Ataúdes biodegradables: morir de manera sostenible ahora es posible

Ataúdes biodegradables: morir de manera sostenible ahora es posible

Una empresa holandesa está revolucionando el concepto de muerte sostenible ofreciendo una alternativa respetuosa con el medio ambiente para despedirnos de nuestros seres queridos.


Para aquellos comprometidos con un estilo de vida sostenible, ahora es posible extender esta filosofía incluso más allá de la vida. La empresa Loop Biotech presenta los ataúdes biodegradables, una propuesta que redefine el concepto de muerte sostenible.

El cerebro detrás de esta iniciativa es Bob Hendrikx, un inventivo holandés que ha desarrollado ataúdes biodegradables a partir de micelio —la estructura radicular de los hongos— y fibra de cáñamo. En un proceso de una semana, estos elementos se moldean y endurecen, formando un ataúd sostenible que se asemeja a un sarcófago egipcio, pero en su versión natural.

A diferencia de los ataúdes de madera tradicionales, que derivan de árboles que pueden llevar décadas en crecer y años en descomponerse, estos ataúdes ecológicos se reintegran a la naturaleza en tan solo mes y medio, dejando un impacto ambiental mínimo.

En un mundo que se esfuerza por romper con las tradiciones obsoletas, los funerales no son la excepción. “La forma en que nos despedimos de nuestros seres queridos no ha cambiado en los últimos 50 ó 100 años, pero creo que muchos de nosotros lo preferiríamos de otra manera”, señala Shawn Harris, inversor estadounidense de Loop Biotech.

Para aquellos conscientes del cambio climático y preocupados por el medio ambiente, estos ataúdes biodegradables de Loop Biotech ofrecen una solución que permite completar el círculo de la vida de forma respetuosa con el planeta.

Ataúdes biodegradables de Loop Biotech

Una muerte de manera sostenible

Además de los féretros, Loop Biotech ofrece urnas biodegradables con una semilla de árbol incrustada, permitiendo que las cenizas del difunto contribuyan a la vida de un nuevo árbol y la protección del medioambiente.

Ahora podemos enriquecer la vida después de la muerte y continuar prosperando, transformándonos en una nueva planta o árbol”, explica Hendrikx.

La empresa holandesa, con la capacidad de producir 500 ataúdes o urnas al mes, se ha asociado con Natuurbegraven Nederland para llevar a cabo funerales en seis hábitats especiales, y sus productos se distribuyen en toda Europa, ganando popularidad en los países nórdicos.

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