Los personajes de la semana

Guarello columna


Interesantes los casos de Johnny Herrera y Agustín Orión. Ambos fuera de la titularidad de sus respectivos equipos por distintos motivos (rendimiento y lesión respectivamente), hicieron noticia por entrar en conflicto con sus entrenadores.

Lo de Herrera se venía incubando hace un tiempo, precisamente desde la llegada de Alfredo Arias con la consiguiente salida escandalosa de Frank Kudelka; tuvo un capítulo muy duro cuando el uruguayo sacó del arco a Herrera y puso a Fernando de Paul, y explotó en los últimos días. Arias, producto de unos cánticos apoyando al defenestrado arquero el sábado pasado, no muy fuertes ni muy prolongados, dijo tras ganarle a Temuco que Johnny solo volvería a jugar si De Paul se lesionaba. Y Herrera reaccionó, habló en varios medios, criticó duramente al DT y señaló que sus días en la U estaban contados.

Lo cierto es que a Herrera una parte de los dirigentes, comenzando por el expresidente Carlos Heller, lo quieren fuera del equipo hace un par de años. Mientras atajó no hubo cómo. En su condición de ídolo azul y acompañando de un buen rendimiento, a Johnny no lo podían tocar. Hasta que tuvo el semestre malo, como casi el 90% de sus compañeros, y Arias, que nunca tuvo onda con el arquero, lo sacó. Obviamente que una decisión así fue consultada más arriba. El costo político era alto y el riesgo también.

De Paul se puso a atajar, el equipo no perdió más y a Herrera los dirigentes le cobraron todas las cuentas pendientes. Claro, frente a los micrófonos dicen que es un ídolo, que siempre hablan con él y que está todo bien. La clásica hipocresía del fútbol.

La decisión técnica me parece irreprochable. Este 2019, con De Paul, la U lleva ocho partidos sin perder y su promedio es de 0,71 goles en contra por juego frente a 1,62 de Herrera. Al final el arquero se juntó con el presidente José Luis Navarrete y después de la reunión, andaban con el verso de "salimos fortalecidos". Herrera se va en diciembre. Listo.

Lo de Orión va por otro lado. En este caso, luego de recuperarse de una grave lesión que lo tuvo seis meses sin jugar, Mario Salas le dijo claramente que el titular en el campeonato oficial es Bryan Cortés y en la Copa Chile es Darío Melo. Y Orión se lo tomó mal. Pero la decisión del entrenador es inflexible, apoyado por el gerente técnico Marcelo Espina y en coherencia con la política actual de Colo Colo: rejuvenecer el plantel y enfocarse en los jugadores emergentes.

Luego, el ex de Boca hizo una conferencia de prensa anunciando, en tono de víctima, que dejaba Colo Colo y tuvo el apoyo presencial de Paredes, Mouche, Valdivia, Insaurralde y Carmona. Paredes incluso habló alabando a Orión. Lo interesante es que, tanto Orión como Paredes no quisieron decir las razones por las cuales el jugador se va. Dejando en el aire algún motivo oscuro y secreto…

Pues, no. La única razón ya fue expuesta: Salas tiene un proyecto donde Orión no cabe. Y eso lo deben entender no solo los hinchas de Colo Colo, sino que también Paredes, Valdivia y Carmona. Porque ellos, a corto o mediano plazo, tampoco van a caber. Las directrices en los albos apuntan a potenciar a jugadores como Suazo, Villanueva o Morales. Todos los ciclos terminan. Alguien tiene la dolorosa tarea de hacer el corte. En esta, me parece que Mario Salas hace lo correcto.

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