Cofundador de OceanGate ahora quiere viajar con mil personas a Venus

Cofundador de OceanGate ahora quiere viajar con mil personas a Venus.

Guillermo Söhnlein, quien fundó la empresa dueña del Titán, planea impulsar la instalación de una colonia humana en Venus para el 2050.


Un mes y medio ha transcurrido desde que sucedió la tragedia del Titán, el sumergible de la compañía OceanGate que viajaba por el Océano Atlántico para llegar hasta las ruinas del Titanic y que presuntamente implosionó antes de conseguirlo.

Durante el trágico viaje iban a bordo cinco pasajeros dentro de la nave: el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, el buzo francés Paul-Henri Nargeolet, el empresario británico Hamish Harding, y el piloto de la nave y CEO de OceanGate, Stockton Rush. Desde el momento en que se supo del accidente, el cofundador de OceanGate y amigo de Rush, Guillermo Söhnlein, ha estado en el centro de atención.

La principal razón es que ha tenido que lidiar con los cuestionamientos por la nave y los peligros que implicaba realizar esas expediciones en el mar. Si bien dejó la empresa en 2013, estuvo pendiente de lo que ocurrió con el accidente y el rescate ocurrido en junio. Pero también hay otra situación por la que el ejecutivo ha acaparado las miradas durante los últimos días.

Recientemente, Söhnlein dio a conocer una insólita idea que buscará concretar a futuro: mandar a 1.000 personas a la atmósfera del planeta Venus para el 2050, para que puedan vivir en una especie de colonia flotante.

Guillermo Söhnlein cofundó OceanGate en 2009.

Cofundador de OceanGate desea instalar colonia humana en Venus

Durante una entrevista con el sitio Insider, el empresario de origen argentino dejó ver que entre sus proyectos más ambiciosos está que un grupo de personas pueda vivir fuera de la Tierra y se pueda establecer en otro planeta, como lo es Venus.

Para Söhnlein los últimos hechos que ocurrieron no son motivo para detener ese proyecto. Está seguro de que la humanidad necesita impulsar y probar nuevas iniciativas como esta.

“Creo que es menos aspiracional que poner un millón de personas en la superficie marciana para 2050″, mencionó el emprendedor, apuntando a los planes de Elon Musk de enviar un millón de personas a Marte.

Los objetivos del confundador de OceanGate no son para nada fáciles de conseguir. Él mismo reconoce que Venus no es considerado un buen sitio para que llegue la humanidad, ya que este planeta, que suele ser llamado el gemelo de la Tierra entre todos los otros cuerpos celestes que hay en el sistema solar, posee condiciones de temperatura y de presión atmosférica que lo hacen algo muy difícil.

Pese a tener eso en mente, aún así el ejecutivo cree que los humanos podrían intentarlo: argumenta que en Venus existe una franja de atmósfera situada a 30 millas de la superficie, donde la temperatura y la presión atmosférica son más amenas, lo que permitiría que las personas puedan sobrevivir.

Es en ese sitio donde el argentino cree que se podría instaurar una colonia flotante de 1.000 personas. Sin embargo, no tiene demasiado claro cómo se podría hacer.

“Creo que me he sentido impulsado a ayudar a hacer de la humanidad una especie multiplanetaria desde que tenía 11 años”, comentó Söhnlein. “Tenía este sueño recurrente de ser el comandante de la primera colonia marciana”.

El cofundador de OceanGate desea instalar una colonia humana en Venus. Foto: NASA/JPL-Caltech/Reuters.

Los pasos para que la humanidad pueda sobrevivir en el planeta más cálido del sistema solar los dará a través de Humans2Venus, organización que posee junto al empresario Khalid Al-Ali. “Es aspiracional, pero creo que también es muy factible para 2050″, afirma el excolega de Stockton Rush.

Durante la entrevista, el ejecutivo también dejó ver que las personas deben seguir creando e innovando, más allá de lo establecido, pese al desafortunado final que tuvo el Titán y sus pasajeros: “Olvídate de OceanGate. Olvídate de Titán. Olvídate de Stockton. La humanidad podría estar al borde de un gran avance y no aprovecharlo porque nosotros, como especie, nos cerraremos y volveremos al statu quo.

Consultado por el mismo medio por este controversial proyecto de Söhnlein, Andrew Coates, académico de física espacial del University College London, comentó que “si hay voluntad política y mucho dinero”, es posible lograrlo.

El experto enfatiza en que lo importante está en que tanto Venus como Marte podrían significar ambientes extremos para la humanidad. Y es que no solo se debe considerar factores de temperaturas, presión atmosférica y radiación cósmica, sino también lo que implica residir en un contexto cerrado por tanto tiempo.

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