Atenas y sus acreedores siguen estancados sobre un acuerdo de fondos a pocos días de que venza un plazo de pago al FMI.
La Tercera
26 jun 2015 08:06 AM
Atenas y sus acreedores siguen estancados sobre un acuerdo de fondos a pocos días de que venza un plazo de pago al FMI.
Los mercados respondieron positivamente hoy ante la última propuesta del gobierno de Tsipras.
Grecia dice que estas políticas de austeridad están perjudicando a la economía y quieren que las deudas que tienen con otras naciones de la zona euro les sean condonadas parcialmente.
Atenas espera un aporte de 7.200 millones de euros del Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.
Hace dos años la economía de la isla tocó fondo, afectada por la crisis que arrastraba desde 2011. En 2013 el desempleo llegó a 14,7%.
Grecia y sus acreedores de la UE y el FMI han estado estancados por cuatro meses en unas tortuosas negociaciones en torno a un acuerdo de reformas y financiamiento.
La distribución de los inmigrantes se realizará en función del PIB, población, tasa de desempleo y el esfuerzo previo realizado por el país de acogida.
El país debe pagar unos 1.600 millones de euros al FMI en todo junio, en cuatro desembolsos. El primero, el 5 de junio, totaliza unos 300 millones de euros.
Ministro griego del Interior declaró que su país no pagará cuotas de junio al FMI, por US$ 1.800 millones de dólares.
En el encuentro participaron la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, el presidente francés, François Hollande en conjunto con el primer ministro griego, Alexis Tsipras
Sin embargo, los ministros aseguraron que tomaban con beneplácito la intención de las autoridades griegas de acelerar su trabajo con los prestamistas.
La cifra está muy por debajo del 1,4% estimado en marzo y del 2,9% que había previsto en un plan de presupuesto a fines del año pasado.
"La reunión del lunes (del Eurogrupo) será un paso más en la dirección correcta para resolver la crisis", dijo Yanis Varoufakis.
"Los graves desacuerdos entre el FMI y la UE están creando obstáculos y grandes riesgos para las negociaciones", dijo un funcionario del gobierno.
El líder de Syriza asumió el país en el peor momento posible: Grecia se encontraba al borde del precipicio y sin apenas reservas económicas.