Se miden los mejores

Paulo Silas, campeón con Brasil de la Copa América de 1989.



Tal como se esperaba, Brasil y Argentina están otra vez en una final de Copa América. Con realidades diferentes, pero con la misma rivalidad. La presencia de Neymar en el Scratch le infunde jerarquía al plantel, lo mismo que sucede con Messi en Argentina. Porque, convengamos, que en el Maracaná se enfrentarán los dos mejores jugadores del torneo.

No tengo dudas, para Neymar será un duelo especial. No sólo porque tiene al alcance la posibilidad de lograr la Copa América ante un rival clásico, uno de los títulos que le falta en su rico palmarés. También está el hecho de que se medirá a varios de sus amigos, entre ellos el mismo Messi; además de Ángel di María, Leandro Paredes y Giovanni lo Celso. Otra razón para quedarse con el título.

Ney está contento, se nota en su juego. Vive un gran momento anímico y técnico. Es de esperar que sus compañeros estén a la altura y dejen el título otra vez en Brasil. No será fácil, el equipo que deslumbró en la fase grupal se ha ido diluyendo. En sus últimos dos partidos -contra Chile y Perú- bajó mucho su rendimiento, especialmente en los segundos tiempo. Estructuralmente, el cuadro verdeamarelho es muy bueno, pero en la delantera Richarlison y Firmino aún tienen una deuda de goles.

Argentina llega como un equipo más cohesionado, con jugadores que se han consolidado a través del torneo. Pero no pueden eludir su sequía de títulos. Aunque los jugadores no lo expresen, existe una ansiedad en el medio y en los hinchas. Sobre todo para Messi, el líder de este equipo, que tampoco ha podido ganar. Se nota en los comentarios de los argentinos, muchos preocupados por lo que pueda hacer el VAR. A ellos les digo: el torneo es en Brasil, pero el VAR no es brasileño.

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