Se lanza libro sobre Fernando Krahn: "Es un reconocimiento que él creía merecer"

Los mundos de Krahn, escrito por Andrés Borlone y que narra la vida y obra del fallecido ilustrador chileno, será presentado hoy por su hija Fernanda.




Fernando Krahn no era un tipo religioso, pero creía que el azar jugaba un rol importante en la vida y devenir de las personas. Su propia existencia fue una suma de circunstancias inesperadas que aprovechó con creatividad y humor y que hoy pueblan un anecdotario extenso y sorprendente.

Parte de esas historias son retratadas en el libro Los mundos de Krahn, la primera investigación que se publica en el país sobre la vida y obra del gran ilustrador chileno fallecido el 2010 y que hoy Ediciones LOM lanza en el Museo de Bellas Artes (19.00 hrs.). "El creía en la vida como un encadenamiento de hechos coincidentes que dan un paisaje increíble en que todo calza", resume su hija Fernanda, también dibujante, quien será (junto a Alberto Montt y Jorge Montealegre) una de las presentadoras del libro realizado por el historiador Andrés Borlone y que contiene 250 ilustraciones, muchas de ellas inéditas.

Conocida es la anécdota con que el dibujante decidió su destino: Estando en Río de Janeiro en una muestra de artistas chilenos, le presentó sus dibujos a un editor, quien le ofreció un monto que Krahn rechazó. "Por qué no se va al Esquire, entonces", le dijo, y Krahn -sin importale la burla-, lo encontró una gran idea. Al poco tiempo viajó a EEUU y le presentó su obra al editor de la citada revista y en un par de meses le habían dedicado tres páginas.

LIBRO Y DEUDA

La aparición de la publicación, ganadora de un Fondart, viene a pagar la deuda que el país tiene con Krahn, el más grande ilustrador chileno con cerca de 60 libros publicados y cuyos dibujos adornaron diarios y revistas de EEUU, España, Suiza, Alemania, Chile y otros países. Recibió la Beca Guggenheim y los homenajes a su obra se pierden al contarlos. Pero curiosamente Fernando Krahn no tenía en Chile un libro que resumiera su vida y trabajo.

"Cuando nos acercamos a hablar con Fernando de este proyecto, él había recibido ofertas de hacer libros que no habían prosperado, pero el hecho de que la nuestra buscara un patrocinio estatal a través de un Fondart, lo vio como un reconocimiento público que creía merecer", cuenta Borlone. Principalmente, a Krahn le interesaba que parte del tiraje fuera distribuido gratuitamente en colegios y bibliotecas públicas, como va a ser el destino de la primera edición del libro.

"El no se quejaba del tema, porque su forma no era lamentarse por nada", agrega Fernanda. "Tal vez era una pequeña espinita pero no mencionaba el tema con dolor sino que sólo asumía las circunstancias. Fernando aplaudía iniciativas que tuvieran que ver con la promoción de su obra en Chile, sí es que le llegaban, porque él no iba a golpear ninguna puerta", cuenta.

Los mundos de Krahn revela episodios desconocidos de su vida, como su visión de mundo a los siete años, el efervescente ambiente cultural que rodeó a su familia, así como sus primeros dibujos en que ya se advertía la observación reflexiva y de toques surrealistas que marcaría su obra. La investigación de Borlone establece sus grandes hitos como las primeras publicaciones en Chile, su exitoso aterrizaje en Nueva York con ilustraciones en revistas como New Yorker y Atlantic Monthly, la creación de los famosos Dramagramas y su instalación definitiva en España luego del Golpe Miltar.

- ¿Cuáles son los grandes hitos que marcan su trabajo?

Fernanda Krahn: "Si se puede resumir, su trabajo se define por la obra infantil, que hizo sólo, con mi madre María de la Luz Uribe o para otros autores; los Dramagramas que comenzaron en los años 60 en la revista Ercilla y que retomó a principios de los 80 en España en el diario La Vanguardia; su bestiario personal que estaba inspirado un poco por toda la situación que vivió Chile a raíz del Golpe, y que son dibujos con rostros de animales no identificables pero que no obstante tienen cuerpo humano y una ambientacion indefinida.

Luego está la faceta de dibujante de temas de opinión, de ilustrador periodístico, y tambien por muchos años de ilustrador científico. Está la serie de Craneologías (Cranologie), que es una serie de dibujos de cráneos humanos que abarca unas mil piezas y que se publicaron en Alemania y Suiza.

Andrés Borlone: "Cuando hablaba de su infancia aparecían los bichos. A lo largo de toda su vida Fernando dibujó insectos. Me acuerdo de Bichografías, el último libro que publicó con Seix Barral (2009), que fue el puntapié para hacer historias kafkianas y transformar a estos bichos de infancia y hacerlos personajes.

- ¿Cuánto material de Fernando aún permanece inédito?

FK: Aparecieron diarios y libretas que yo no conocía, libretitas con comentarios muy graciosos, y da una alegría muy grande al ir descubriendo pedacitos de su alma. Creo que empezó muy chico a dibujar, tenía un ambiente muy propicio al dibujo -mi abuelo Otto Krahn era caricaturista aficionado- y mi bisabuelo también fue caricaturista.

AB: Al hacer la investigación aparecieron cajas y cajas de dibujos. Hay para hacer muchísimas muestras pero hay que sistematizarlas.

FK: Además, la editorial está interesada también en publicar el DVD de los cuentos animados narrados con su propia voz, que son una maravilla.

- El estaba muy entusiasmado con este libro

FK: A mi padre le gustaba mucho que haya sido Andrés el que hiciera la publicación, ya que era parte de esta nueva generación en que quería darse a conocer. Además, quería venir a Chile a presentar el libro. Me decía: vamos juntos a presentarlo, porque tú te vienes también.

-Sus últimos días fueron en productividad total

FK: Una semana antes de morir estaba diseñando unos broches para ponerlos en pen drives, estaba todo el tiempo con una creación que le salía a borbotones.
Su muerte fue muy de golpe, pero con las botas puestas, con los ordenadores encendidos después de un almuerzo en que nos estaba contando una anécdota más de su vida, en que terminamos riendonos a carcajadas con mi hermano. Almorzamos, salió está historia y luego murió. Pero toda su vida se corresponde bastante a su forma de fabular a través del dibujo. O sea, su propia vida fue un dramagrama.

AB: La última vez que lo vi fue dos días antes de su muerte. Fue curioso porque toda su vida se declaró agnóstico pero ese día nos dijo: mira, anoche soñé con mi amigo Godofredo Stutzin (famoso ambientalista chileno), y me desperté con cierta intranquilidad. En la mañana abro el mail y tengo un mensaje de su hijo que me dice que acaba de morir. Qué diablos, ¿habrá algo?, fue su comentario.

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