Política nacional del litio: SQM dispuesta a conversar, pero acción cae casi un 15%

La minera no metálica perdió US$3.000 millones en capitalización bursátil en la jornada, mientras que la acción de Albemarle, que también extrae litio desde el salar de Atacama, cayó 10% en EE.UU. Sin embargo, varios analistas consultados no ven con malos ojos los anuncios del gobierno, pues apuntan a que se podrían eliminar algunas incertidumbres para SQM.


El nerviosismo y la incertidumbre se tomaron las transacciones de las acciones de SQM en la Bolsa de Santiago. El papel de la compañía se desplomó luego de que el jueves se anunciara la Estrategia Nacional del Litio, la que implicará, para el caso de la minera no metálica, una negociación sobre el contrato vigente que tiene hasta 2030 para la explotación del Salar de Atacama.

Así, la acción serie B de la SQM cerró este viernes con una caída de 14,69%, la quinta mayor baja diaria en la historia de la firma, hasta los $52.979, totalizando transacciones por $120.785 millones, cifra equivalente a prácticamente un día promedio de operaciones en el conjunto de acciones listadas en la plaza. A pesar de la fuerte baja, el papel moderó las pérdidas en la última hora, luego de que pasadas las 14.00 horas llegara a ceder más de 21%. Sin embargo, al perder el precio los $49.000, se desataron las órdenes de compra.

Por su parte, la serie A bajó 16,09%, pero con sólo $723 millones transados.

Entre ambas series, SQM perdió US$3.010 millones de capitalización bursátil, cerrando esta en US$20.397 millones.

La política nacional del litio en cuestión, implica cinco ejes: una Empresa Nacional del Litio, cuyo proyecto de ley que la crea será enviado el segundo semestre; un esfuerzo de exploración, explotación y agregación de valor con la colaboración privada; el avance a nuevas tecnologías de extracción de litio que minimicen su impacto en los salares; la participación de las comunidades aledañas a las faenas, y la generación de productos con valor agregado.

Pero junto con eso, se impulsará una renegociación de los pactos actuales en el mayor yacimiento chileno: el salar de Atacama, el único lugar donde se extrae litio hoy día y que representa el 30% de la producción mundial del recurso. Aquí producen SQM y la compañía estadounidense Albermarle.

Al respecto, a través de una declaración enviada al mediodía de este viernes, SQM sostuvo que “contribuyendo a este camino que perfila a nuestro país como un líder en materia de desarrollo sostenible y tecnologías para mejorar la calidad de vida de las personas, junto a dar un decidido empuje para combatir el cambio climático mundial, como SQM esperamos ser parte de este diálogo y conversación que ahora se inicia”.

Además, indicó que espera que el anuncio apunte a la expansión productiva en el país.

Por su parte, desde Albemarle señalaron que “seguiremos colaborando con el gobierno de Chile en relación con la propuesta de estrategia nacional sobre el litio. Compartimos muchos intereses, entre ellos la mejor manera de hacer crecer el mercado del litio y desplegar nuevas tecnologías sostenibles”.

Además, enfatizaron que “nuestro contrato actual con el Estado chileno es válido hasta 2043. No esperamos ningún impacto material, ya que el gobierno chileno ha dejado claro que respetará plenamente los contratos existentes”.

De hecho, esa sería una de las razones del porqué sus acciones sólo cayeron 10% en Estados Unidos.

En esa misma línea, en la mañana de este viernes en entrevista con radio Duna, José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, reconoció que en el caso de la empresa norteamericana la renegociación “no les va a afectar directamente, porque su contrato vence en 2043″.

Un futuro no tan negro

En 2022, las ganancias de SQM se dispararon 500%, hasta los US$3.906,3 millones, donde justamente los ingresos por litio fueron protagonistas al totalizar US$8.152,9 millones, con un aumento en 12 meses de 770,9%.

El peso del negocio del litio en el balance de la minera no metálica es clave, por lo que la renegociación del contrato con Corfo es esencial. En ese sentido y pese a lo ocurrido con el precio de su acción, para varios agentes del mercado el anuncio realizado por el Presidente Boric podría ser incluso positivo para la compañía, aun cuando el plan del gobierno implica que, de llegar a acuerdo con SQM, sea un vehículo con control mayoritario (50,1%) estatal el que tendrá los derechos de explotación. Señalan que, con todo, para SQM se podrían despejar una serie de dudas (como el royalty), y además extender su operación sobre el salar de Atacama más allá de 2030.

José Ignacio Pérez, analista de BCI Corredora de Bolsa, sostiene que tras el anuncio del gobierno “se despeja favorablemente uno de los principales riesgos que enfrentaba la compañía, lo que debería destrabar un mayor optimismo para el futuro de la empresa en cuanto a sus operaciones de litio, abriendo nuevas ventanas de generación de valor en la operación conjunta con una nueva Empresa Nacional del Litio”. Y, de hecho, considera que los “fundamentos se mantienen sólidos”, por lo que reiteran “una recomendación de sobreponderar”.

Por su parte, Felipe Herrera, PM de Equities de Credicorp Capital AM, señala que para SQM los efectos a primera vista “son bien difíciles de determinar, pues no tenemos datos de participación del Estado, repartición de riesgos y/o nuevos royalties”, aunque “sí tenemos algunas certezas: los privados van a seguir participando, y hoy es difícil encontrar una empresa privada mejor capacitada, con más expertise e historia para formar parte de este proceso que SQM; las exigencias ambientales que determinarán los lineamientos de la futura explotación del litio incorporan procesos productivos en los que la compañía se encuentra trabajando hace tiempo”.

A su vez, Aldo Morales, subgerente de estudios de renta variable local de BICE Inversiones, plantea que si bien “esperamos una reacción negativa para SQM en el corto plazo, aún falta información para evaluar los efectos reales del anuncio, considerando que en algunos escenarios incluso podría tener implicancias positivas (ejemplo, si la negociación le permite rebajar el 40% de royalty que se paga actualmente, etc.)”.

Eso sí, en su informe Visión de Mercados, Santander escribió que “aún es necesario conocer cuáles serán las condiciones que ofrezca el Estado para los contratos con privados, lo que será clave a la hora de entender el efecto sobre la inversión o futuros problemas que puedan surgir”, pues “una excesiva subdivisión de los proyectos o encadenamientos en la producción, podrían llevar a una atomización en la oferta privada, generando una inversión subóptima”.

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