La ciudad siria que desde septiembre soportó el ataque del Estado Islámico, se encuentra ahora bajo control de los kurdos.
La Tercera
3 feb 2015 02:30 AM
La ciudad siria que desde septiembre soportó el ataque del Estado Islámico, se encuentra ahora bajo control de los kurdos.
El OSDH precisó que las milicias kurdo sirias han recuperado los edificios de cuatro escuelas en la mitad oriental de la localidad, así como algunas partes de un barrio al sur.
La lucha para frenar el avance de los milicianos del Estado Islámico ya se prolonga por tres meses.
El OSDH precisó que las milicias kurdo-sirias recuperaron amplias zonas en el sur de la población, tras combates contra los radicales del Estado Islámico.
La ciudad ubicada al norte de Siria y en la frontera con Turquía es asediada hace más de tres meses por el Estado Islámico y se ha convertido en el símbolo de la lucha contra el grupo extremista.
Los yihadistas se han retirado de amplias partes de un complejo gubernamental de seguridad y de un mercado de verduras, en la mitad oriental de la ciudad siria.
La toma de la carretera al sur de la ciudad siria es una de las conexiones más importantes que tienen los yihadistas, sin embargo dispone de otras vías.
Los kurdos sirios habían anunciado que sus combatientes progresan "calle a calle" en la ciudad y que reconquistarán todo el enclave "en un lapso de tiempo muy corto".
Según los números entregados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la mayoría de las víctimas son yihadistas.
Human Rights Watch entrevistó a rehenes liberados por los yihadistas, quienes contaron que fueron golpeados con mangueras y cables eléctricos.
En tanto, la coalición internacional efectuó cuatro bombardeos contra concentraciones de radicales en Kani Arabane y en los pueblos vecinos de Mazra Dauad y Manazi.
Además, Recep Tayyip Erdogan mostró su molestia contra la prensa internacional por dar a entender que Turquía respalda al Estado Islámico por no haber intervenido militarmente en Kobane.
Por su parte, el Pentágono está poniendo a punto un plan que prevé el despliegue de consejeros militares norteamericanos en la provincia iraquí de Anbar, para asistir a las fuerzas de seguridad locales.
En tanto, Siria criticó a Turquía por permitir que combatientes extranjeros ingresaran a su país, en lo que calificó como una "violación descarada" de su soberanía.
Una parte de los combatientes voló desde el norte de Irak, hacia Turquía y el resto será trasladado por vía terrestre, así como armas y equipamiento de apoyo.