Las rencillas políticas que dejaron a Carlos Ruiz y a Gabriel Boric en rutas separadas

Las rencillas políticas Carlos Ruiz y Gabriel Boric.

El actual Presidente y el exdirector de Nodo XXI (quien hoy enfrenta un caso judicial por maltrato a su pareja) se conocieron en 2010. Sin embargo, a poco a andar la relación entre Boric y Ruiz entró en conflicto. El sociólogo siempre intentó imponer teorías políticas, que el magallánico nunca siguió.


Una reunión realizada en el séptimo piso del Ministerio de Educación, el 20 de mayo de 2016, terminó por transparentar el quiebre interno del desaparecido movimiento de la Izquierda Autónoma, una corriente política universitaria que ayudó a fundar el sociólogo Carlos Ruiz y que había llegado a la presidencia de la FECH en 2011 con una joven promesa, un contestatario dirigente de la Facultad de Derecho llamado Gabriel Boric.

A la reunión encabezada por la titular del Mineduc de la época, Adriana Delpiano (PPD), había concurrido Ruiz con su grupo de dirigentes estudiantiles más leales, entre ellos Andrés Fielbaum y Valentina Saavedra, (quienes sucedieron a Boric en la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile), además de Sebastián Aylwin.

En esos años, la Izquierda Autónoma -colectivo que se inspiró en otros grupos como los estudiantes autónomos y la SurDa, movimiento fundado por Ruiz- se había convertido en la fuerza hegemónica en la FECH y ya había logrado elegir a su primer parlamentario en las elecciones de 2015: el mismo Boric.

Sin embargo, el entonces diputado magallánico -quien, junto a otros dirigentes como Gonzalo Winter y Jorge Sharp, eran parte de la disidencia interna de Izquierda Autónoma- argumentó que no había sido informado del encuentro. Peor aún: la cita había sido solicitada a nombre de Boric y de la directiva de Izquierda Autónoma.

En esa época la Confech había decidido congelar relaciones con el gobierno de Michelle Bachelet, pero Ruiz (ya en esos años profesor de la Universidad de Chile y director del centro de pensamiento Nodo XXI) intentó dar una señal de pragmatismo político y concurrir al ministerio a entregar una propuesta educacional un día antes de la cuenta pública presidencial del 21 de mayo.

Las rencillas políticas Carlos Ruiz y Gabriel Boric. En la imagen, la controversial reunión en el Mineduc de mayo de 2016. Fuente Twitter: Maritza Tapia Fierro @Niumary

La cita fue criticada por la Confech y también por Boric, quien estratégicamente había asumido una postura distante de Bachelet, a diferencia de sus pares de la llamada bancada estudiantil: Camila Vallejo y Karol Cariola (ambas PC que eran parte del oficialismo) y Giorgio Jackson (RD, que propiciaba la tesis de la “colaboración crítica” y participaba en cargos de segunda línea de la administración bacheletista, por ejemplo, Miguel Crispi era asesor en el Mineduc).

Algunos dirigentes mencionan que la reunión en sí no fue lo que molestó a Boric, quien como parlamentario tuvo un diálogo constante con los ministros de Educación de Bachelet. El problema es que la cita se realizó a espaldas del legislador y del propio movimiento.

La ruptura entre la facción que integraba Boric y el grupo de Ruiz (Fuerza Autonomista, que había ganado las elecciones internas de la Izquierda Autónoma en marzo de 2016) ya era indisimulable.

El 29 de mayo de ese año, en una entrevista a El Mercurio, Andrés Fielbaum, vocero de Izquierda Autónoma, anunció el quiebre con el sector de Boric, quien luego de esta suerte de expulsión notificada por la prensa formaría el llamado Movimiento Autonomista, colectivo con el que meses después, en enero de 2017, fundaría el Frente Amplio.

El apoyo que brindó Boric a Sharp para postular a la alcaldía de Valparaíso fue otra muestra más de que definitivamente no creían en los postulados de Ruiz, quien sostenía que el “autonomismo” y las fuerzas del Frente Amplio debían seguir madurando en los espacios universitarios antes de entrar a las ligas mayores de la política como el Congreso, los municipios o el mismo gobierno.

No obstante, el actual Presidente de la República creía en una tesis contraria: “El objetivo es constituir un movimiento político que dispute en todos los espacios. Esto no se trata de elecciones más o elecciones menos, como a veces se quiere caricaturizar”, planteaba en 2016 Boric, cuya carrera parlamentaria y las incursiones electorales de sus aliados eran un claro desafío a Ruiz.

“Le tengo afecto a Boric, pero está muy mal asesorado”, replicaría el sociólogo, en una entrevista a La Tercera en ese mismo tiempo.

Ruiz siempre se sintió una suerte de “ideólogo” del Frente Amplio. Esa versión ahora es rebatida por los actuales dirigentes del conglomerado, pues señalan que el frenteamplismo nació en 2017 a pesar de la oposición del académico. Incluso, mencionan un detalle: el Movimiento Autonomista liderado por Boric también vetó en un principio el ingreso al Frente Amplio de los seguidores de Ruiz, quienes se quedaron con la marca Izquierda Autónoma.

El actual Presidente y el exdirector de Nodo XXI (quien hoy enfrenta un caso judicial por maltrato a su pareja) se conocieron en 2010.

Según relató Ruiz, en una entrevista a la Revista El Sábado de El Mercurio, después de la disolución de la SurDa, no tuvo un rol central en “la formación de la Izquierda Autónoma (2008)... pero sí es cierto que ellos se inspiran en la SurDa y desde ahí empiezan a desarrollarse. Yo en esa época era académico y cuando me pedían cosas como charlas o que participara en debates, iba”.

En esa entrevista, comentó en 2010, “(Boric) me quería conocer porque yo era como una figura para ellos, entonces me pidieron que intercediera para que (Boric) fuera candidato y lo hice. Ahí me explicó que tenía problemas de índole personal y que en ese momento no podía presentarse a una candidatura, pero que al año siguiente (2011) sí lo haría”.

Al igual que otros académicos como Fernando Atria, que incidían en el pensamiento crítico de sus alumnos, Ruiz se convirtió en una guía intelectual para aquellos jóvenes dirigentes estudiantiles que estaban creando un nuevo referente político.

El sociólogo no sólo era crítico de la Concertación, también lo era de los partidos tradicionales de izquierda, especialmente el PC. Esa idea fue la base del Frente Amplio. De hecho, en los años de existencia de la SurDa, siempre le levantaron competencia a los comunistas.

Las rencillas políticas que dejaron a Carlos Ruiz y a Gabriel Boric en rutas separadas.

Así llegó Boric a la presidencia de la FECH en 2011, comicios en los que se impuso a Camila Vallejo, quien iba a su reelección.

Sin embargo, a poco andar, la relación entre Boric y Ruiz entró en conflicto. El sociólogo siempre intentó influir en algunos dirigentes cercanos dentro de Izquierda Autónoma e imponer teorías políticas, que el magallánico nunca siguió.

Si bien la cita en el Mineduc fue el episodio que cristalizó el quiebre, un testigo de la época menciona que ya desde el 2014 y 2015 la relación era insostenible. En ese tiempo, Ruiz intentó crear un partido, de integración selecta, orientado exclusivamente al tema educacional, pero el grupo de Boric lo desechó.

Luego vino su candidatura a diputados por Magallanes que se convirtió a mediados de 2015, en una suerte de declaración de independencia respecto de la influencia de Ruiz en Izquierda Autónoma.

Desde el Congreso, Boric comenzó a articular una relación con Jackson, lo que siempre fue resistido por la facción de Ruiz que desconfiaba de RD.

El sociólogo, además, desde la formación del Frente Amplio en enero de 2017 siempre cuestionó al conglomerado, discurso crítico que extendió a los primeros años de la actual administración gubernamental.

La detención Ruiz, luego de que su pareja, una mujer de 40 años, denunciara haber sido agredida por él, profundizó aún más la distancia entre el académico y el actual Mandatario. A nombre del gobierno, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, condenó el hecho. “Hemos contactado a la víctima, nos hemos puesto a disposición para representar judicialmente”, dijo.

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