Una científica logra que pájaros muertos vuelvan a volar

Una científica logra que pájaros muertos vuelvan a volar

Estas aves pueden volar entre 10 y 20 minutos, aletear y planear tal y como si estuviesen vivas. De esta manera, la profesora de ingeniería que las creó puede estudiar su vuelo a detalle.


Sobre el cielo celeste, se ven muchas aves volando, pero, ¿creerías si te dijeran que algunas de ellas están muertas, mientras aletean? Este escenario se ve en el campus universitario de la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos, donde una profesora de ingeniería implementó una curiosa técnica para estudiar el vuelo de los pájaros.

Utilizando la tecnología de los drones y un poco de la robótica, Mostafa Hassanalian logra levantar aves muertas, las lanza al aire y éstas se elevan durante varios minutos, luciendo completamente vivas desde la distancia.

Pero, ¿por qué alguien querría hacer esto? La respuesta de la especialista recae en la ciencia, la esperanza de poder mejorar la tecnología de la aviación conociendo a detalle cómo es que los pájaros vuelan: “Queremos hacerlos volar y que aleteen de manera similar a las aves para comprender la física”, aseguró.

Una científica logra que pájaros muertos vuelvan a volar

¿Cómo los pájaros muertos pueden volver a volar?

La fórmula de la profesora de ingeniería es bastante simple: trabaja con pájaros disecados, a quienes los interviene con un motor eléctrico llamado “ornitóptero”, una pequeña máquina con alas mecánicas que aletean igual a los pájaros y los insectos.

A ellos les colocó plumas, alas y las cabezas de los pájaros disecados para darles la forma de un ave. Después, los lanzó al aire desde su campo universitario y vio cómo podían mantenerse allí por varios minutos. La profesora resultó asombrada, pues siempre le había llamado la atención la física detrás de la evolución de los pájaros y su capacidad para dominar el vuelo.

Ave dron. Foto: Mostafa Hassanalian

Hassanalian afirmó que gastó cerca de 200 dólares (cerca de 160 mil pesos chilenos) en cada ave y que ya ha probado las alas de palomas, colibríes y cuervos para determinar su capacidad para soportar el estrés y su velocidad.

Además, después de la etapa inicial, implementó otro tipo de motor aparte del que simula el aleteo: el segundo ayuda al ave a deslizarse con las alas rectas. Esto le permitió descubrir que si bien muchas aves son expertas en aletear, las que tienen las alas más bajas en sus cuerpos, como los albatros, son mejores para planear.

Las baterías de estos drones permiten que las aves vuelen entre 10 y 20 minutos, pero Hassanalian aseguró que sigue trabajando en técnicas de ahorro de energía para prolongar los tiempos de vuelo y poder estudiarlos mejor.

Los beneficios de este curioso estudio

Los investigadores están actualmente estudiando cómo el color de las plumas de las aves afecta la cantidad de energía que ejercen y la velocidad a la que pueden volar. Esto podría ser un hallazgo para los nuevos estándares de la industria de los colores que deberían usar los aviones y otros vehículos similares.

“Puede haber un determinado patrón de color que sea más eficiente para un automóvil que circula por la carretera, pero ese mismo patrón de color no es muy bueno para un avión que vuela o un pájaro que aletea”, dijo el investigador Brenden Herkenhoff, estudiante de doctorado en el Instituto de Nuevo México. de Minería y Tecnología, a The Washington Post.

Ave dron.

Además existen beneficios ambientales: los drones, que parecen pájaros, algún día podrían utilizarse para volar junto a las aves migratorias y así aprender sus patrones de vuelo y comportamiento. No obstante, queda la duda de si estas especies vivas notarán que sus curiosas compañeras no tienen vida, o si los halcones o águilas intentarán atacarlos.

Otra facilidad que pueden tener estos pájaros no vivos es que pueden estudiar y monitorear mejor a las aves y otros animales, sin perturbar su hábitat ni asustarlos: “La otra aplicación de esto es comprender cómo se comunican las aves entre sí, cómo escapan de los depredadores. Todas estas son incógnitas que podemos aprender a través de esta tecnología”, aseguró la profesora.

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