El año de la bolsa

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Con un alza del 34%, el Ipsa cierra su mejor año desde 2010, apoyado en la recuperación en el precio de las materias primas, mayores flujos a los mercados emergentes y el cambio en el ciclo político. Y las expectativas para 2018 son positivas.




La Bolsa chilena cierra su mejor año de la década con una rentabilidad del índice de las acciones favoritas de 34%, superando por lejos las expectativas que se tenían a principios de 2017, para la alegría de los inversionistas.

Según especialistas, claramente no ha sido un rally impulsado por la actividad económica, que se mantiene debilitada en medio de un freno de las inversiones.

Adrián Neuhauser, managing director y head de Banca de Inversión de Credit Suisse, indica que el alza del mercado se explica, "primero, por las expectativas o transacciones concretas de M&A; segundo, un cambio de expectativas impulsado por los resultados de las elecciones y la subida del precio del cobre (como Salfacorp, que fue el título más rentable), y tercero, una visión más positiva en general de mercados emergentes, que ha resultado en ingresos de capital al mercado chileno".

De esta manera, sostiene que las mejores acciones han sido aquellas que se han beneficiado de situaciones de fusiones y adquisiciones puntuales, como SQM y Banmédica, o que venían transándose a múltiplos baratos al cierre del 2016, como Ripley y Salfacorp.

Este año las aperturas estuvieron presentes. Partió con SMU, que recaudó US$ 200 millones, y siguió en agosto con la de Empresas Tricot, que ascendió a US$ 141 millones.

Auge en emergentes

Aunque estuvieron detrás de fuertes episodios de volatilidad en la última parte del año, con un desplome después de la primera vuelta y un repunte tras la segunda vuelta, las elecciones presidenciales fueron uno de los factores que explican el espectacular rendimiento en el precio de las acciones en 2017, pero no el único.

"En general, yo diría que ha sido un fenómeno bien generalizado en los mercados emergentes, por lo tanto, el peso que le asignamos al más de 30% que ha tenido de rentabilidad la Bolsa, del tema político no es tanto. Sí la volatilidad, obviamente, pero en general lo que estamos viendo es que durante todo el año ha habido mucho flujo de inversionistas globales prefiriendo mercados emergentes", dice Pamela Auszenker, subgerenta de Renta Variable y Estrategia de Bci Corredor de Bolsa.

De acuerdo con la especialista, dentro de los mercados emergentes, Latinoamérica ha tenido una preferencia bastante marcada, con un ingreso de fondos globales de casi US$ 15.000 millones en el año, de los que a Chile llegaron casi US$ 1.000 millones. "Parte importante de la rentabilidad que estamos viendo en Chile y que se expande a Argentina, Brasil y otras bolsas en la región tiene que ver con este fenómeno de buscar retornos en mercados emergentes que venían castigados", indica.

El Ipsa terminó el año en torno a los 5.500 puntos, bastante por encima de una expectativa inicial de 4.660 puntos, dice Heinrich Lessau, head of Research de Credicorp Capital. "El principal factor sorpresa fue el impulso que tuvieron los sectores exportadores de commodities que se beneficiaron de precios mayores a los esperados y la consolidación de un escenario político más pro mercado para el 2018, que se fue incubando en las expectativas de los inversionistas a lo largo del año", señala.

Nicolás Schild, responsable de Equity Research de Banco Santander, coincide en que la recuperación de los precios de las materias primas y un flujo positivo de inversiones hacia los mercados emergentes constituyen hitos de la Bolsa chilena en 2017, junto con las primeras señales de recuperación de utilidades de las compañías -principalmente de commodities- y las expectativas de un cambio en el ciclo político.

"Según nuestros cálculos acerca del desempeño del Ipsa, primero, un 30% es explicado por una recuperación en las utilidades de las compañías chilenas, donde es importante recalcar que esto es por acercarnos a años con mejores expectativas de utilidades (2018 y 2019), dado que en los últimos trimestres las sorpresas se han mantenido a la baja", dice Schild.

En segundo término, agrega, "el 70% restante es por una menor aversión al riesgo. Si bien las expectativas de cambio político de Chile son relevantes, una parte importante de esto es por una visión más positiva de los inversionistas hacia los mercados emergentes. De hecho, al hacer un modelo simple del Ipsa en relación a variables externas (con S&P, Bovespa, cobre y tasas de interés en el extranjero) se puede ver que gran parte del rally en el año es explicado por factores externos".

Expectativas positivas

Auszenker dice que si uno ve los fundamentales hoy día, la Bolsa local está transando con más premio, a múltiplos precio-utilidad de 24 veces, que es bastante por sobre sus promedios históricos, que están más cercanos a 19,5 veces. Pero las expectativas siguen favorables.

"Nuestra impresión puntual es que hay espacio para seguir subiendo, pero acotado a ver crecimientos de utilidades. De hecho, nosotros pusimos en octubre un target u objetivo para el Ipsa este año de 5.600, y estamos en 5.500, por lo tanto, vamos a estar bastante cerca de estos niveles y para el 2018 estamos pensando en una Bolsa local llegando a los 5.900 puntos, con altas probabilidades de que el primer trimestre superemos los 6.000 o 6.200 puntos", explica la analista.

De todos modos, añade que creen que sí los inversionistas van a estar "más cautos, obviamente después de un retorno de 30% en un año, y van a esperar también el delivery de las empresas, es decir, van a esperar que las empresas empiecen a mostrar crecimientos importantes en utilidades".

Más optimista, Lessau, de Credicorp Capital, estima que el Ipsa podría cerrar el 2018 que ya se inicia en torno a niveles de 6.400 puntos.

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