próximas semanas, pues no vislumbra competencias en el corto plazo. “Se supone que es oficial, a fines de septiembre y principios de octubre hay copas y el Mundial en esa fecha, vamos a ver si se logran hacer, pero como está la cosa, es difícil”, cierra.

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