Matrimonio igualitario, nueva Constitución y más: Microsoft Chile rompe el cascarón y avanza hacia el activismo corporativo

Matrimonio igualitario, nueva Constitución y más: Microsoft Chile rompe el cascarón y avanza hacia el activismo corporativo

Considera el debate para una nueva Carta Magna como una “instancia única” para “dar un salto” e insertarse en la lista de los países “más competitivos, más inclusivos, más desarrollados, más modernos y justos”.


El estallido social del 18 de octubre de 2019 -y también la pandemia- modelaron un cambio en la sociedad chilena, más consciente y crítica sobre una serie de aspectos de la vida cotidiana que van desde el gobierno, el desarrollo, los políticos, las instituciones y otros muchos más. Y el epítome de ese cambio probablemente haya sido la voluntad de cambiar la Constitución, una noticia en permanente desarrollo por estos días. En ese contexto de cambios, algunas empresas han empezado a entrar en la coyuntura y a expresar opinión más allá del ámbito de su negocio e independiente de la voz del gremio al que pertenecen.

Microsoft es una de ellas. La filial local del gigante del software fue una las promotoras del famoso “Sí, quiero” para apoyar el matrimonio igualitario, una campaña que contó con el respaldo de muchas compañías locales y otras multinacionales presentes en el país.

Pero no se quedan ahí. Microsoft ha entrado en lo que han denominado “activismo corporativo” con la idea de pronunciarse sobre temas de discusión trasversal en la sociedad y que ellos mismos califican como “fundamental en el mundo actual”.

Y qué tema más coyuntural que la nueva Constitución.

El fabricante de Windows, Office y la xBox considera el debate para una nueva Carta Magna como una “instancia única” para “dar un salto” e insertarse en la lista de los países “más competitivos, más inclusivos, más desarrollados, más modernos y justos”.

No obstante, Microsoft advierte que en Chile ha ido ocurriendo lo contrario toda vez que se hundió hasta su peor posición histórica en el tradicional Informe de Competitividad Global del Institute for Management Development (IMD).

Por lo mismo, la tecnológica elaboró un documento que denominó “Una constitución para nuestro futuro: Siete reflexiones sobre tecnología” con el que quieren contribuir al diálogo constituyente y a la reflexión en torno al impacto de conceptos como privacidad, inteligencia artificial, modernización del Estado, y otros.

¿Por qué están haciendo esto? “Somos una compañía con casi 30 años de historia en Chile y por eso no podemos estar ajenos a lo que sucede en nuestro país. Estamos viviendo momentos únicos, sobre los cuales sentimos que debemos pronunciarnos”, dijo a Pulso Sergio Rademacher, gerente general de Microsoft Chile.

Rademacher fue más allá y dice que con estas iniciativas esperan generar discusión en la sociedad e impulsar a compañías de todo tamaño e industria “a apoyar instancias que promuevan el respeto, la diversidad y la inclusión en un sentido amplio”.

Energía y agua

El documento “con insumos útiles y agnósticos” se adentra en materias como la sostenibilidad, el uso eficiente de la energía y el cuidado del agua, justo cuando reflotan las preocupaciones sobre el cambio climático y el calentamiento global a raíz del reciente informe de la ONU.

Azure es el negocio de la computación en la nube de la compañía, un servicio que demanda enormes flujos de energía para hacer funcionar sus data centers. En esa línea, Microsoft admitió que ellos y otras empresas del rubro tendrán que actuar con mayor rapidez que en los últimos años para utilizar más y mejor energía renovable.

“Los proveedores de servicios en la nube deben seguir invirtiendo en investigación, desarrollo e infraestructura para aprovechar los beneficios de nuevas tecnologías limpias, implementando nuevos centros de datos energéticamente eficientes y teniendo en consideración el riesgo y escasez del agua”, sostiene el documento.

También abordan el tema laboral, y cree que el Estado, en conjunto con los privados, debe propender a satisfacer las necesidades de capacitación de las personas en todas las etapas de la fuerza de trabajo: estudiantes que entran en el mundo laboral, desempleados, subempleados y empleados que necesitan ayuda para adquirir nuevas habilidades para garantizar sus posibilidades de empleo a largo plazo.

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