Con el oro por bandera

María Fernanda Valdés

María Fernanda Valdés regala con suficiencia otra medalla dorada a Chile en la división de -90 kilos del levantamiento de pesas con un total olímpico de 250 kg. La estandarte nacional en los Odesur firma la 16ª presea máxima para el país en Cochabamba, mientras que Nicol Matamala remata la faena con un bronce.



No podía fallar y no lo hizo. La abanderada del Team Chile consiguió ayer levantar de su asiento al numerosísimo público asistente al Coliseo Grover Suárez de halterofilia, con una actuación sólida, incontestable, que le valió a la delegación nacional una nueva presea. La de oro, claro, en un deporte, el levantamiento de pesas, que parece empeñado en los últimos tiempos en hacer honor a su nombre sublimando los resultados en la disciplina del olimpismo chileno. Y elevándolos al máximo exponente.

Si el mediodía del miércoles fue Arley Méndez el encargado de rubricar el oro chileno, ayer fue Feña la que dictó cátedra. En honor a la verdad, las performances de los dos campeones del mundo chilenos se parecieron mucho.

Se impuso María Fernanda (26 años) con autoridad (pero sin récord), en un auténtico ejercicio de categoría. Partió mal, se levantó y acabó levantando a un país entero. Su inicio, como el de Arley el miércoles, no fue el mejor, y su primer intento de 108 kilos en arranque terminó siendo fallido. Su característico grito de guerra frente a la barra, sin embargo, sí que surtió efecto en su segunda tentativa con el mismo peso; un levantamiento que le permitió, además, eliminar rivales en su camino decidido hacia el oro, pues la venezolana Naryury Pérez finalizó el primer movimiento con una mejor marca de 103 kilogramos y tan solo Olibia Nieve, la ecuatoriana, conseguía a esas alturas aproximarse a su nivel con un intento exitoso de 109. Apareció entonces, en el momento indicado, la mejor versión de la chilena, que con un kilo más de peso en la barra, terminó llevándose por la mínima el triunfo en arranque. Lo mejor, eso sí, estaba por venir.

Y llegó en la segunda modalidad, el envión, en la que María Fernanda se proclamó monarca planetaria el pasado año en el Mundial de Anaheim. Con la boliviana Jorgensen ausente en el movimiento por unos problemas musculares y la argentina Rivera muy lejos de las preseas, Nieve puso a prueba la capacidad de Valdés firmando un mejor intento de 135 kilos, suficiente para amarrar la plata, pero no para poner en riesgo el desenlace. La coquimbana elevó el peso cargando en los discos 137 y terminó de decidir la batalla en su segunda tentativa, la mejor, con un registro de 140 kilogramos, que festejó aplaudiendo modestamente a la tribuna.

Con el oro en el bolsillo tras los errores de Nieve y Pérez, en sus respectivos intentos sobre 140 y 142 kilos, Valdés trató de redondear su triunfo ordenando 145. No pudo lograr la marca, pero el primer cajón del podio hacía ya minutos que la esperaba. En la ceremonia de premiación estuvo acompañada por la ecuatoriana Oliba Nieve (plata) y la venezolana Naryury Pérez (bronce):

"Estoy muy orgullosa. Trabajamos de lleno para conseguir la medalla. Ese fue el primer objetivo, después ir a buscar marca. El tercer intento estaba bien pesado en envión y se me cayó, pero estoy súper contenta por la medalla y por el equipo. Ya llevamos tres medallas en levantamiento de pesas, dos oros y un bronce. Y esperamos sacar una más", confesaba exultante la mejor pesista del país, minutos después de la entrega de medallas.

El cuarto metal al que hacía referencia, terminó por caer cuatro horas más tarde, en la categoría femenina de más de 90 kilos. La pesista iquiqueña Nicol Matamala, que completó una presentación sin errores tanto en el arranque como en los dos tiempos, acarició la presea de plata en una encarnizada y cerrada batalla con la venezolana Mirufai Morillo, que acabó subiéndose al segundo cajón por una diferencia en la sumatoria de apenas dos kilos. "Esta medalla va dedicada a todo el norte, a Iquique y en especial a mi madre", proclamó Matamala tras quedarse con el bronce con un total olímpico de 216 kilos.

Con estos logros, el equipo chileno de levantamiento de pesas, que no había sumado ningún oro hace cuatro años en Santiago, mejoró con creces su aporte con dos primeros y dos terceros puestos Odesur, cimentando el sueño del Team Chile."Esta medalla es para todos, porque es un trabajo en conjunto. Uno siempre se lo va a dedicar a la familia, es verdad, pero hay mucha gente, muchos profesionales detrás. Es para ellos y de todos los chilenos", concluía, sonriente, María Fernanda Valdés, la abanderada del oro en Boliva.

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