Columna de Tamara Otzen: Marzo y ansiedad más allá de lo normal


¿Cómo se puede definir la emoción o sensación que tenemos durante los días de inicio de clases, universidad, trabajos, etc.?

Principalmente una de las emociones que está presente durante estos días o este mes es la “ansiedad” la cual es una reacción normal del organismo, cuando se siente bajo alguna amenaza. En estos días puede presentarse de diversas formas, por ejemplo,miedo, irritabilidad, sentimientos de angustia o incluso pueden llegar a sentir que les falta el aire.

Enfrentarse a la rutina o desafíos nuevos posterior a un descanso extendido como son las vacaciones de verano para los niños, niñas y adolescentes podría llegar a traducirse como una “amenaza” y manifestarse con alguna de estas sensaciones.

Es importante dejar claro, que no todos los estudiantes presentan alguna sintomatología ansiosa.

¿Existen grupos etarios que estén más expuestos a presentar ansiedad?

En en ámbito escolar, siempre los cambios de ciclo marcan de una u otra manera el inicio y/o término de una etapa, por ejemplo, los estudiantes que ingresan a prekinder, kinder, experimentan en su mayoría el impacto de separarse de sus figuras significativas para adentrarse al mundo de la socialización y desarrollo de la autonomía.

Siguiendo esta lógica, otro cambio, se vive al ingreso de primero básico donde las reglas de ser parte de la comunidad estudiantil y del aula presentan cambios significativos en las formas de estudio basadas en una metodología más tradicional y formal, muchas veces dejando el juego, como oportunidad de aprendizaje en un segundo plano.

En séptimo año básico se preparan, muchas veces para dejar el establecimiento y comenzar nuevamente el proceso de socialización en un contexto nuevo.

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Alumnos es sala de clase. Foto: Agencia Uno.

Y en cuarto medio, los estudiantes comienzan a entender que están por cerrar un ciclo para iniciar otro, en lo laboral o académico siendo un gran “peso” , muchas veces, el rendir una buena PAES (ex PSU) por lo que en los meses de Octubre o/y Noviembre se siente la angustia y sobreexigencia que muchas veces sienten los estudiantes para ingresar a la educación superior.

¿Podría detallar más qué ansiedad es “normal”?

La ansiedad como se dijo, es una reacción biológica normal, aunque cuando esta llega a paralizarnos o afectar nuestro día a día, debemos preocuparnos. Hay que entender que la ansiedad no es una enemiga o una emoción mala, la ansiedad es un llamado de atención a nivel fisiológico y emocional que te mantiene conectado con la realidad y permite que te evalúes en relación a uno mismo y su entorno, por eso la ansiedad, también nos permite plantearnos desafíos personales y resolverlos.

La invitación es a no demonizar una sensación sino más bien verla como una oportunidad de autoconocimiento emocional.

¿Qué otras épocas del año pueden generar un alza en los cuadros de ansiedad?

En educación en general se presenta un mayor alza cuando se está en épocas de evaluaciones, hay algunas que acentúan estos cuadros, como las evaluaciones SIMCE o PAES, también los cierres de semestres se ha observado que los y las estudiantes tienden a requerir más apoyo y contención.

¿Cuáles son las señales que demuestran que el cuadro va más allá de algo pasajero?

Aquí la observación del adulto significativo tanto en casa como en el establecimiento es fundamental, cuando ocurren cuadros de angustia severo, el quedarse sin aire, taquicardia, llanto sin control al enfrentarse a una situación determinada, cuando hay catatonía muscular, sensación de desmayo o cuando el estudiante comienza a evitar entrar a la sala o enfrentarse a una situación particular; estas son algunas de las situaciones que hay que observar y ofrecer el o los apoyo que se le pueda brindar.

¿Cuál es la recomendación en este caso?

Si quien detecta es la comunidad estudiantil siempre se debe informar a la familia y ofrecer el apoyo psicológico pertinente para lograr desarrollar estrategias que le permita al estudiante superar este temor muchas veces inexplicable y las adecuaciones que podría eventualmente necesitar. Si quien detecta es la familia, buscar orientación profesional y comunicar al establecimiento educacional para realizar un trabajo en red en pro de la persona que está presentando una situación de riesgo.

¿En qué puede derivar esto si no se atiende bien?

No brindar apoyo y contención al estudiante, podría generar la sensación de que es él o ella quien presenta un problema o que es un problema, apareciendo sentimientos de que existe algo malo en ella, alejándose de las figuras de apoyo y de la comunidad, esto puede alimentar un sentimiento de incomprensión y abandono de parte de los y las adultos a quienes le está pidiendo ayuda.

Debemos poner atención en los niños, adolescentes o jóvenes, porque cuando hay síntomas de ansiedad manifiestos, como dolores estomacales frecuentes, sensación de taquicardia, intranquilidad, insomnio, entre otros, y no se tratan, estos pueden conducir a un trastorno de ansiedad generalizado, que se manifiesta con crisis de pánico o ansiedad social por ejemplo. Los síntomas de ansiedad también pueden derivar en un trastorno depresivo o algo más complejo.

¿Se tiene registro de que cuadros mal tratados pueden derivar en suicidios durante el año?

Claramente, cuando las situaciones que nos generan altos niveles de ansiedad, sin posibilidad de desenvolvernos en nuestro medio y cumplir con nuestros compromisos, se mantienen en el tiempo, la reacción normal del individuo va a ser a intentar escapar de esta situación, buscando estrategias que estén a su alcance para sentirse mejor, si no cuentan con estrategias saludables, especialmente en el caso de los menores de edad, es posible que se utilicen estrategias poco adecuadas, logrando que el estado ansioso se prolongue en el tiempo, incluso generalizando a otras situaciones o contextos, lo que lógicamente va a agravar la situación, en donde incluso se utilicen estrategias que pongan en riesgo su propia vida.

*Presidenta de la Fundación OPA, Investigadora alterna Núcleo Milenio de Sociomedicina, y Académica Doctorado en Ciencia Médicas, Universidad de La Frontera.

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