El misterio Coquimbo: las contradicciones de un superviviente que hace historia al abordaje

Foto: Jorge Llewellyn Valdés/@coquimbounido/Twitter.

El salvador de la pesadilla chilena en copas internacionales que sufre por conservar la categoría. Mañana empieza a jugarse el paso a la final de la Copa Sudamericana. Los secretos de un club que suma victorias, estructura y sueña también con la consolidación institucional.


Coquimbo Unido enfrenta una compleja disyuntiva. Por un lado, los piratas sacan la cara por el fútbol chileno en la Copa Sudamericana. Mañana jueves jugarán la ida de la semifinal del torneo continental ante Defensa y Justicia. Por otro, no menos importante, tendrán que esperar un par de semanas para intentar el zarpazo que los saque del penúltimo puesto de la tabla del Campeonato Nacional. Es decir, que los aleje del descenso.

Recién a fines de diciembre, la ANFP les dio algún respiro a los dirigidos por Juan José Ribera. En Quilín resolvieron la suspensión de los encuentros frente a Cobresal, Unión Española, Universidad de Chile y Deportes Iquique. A esos duelos se agrega el que tenían que disputar frente a Colo Colo, quizás el más decisivo de la seguidilla de partidos.

Los piratas, que habían reclamado por la sobrecarga de encuentros y viajes, sobre todo en relación a los rivales directos en la pelea por mantener la categoría, ahora ya no saben cómo reaccionar frente a la concesión que les llegó desde Quilín. “Es complicado jugar partidos cada dos o tres días. Nos tocó jugar un partido a 57 horas del anterior. Es un factor que puede ser diferencial. Pero como jugador de fútbol lo mejor para uno es jugar. He intentado buscarle el lado positivo. Influye muchísimo. Como le pasa la U de Conce. Los que han hecho la programación sabrán por qué lo han hecho. Pero jugar partidos seguidos, si le buscamos el lado positivo, también puede ser bueno. Son épocas que toca vivir”, analiza el delantero venezolano Rafael Arace.

“Lo que pasa es que todo ha sido reglamentario. Cuando un equipo llega a semifinal, se le tienen que suspender los partidos. Esta vez existía la voluntad de poder cooperar y se consiguió lo que antes no se pudo lograr. Gran parte de la situación en la que estamos es por el exceso de partidos. Sabíamos que iba a afectar, por el desgaste”, apunta el presidente del club, Jorge Contador. Arace hubiese preferido que las postergaciones comenzaran antes. “Al final, nosotros no somos Coquimbo Unido, somos Chile. Hay tres equipos argentinos y Chile. Parece que estar en una copa internacional es un castigo. Y es un premio. Si vas pasando de fases, deberías tener el apoyo de todos. Hubiese estado mejor recibirlo antes”, insiste el delantero llanero.

La consigna aurinegra respecto de la permanencia está más que clara. “Para nosotros no hay ninguna posibilidad de permitir que Coquimbo descienda. Ni siquiera lo queremos nombrar”, dice Arace, en un intento por graficar el compromiso grupal en relación a conservar la categoría. Priorizar un torneo sobre otro tampoco es una opción posible en el Francisco Sánchez Rumoroso.

La postergación de los encuentros por la competencia local pondrá fin a un ejercicio invisible, pero igualmente desgastante que los partidos, entrenamientos y viajes. “Es complicado cambiar el chip rápido en todas los ámbitos de tu vida, en todo lo que hagas. Y jugar un partido en el que estás peleando el pase a la semifinal, como fue ante Junior, y a los dos días jugar uno en el que peleas por salir de la zona de descenso, es difícil. Por eso nos referíamos a tener ese tiempo para hacer el cambio y recuperarnos. Pero es la realidad que nos toca vivir. La única solución es no quejarnos más, no conversar más del tema y jugar los partidos de la misma manera. Sea un partido de semifinal o contra el primero o el último de la tabla, tiene que ser lo mismo. Tenemos que ganarlo, porque no tenemos margen de error. No podemos meternos en el bucle de pedir que nos ayuden. Dependemos de nosotros mismos en el plano nacional e internacional”, insiste Arace.

Juan José Ribera no vacila. “A nosotros nos trajeron para salvar la categoría”, establece de entrada el técnico aurinegro. “No se puede priorizar. Y, además, al tener partidos suspendidos, no sería necesario. Tuvimos una cuentita de ahorro en algún momento, en relación a Colo Colo y La Serena, pero hoy no la tenemos. Hay que decir que Coquimbo hace rato está en zona baja en el campeonato. Cuando llegamos, estaba ahí. Nosotros hemos sumado el 46 por ciento de los puntos. No hemos dejado de lado el torneo local y no lo vamos a dejar de lado nunca. Por ningún motivo”, enfatiza.

El entrenador celebra la opción que le dieron de preparar el duelo ante Defensa y Justicia con mayor tranquilidad. “Afortunadamente, no tuvimos partidos. Si los teníamos, era diferente. Esta será la única llave en la que no tendremos partidos entremedio. Si pasamos, no nos pondrían más partidos. Y si no, volveremos el lunes 18, con Curicó”, dice, consciente de cada una de las posibilidades de una eventual planificación.

Igualmente, como su pupilo Arace, el estratega reconoce la dicotomía que viven. “Es una disyuntiva, sí, pero no nos mueve nada, porque no tenemos partidos de campeonato. Entonces, nos enfocamos en esa semifinal, que es histórica para el país. Aunque, insisto, el objetivo es quedarse en Primera. Nos trajeron para eso y estamos ahí. Se dio el tema de la Copa, que es llamativo, obviamente. Cualquiera soñaría estar donde estamos. Somos el que mejor ha representado al país en este año, pero no nos podemos desenfocar”. plantea.

Ribera admite que la doble tarea implica un desgaste importante. “Cambiarse el chip cuesta, obviamente. No es decir que porque eliminamos a Junior teníamos necesariamente que ganarle a Antofagasta. Son torneos distintos, condiciones diferentes. También es por el cansancio, el desgaste que produce medirse con rivales internacionales. La exigencia es mucho mayor”, explica. Y pone un ejemplo para graficar la carga adicional que han debido soportar: “Para ganarle a Junior hay que sobreexigirse. Estamos hablando de equipos con prespuestos superiores, con planteles más amplios. Con el sueldo de Viera se puede pagar buena parte de la plantilla nuestra. Esa sobreexigencia es física y también mental. Por eso cuesta el partido siguiente”, sostiene.

Sin embargo, mira el futuro con optimismo. “En algún momento, tuvimos muchos lesionados. Luis Pedro Figueroa, Mauricio Pinilla, Benjamín Vidal, Diego Vallejos, Bayron Saavedra, Gaspar Iñíguez y Berardo. Siete jugadores menos. Eso nos impidió darle mayor frescura al equipo”, analiza. Ese escenario empieza a cambiar. Seis de los siete ya están recuperados. El que falta, Pinilla, podría estar disponible en breve. La mirada, es por ende, más optimista. “Tendremos una mayor cantidad de jugadores, varios de ellos de experiencia. Serán útiles, sin dudas”, manifiesta el DT.

Sueños de grandeza

En paralelo, los piratas sueñan. Y no solo con los éxitos deportivos. También se entusiasman con el crecimiento institucional. La administración del club luce con orgullo las próximas obras que realiza en el complejo Las Rosas. La primera está prácticamente terminada. Se trata de un moderno gimnasio. “El más grande de Sudamérica”, se anima a decir el gerente administrativo del club, Pablo Ramírez. “Debería estar terminado el 31 de enero e incluye pista de recortán, dos cámaras hiperbáricas y nuevos vestuarios, con sala de recuperación e hidromasaje incluida”. añade el personero. El proyecto incluye, además, dos nuevas canchas sintéticas. “Cuando llegamos, en 2016, en Las Rosas había un par de camarines antiguos y poco más. Proyectábamos lograr la estabilidad económica en tres años y luego tratar de subir. Esos plazos se acortaron con las platas del CDF. Congelamos las deudas y empezamos a generar números azules. Las utilidades nos han permitido hacer todo”, remarca.

No es la única realización en la que trabaja la concesionaria a cargo del Barbón. La más ambiciosa es un hotel con 22 habitaciones dobles, dos singles y un casino, que comenzó a construirse hace un mes y que servirá como lugar de concentración en la antesala de los partidos que deban disputar como dueños de casa.

El hospedaje se ubicará en el sector que ocupan los antiguos camarines para las divisiones inferiores. Los diseños ya están encargados y la construcción debería partir en febrero. Si no existen contratiempos, en cuatro meses más el plantel aurinegro podrá desarrollar todas sus actividades en el mismo lugar.

El plantel y el cuerpo técnico se entusiasman con las comodidades. “Es espectacular. Llegar y ver las instalaciones que tiene el primer día me hizo decir que es un club que sabe lo que quiere. Tenemos canchas de pasto natural, otras sintéticas, están construyendo un gimnasio espectacular. Están llegando unas máquinas muy modernas que nos van a ayudar mucho para trabajar en el mejor nivel. Es un club que se va ubicar entre los mejores organizados del fútbol chileno en el corto plazo, sino lo es ya. Venía de Unión Española, un club histórico, que es uno de los grandes del fútbol chileno, y sentí la mejoría. Me sentí cómodo desde el inicio”, dice Arace.

Ribera asiente. “Se están haciendo bien las cosas. Las instalaciones que tenemos para trabajar son realmente muy buenas. Tenemos buenas canchas, el gimnasio es muy moderno, está lo del hotel. El club está creciendo, se ve esa preocupación por desarrollarlo. Hay que sacarle el mayor provecho posible”, añade el DT. “En el norte no he visto un gimnasio de estas características. El proyecto es más que eso. Hay canchas, seis camarines para los jóvenes, salas de kinesiología, sala de video. Es parte de un modelo de desarrolo integral, que nos tiene muy entusiasmados”, destaca Contador.

Detrás de esas ideas hay montos millonarios que la participación internacional ayuda, en alguna medida, a sostener. “El proyecto total involucra la inversión de unos $ 3.200 millones, que se están financiado con capitales del club y con fondos que ha gestionado la gerencia a través de la ANFP y del gobierno”, luce Ramírez. “Cuando todo esté terminado, podríamos perfectamente tener trabajando al primer equipo y a las divisiones inferiores en Las Rosas, cada uno en sus respectivos espacios. Sin embargo, lo más importante es el carácter social de estas iniciativas. Buscamos que los niños de Coquimbo puedan practicar fútbol en las mejores condiciones, con buenas canchas, atención médica, camarines e indumentaria de buen nivel. La identidad siempre ha estado. Somos un club arraigado en nuestra comunidad, con el hincha del puerto. Con esto nos acercaremos mucho más”, afirma Contador.

En ese contexto, cobran relevancia los ingresos que han obtenido por la participación en la Sudamericana, que ya suman casi tres millones de dólares. Ese dinero, por ahora, constituye un colchón para futuros gastos. “Hay que considerar que los ingresos por la Copa Sudamericana llegan con algún desfase, pero lo que ingrese por las últimas dos fases, que lo recibiremos en 2021, será destinado al proyecto de infraestructura y a la inversión en jugadores”, proyecta Ramírez.

La estructura del plantel que competirá el próximo año es, precisamente, otra de las materias que ya está adelantada. Del actual, solo tres jugadores terminan contrato junto con el término de la temporada: Mauricio Pinilla, Luis Pedro Figueroa y Fernando Manríquez. El resto está fichado al menos hasta el final de 2021. Y hay casos como Diego Aravena y Rubén Farfán que están comprometidos con la institución hasta mediados del año siguiente. Con Ribera también existe un compromiso hasta fines del próximo año, aunque en el contrato del estratega existe una cláusula que le permitiría partir. Por el momento, en todo caso, ninguna de las partes ha puesto el foco en los plazos de la relación.

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