Reseña | Sony XV-900: un parlante excesivamente poderoso (y caro) pero entretenido

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La compañía japonesa presenta la última novedad de su serie X: un altavoz de grandes dimensiones y enorme potencia, ideal para hacer rabiar a vecinos y encender la fiesta en espacios amplios, con interesante sonido y variada conectividad. ¿El problema? Su alto precio.




Fue necesaria la ayuda de un carro de carga —también conocido como “yegua”— para trasladar la pesada caja hasta el departamento. ¿Qué venía dentro? La más reciente novedad de Sony en lo que respecta a sus grandes parlantes inalámbricos: el XV900. Dado el tamaño del empaque, impresiona de entrada.

Y fuera de la caja la impresión también se mantiene: una torre negra, semicilíndrica, de casi un metro de altura y algo más de 40 centímetros de ancho y profundidad. Si es por buscar similitudes, se parece mucho a las cajas activas. Ahora, muy lejos de la forma y dimensiones de una lavadora compacta tampoco está.

Se trata de un parlante robusto y algo tosco, de apariencia ochentera, más cercana a una estética Terminator que al mundo de inteligencia artificial en el que parecemos hundirnos. A excepción, eso sí, de su panel de control, ubicado en la superficie del dispositivo, de tipo digital y sistema touch.

“La vida es para vivirla a todo volumen”, reza la presentación del producto que, además anuncia entre sus características ser el de “mayor presión sonora de la gama de parlantes inalámbricos” de Sony. Sin embargo, no hay mayores detalles sobre los decibeles del nivel de presión sonora (dBSPL) que alcanza el dispositivo. Mis capacidades de deducción, al verlo y encenderlo, me indican que no solo estamos ante un altavoz de gran envergadura y sonido superpoderoso, pensado para armar fiestas multitudinarias, sino que además es un potencial generador de contenido en SoSafe y motivo de llamados al call center de seguridad ciudadana.

Y las primeras pruebas lo refrendan: conectado al computador y con este a menos de la mitad de su volumen, la potencia ya se deja sentir. Aunque aún no es suficiente para darles la razón a los vecinos que reclaman por cualquier cosa, los niveles son altos. Y los bajos, que están con la función MegaBass activada, ya hacen vibrar la mesa de madera del comedor.

Pero la capacidad de brindar entretención de este parlante no pasa solamente por su potencia, sino que también por la cantidad de funciones disponibles: desde entradas para conectar micrófono y guitarra, y así levantar un producido karaoke, hasta un TV Sound Booster que sirve para realzar el audio de películas y series, entre otras opciones que revisaremos a continuación.

Especificaciones

  • Tipo de parlante: 4 vías, bass, reflex
  • Dimensiones: 41,2 cm de ancho, 88,2 cm de alto y 44,1 cm de profundidad.
  • Peso: 26,6 kg.
  • Tamaño del parlante: Tweeter frontal (aprox. 50 mm de diámetro), tweeter lateral (aprox. 40 mm de diámetro), tweeter trasero (aprox. 40 mm de diámetro), frecuencia media (aprox. 120 mm de diámetro), woofer (aprox. 320 mm x 320 mm).
  • Modos de sonido: Clear Audio, Live Sound, Mega Bass, TV Sound Booster.
  • Optimización DSEE (Digital Sound Enhancement Engine):
  • Ecualización personalizada: 3 bandas.
  • Entradas: Jack 3,5 mm / USB-A / Entrada digital óptica / 2 entradas de micrófono/guitarra (6,3 mm)
  • Bluetooth: Versión 5.2
  • Alcance de comunicación máximo: 30 metros, aprox.
  • Perfiles compatibles: A2DP, AVRCP, SPP
  • Códecs compatibles: SBC, AAC, LDAC.
  • Alcance de transmisión de frecuencia: 20 Hz - 20.000 Hz (muestreo de 44,1 kHz).
  • Rango de frecuencia: 2,4 GHz
  • Duración de batería: 25 horas.
  • Puerto de alimentación USB para smartphones: USB A (5 V, 1,5 A)
  • Consumo de energía: 100 W, aprox.
  • Consumo de energía en modo de espera: 1 W, aprox

Conectividad sencilla y varios puertos de entrada

Son varias las opciones de conectarse al XV900. Probablemente, la principal sea a través del emparejamiento vía Bluetooth, que no cuesta más que tres pasos: súper sencillo. Es importante destacar, además, que la versión de esta tecnología inalámbrica es la 5.2, la mejor en lo que se refiere a transmisión de datos de audio y que, entre otras cosas, permite la conexión a dos equipos en simultáneo. Es decir, puedes conectar el altavoz a tu computador y, también, al smartphone, sin necesidad de desenlazar uno para emparejar el otro.

El panel de control del XV900 es digital y con sistema touch.

Asimismo, a través de Bluetooth puedes conectar este parlante con otros modelos de la serie X de Sony, y sincronizarlos a través de la modalidad Fiesta disponible en la aplicación Music Center (disponible gratis en Google Play y App Store). Así, podrías tener múltiples fuentes de amplificación de la música en un radio aproximado de 30 metros.

Otras opciones de conexión son a través de la clásica entrada jack 3,5 mm —para conectar equipos análogos—, una entrada USB —para reproducir música desde un pendrive, por ejemplo—; dos entradas plug de 6.3 mm —por donde puedes conectar micrófonos o una guitarra eléctrica—, además de una entrada óptica, para darle salida de audio en alta calidad a tu televisor.

Y ante tantas opciones, la usabilidad del dispositivo es un tema a atender. La experiencia, en ese sentido, fue bastante positiva: el altavoz cuenta con botones (touch) y puertos bien indicados, y la guía rápida de uso presta una ayuda más que suficiente.

Esas son todas las entradas —más que suficientes— que tiene el Sony SRS-XV900 en su parte trasera.

Sonido de alta calidad

El XV900 tiene compatibilidad con LDAC, un códec patentado por Sony que permite la transmisión de audio de alta resolución: el rango va desde los 990 kbps a 24 bits/96 kHz. En la práctica, esta prestación sólo es útil cuando se reproducen archivos que estén en alta calidad o si se utilizan servicios de streaming con esta capacidad, como es el caso de Tidal, Apple Music, Amazon Music, Deezer o Bandcamp. Lamentablemente, eso no pasa con Spotify ni YouTube.

Más vale contar con alguna de estas aplicaciones si realmente se le quiere sacar provecho a este parlante que, además, cuenta con sonido multidireccional gracias a seis tweeters que se distribuyen en pares por el frente, a los costados y por la cara superior del dispositivo. Esta multidireccionalidad se hace notar a medida que el volumen aumenta. De ese factor, como también del espacio en el que se utilice el altavoz, depende si llega a conseguir una mayor o menor sensación de sonido envolvente.

Más efectivo que la multidireccionalidad que pretende Sony es el balance de frecuencias graves, medias y agudas. Eso se logra, justamente, por la cantidad de tweeters y controladores estéreo específicos que tiene, los que trabajan medios y agudos de manera independiente a los bajos, permitiendo a su vez mayor nitidez en las voces.

Por supuesto, el fuerte de este tipo de parlantes está en la fuerza de sus frecuencias graves. En este punto Sony propone algo interesante: su woofer X-Balanced, un diafragma de gran tamaño (320 mm x 320 mm) que, en vez de mantener la forma circular que estos tradicionalmente poseen, es semi rectangular. Esto le permite al altavoz moldear las frecuencias graves en un campo más amplio del convencional. ¿El resultado? Bajos súper profundos y nítidos, aún cuando no está activada la función MegaBass.

Tiene el tamaño de un niño de 3 años y pesa bastante más que eso.

Cuando esta función se activa, se resaltan las frecuencias graves y los bajos se engrosan notablemente, lo que significa mucha coloración al audio original. Es una modalidad que, probablemente, será más apreciada por quienes gustan de la música urbana, el hiphop, el pop más actual o la electrónica de corte más duro. En el XV900, sin duda, encontrarán un aliado en lo que se refiere a la demanda de bajos retumbantes, capaces de hacer vibrar vidrios, muebles y decorados de cerámica de la casa de sus padres.

De igual manera, gracias a la ya comentada cantidad de tweeters específicos, se puede disfrutar de otros géneros cargados a frecuencias agudas y medias, como la música ambient, la incidental o el jazz, entre otros.

Y si se quiere, desde la aplicación Music Center se puede personalizar la ecualización en un límite de tres bandas —bajos, medios y agudos— o disponer de alguna de las “EQ” predeterminadas, como Live Sound, la mencionada MegaBass y también Clear Audio+. Esta última se encarga de analizar las características de cada pista que se reproduce y automatiza el campo sonoro, con el fin de entregar mejorar la experiencia. Esto significa que se ajusta a cada canción.

Algo similar se produce en la función DSEE (Digital Sound Enhancement Engine), que también se puede activar o desactivar a través de la app. A través de esta tecnología, Sony promete mejorar la calidad de audio de las pistas que identifica demasiado comprimidas, como lo sería un mp3 o una canción que suena por Spotify.

La función DSEE lleva unos años incorporada en los sistemas de audio de Sony. En un comienzo con resultados muy decepcionantes —lo vimos en el RA5000—, pero actualmente aparece bastante mejorada. Y si bien no puede hacer milagros, optimiza suficiente la experiencia, sobre todo para los oídos menos entrenados. En ese sentido, es casi una obligación aclarar que este no es un equipo HiFi, pero sí de alta resolución.

Diversión portátil (aunque no tanto)

Basta ver las imágenes promocionales de este modelo para entender que su público objetivo está entre los jóvenes y, por qué no, quienes aún mantienen un espíritu juvenil. Las multicolores luces LED que despide el parlante al ritmo de la música son otra prueba de ello. Y aunque no alcanzan por sí solos a iluminar un living a oscuras, sí pueden imitar el ambiente festivo de un pub o local nocturno.

Afortunadamente, para quienes no comulgan con ese tipo de ambientación existe la opción de desactivar las luces. Lo que, además, significa un menor gasto energético y mayor duración de la batería.

El XV900 destaca por sus dimensiones, sus 6 tweeters (2 frontales, 2 laterales, 2 traseros) y 2 woofers. Además de un sistema de luces LED que se dispara al ritmo de la música.

Como sea, la invitación de Sony es a reunirse en torno a la entretención que puede brindar este parlante, ya sea en la reproducción de música, en las funciones para realzar el sonido de la televisión (TV Sound Booster) o en aquellas que abren las posibilidades de desahogarse en un karaoke o tocando instrumentos, como la guitarra eléctrica y el teclado.

“Un gran sonido en todos lados”, dice la presentación del XV900. Y si bien el dispositivo cuenta con asas y ruedas para moverlo, no dejan de ser 26 kilos de peso que trasladar. Si es cosa de mover un par de metros, por ejemplo, del living a un patio, no hay problema. Pero si se quiere tener un parlante “portátil” para trasladarlo donde uno vaya, la cosa se vuelve harto más compleja. Para eso mejor inclinarse por el SRS-XG300, también de Sony, bastante más transportable y con un sonido igualmente aceptable.

La otra cara de esa moneda es que se trata de una construcción bastante sólida, que proyecta durabilidad aunque al mismo tiempo está construida en buena medida a base de plástico reciclado, particularmente en los paneles frontal y trasero, así como en las piezas internas del parlante.

Batería superior

Uno de los puntos altos de este dispositivo es la autonomía que ofrece su batería: nada menos que un máximo de 25 horas —las que se pueden alcanzar si no se tienen activadas las luces ni la función de Mega Bass, además de otras variables como la temperatura ambiental. También cuenta con opción de carga rápida, que brinda 3 horas extra de fiesta con solo 10 minutos de enchufarla a la corriente. Esto, por supuesto, favorece el ahorro energético.

En sus más recientes productos, incluido este, Sony aplica la política “Battery Care” (“Cuidado de la batería”), con la que busca evitar el deterioro de la vida útil de las baterías, impidiendo que éstas se sobrecarguen. Punto a favor de la durabilidad y la sustentabilidad. Al menos desde la teoría.

Veredicto Práctico

El XV900 genera sentimientos encontrados. Es indudable que la tecnología aplicada en el producto es alta, y desde el punto de vista evolutivo, al comparar con otros parlantes de la marca, se puede apreciar que el desarrollo ha sido sumamente positivo: el altavoz tiene, efectivamente, un sonido de alta calidad.

Sin embargo, desde mi punto de vista, este tipo de parlantes presentan un problema irreparable por su propia esencia: a pesar de sus intentos de generar un sonido envolvente, agregando controladores desde sus diversas caras, focalizan la emisión del sonido en un solo cuerpo —y no en dos, como se da al contar con un sonido estéreo proveído de un parlante a la izquierda y otro a la derecha. En el caso del XV900, es necesario encontrar una posición estratégica para que el audio se expanda de manera apropiada por la sala. Por ejemplo, nunca pegarlo a una pared y menos a una esquina, aunque tampoco sirve mucho dejarlo al centro.

Un parlante de las dimensiones del XV900 necesita, a su vez, un lugar de amplitud para demostrar todo su potencial: pienso en una casa de campo, un galpón u otro lugar con suficiente capacidad de aislamiento acústico para no generar problemas con el entorno. Otro escenario, en el que sus cualidades pueden ser bien aprovechadas, son las fiestas. No hablo simplemente de cumpleaños caseros, sino de eventos de mayor producción, en los que se suelen ocupar cajas activas de alta potencia. Es decir, podría ser útil para quien suele cumplir el rol de productor.

De otra forma, el parlante parece un exceso. Y lo que suele ocurrir con los excesos es que son entretenidos, pero después “pasan boleta”. En este caso, una que se acerca a los 600 mil pesos. La pregunta es: ¿estás dispuesta o dispuesto a pagarlos?

Nota: ⭐⭐⭐⭐★


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 5 de abril de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

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