Exministro Golborne considera inteligente abrir negociación con SQM por litio: “Políticamente, antes de este anuncio, era bastante más difícil”

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El también exdirector de la compañía entre 2018 y 2022 valoró que se avance en asociaciones público privadas, pero instó a resolver luego la situación de explotación en el Salar de Atacama, dado los tiempos que le tomaría a un nuevo actor desarrollar y aprobar un proyecto desde cero.


Un análisis crítico en términos generales, pero que reconoció como “muy inteligente” la decisión de iniciar las negociaciones con SQM con miras a aumentar la capacidad productiva del salar de Atacama. Así se resume la visión que entregó Laurence Golborne, exministro de Minería durante el primer gobierno de Sebastián Piñera y exdirector de la compañía minera no metálica entre 2018 y 2022, sobre la estrategia nacional del litio que anunció el Ejecutivo el pasado 21 de abril.

En el marco de un panel de conversación organizado por la Fundación para el Progreso (FPP), Golborne afirmó que, a su juicio, la política gubernamental “no es tan relevante como lo planteó nuestro Presidente; la política es una declaración de intenciones de lo que al país le gustaría hacer”.

El exministro repasó una serie de discrepancias sobre las definiciones adoptadas por el gobierno de Gabriel Boric, tanto por la decisión de crear una Empresa Nacional del Litio -”yo les puedo apostar que este año no la mandan, me tinca”, dijo-, como el impulso para la elaboración de cátodos de litio con la finalidad de agregar más valor a lo largo de toda la cadena productiva -”no sé si los números dan”, agregó-. Sin embargo, también admitió como un movimiento inteligente la decisión de adelantar la negociación con SQM, dado que el vencimiento de su contrato de explotación con Corfo vence el 2030.

“Creo que fue muy inteligente lo que hicieron -algo que sea inteligente-, porque plantear una negociación con el sector privado, y en mi opinión, dejar sobre la mesa la posibilidad de una negociación con SQM, (era una) materia que políticamente, antes de este anuncio, digamos que era bastante más difícil”, afirmó Golborne.

Y ahondó en su análisis. “Si mañana Codelco, con el mandato de Corfo, llega a un acuerdo con SQM para de alguna manera continuar con la explotación, política y socialmente el tema está más o menos internalizado. El Partido Comunista está refunfuñando, que esto no le gusta, pero no hemos visto al senador Núñez, no hemos visto a don Hugo Gutiérrez, no hemos visto a una serie de personas reclamando por esta cuestión, ni que se vaya a negociar con SQM, lo que creo que es positivo para el país, porque permite una vía de solución de un problema que Chile tiene, que es qué va a pasar de aquí en adelante”, comentó.

A su juicio, de llegar a buen puerto la negociación con SQM podría permitir aumentar la producción de litio “ahora”. Esto, porque el contrato con Corfo establece una cuota global de 216 mil toneladas métricas anuales, que en 2022 llegó a 180 mil, pero ya en 2023 alcanzaría las 210 mil, nivel en el que se mantendría hasta 2030. Todo, con menos de los 1.700 litros por segundo (l/s) de salmueras que está autorizada a extraer. Actualmente la compañía afirma que usa menos de 1.500 l/s, y planea reducir hasta 822 l/s a 2030.

“En los próximos ocho años, SQM va a tener la capacidad para sacar todo el litio que está autorizado a sacar, pero las salmueras que puede extraer son más que esa cantidad de litio. Simplemente, cambiando la restricción desde 1,8 millones de toneladas a 2030, y la ponemos en 2,5 millones, SQM podría sacar 700 mil toneladas por ocho años, que si suponemos vende a US$20 mil la tonelada, son US$14.000 millones adicionales de ingresos. Es harta plata. O sea, están los incentivos para ambos actores de liberar la cuota con el mismo estudio de impacto ambiental y la misma extracción de salmuera”.

También destacó la decisión de avanzar por medio de asociaciones público privadas. “Bien. Bravo. Eso fue extraordinario porque abre una puerta a decir, oye, vamos a hacer algo. Yo creo que si vamos a lograr a hacer algo, va a ser a través de ese mecanismo”, sostuvo al respecto, pese a indicar que “no me gusta que tengan como principio que el Estado deba controlar (...), pero será parte de las negociaciones que se llevarán con el sector privado”.

En esa línea, el exministro enfatizó que una de las dificultades para que Chile aumente considerablemente la producción pasa por el tiempo que requieren los proyectos nuevos en materializarse, que demoran entre seis y siete años. Por ello, también cuestionó que la decisión de incoporar a otros salares a la producción se pueda traducir en un aumento relevante en términos productivos.

“Estas asociaciones público privadas para desarrollar otros salares van a tomar tiempo, y perdonen, esos otros salares no es que estén hoy día identificados y con una reserva de litio probada, o con proyectos específicos, salvo un par que puede haber por ahí, que están un poquito más avanzados, pero no hay ahí un potencial gigantesco de producción en el corto plazo. Yo también les puedo apostar que de aquí a cinco años no creo que tengamos ningún otro salar produciendo litio a nivel industrial relevante”, afirmó.

Golborne ahondó en su preocupación por los plazos que toman la tramitación de los permisos ambientales en proyectos como los que se requerirán para dar un salto en la producción. En ello, el exministro remarcó que el vencimiento del contrato de SQM en 2030 no es algo simple de solucionar.

“Algunos dirán que no importa: otro parte explotando ahí si es que no es SQM. Pero no es tan fácil, porque también vencen los permisos ambientales. Entonces entramos a la pregunta siguiente. Estamos en 2024 para todo efecto práctico. Son seis o siete años más. ¿Cuánto se demora una empresa en hacer un estudio de impacto ambiental nuevo? Yo he conversado con amigos que están relacionados con SQM, y les pregunté en cuánto tiempo (...) podría presentar un estudio de impacto ambiental si se pusiera a trabajar con tuti. A mí me dijeron que dos años para prepararlo, y de ahí que te lo aprueben, dos o tres años más”, manifestó.

Al respecto, planteó que de fracasar las negociaciones entre Codelco y SQM, las opciones se reducen a realizar una licitación pública internacional, o entregar las 81 mil hectáreas que Corfo tiene en arriendo a SQM a su competidora, Albemarle. " Y no sé si sería bueno para Chile que tuviésemos toda la producción del salar en una sola mano”, planteó.

Por ello, ahondó en su mayor preocupación: “Yo creo que quien venga, en desarrollar su proyecto, la tecnología, y preparar el estudio de impacto ambiental, no creo que se demore menos de cuatro años, y si asumimos que te lo aprueban en tres, ya están los siete. O sea, apurémonos mejor en asignarle esta cuestión a alguien, porque sino puede pasar el peor de los mundos, que lleguemos al 2031 y nadie pueda explotar el salar”.

Finalmente, agregó otro elemento al análisis: la relación con las comunidades indígenas presentes en los salares. “Ellos tienen ancestralmente, según plantean, ciertos derechos sobre el salar y estaban bastante enojados porque no se les consultó esta política nacional del litio Yo creo que cualquier acuerdo va a tener que considerarlos de una manera u otra, porque todos estos tiempos que yo he planteado, asumen que no hay restricciones legales de por medio. Si tapamos esto en recursos de protección, recursos de inhabilidad, recursos celestiales, estos períodos de aprobación que estoy hablando se puede demorar muchos años más”, subrayó.

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