Cristián Warnken (Amarillos) y decisión de autoexcluirse de elección de Consejo Constitucional: “Aquí hay una dosis de realismo”

Foto: Andres Perez / La Tercera

El presidente de Amarillos por Chile afirma que tomaron la decisión de no presentar candidatos a consejeros constituyentes para enfocarse en la consolidación del grupo como partido y no por temor a que los vean aliados con la izquierda o la derecha. Sin embargo, reconoce que tampoco querían depender de la "voluntad" de las otras fuerzas políticas para tener los cupos. Eso sí, no descarta que algún amarillo pueda ser propuesto como experto en el proceso constituyente.


Tras el anuncio de que no presentarán candidatos a consejeros constituyentes, el presidente de Amarillos por Chile, Cristián Warnken, profundiza en las razones que llevaron al colectivo a restarse de las elecciones. Según dice, quieren incidir de la misma forma que en el proceso constituyente anterior: generando alertas. “Lo que nosotros hicimos fue bastante importante, por no decir decisivo, en el desarrollo y resultado del plebiscito”, justifica.

¿Por qué decidieron restarse del proceso constituyente?

No nos restamos del proceso, vamos a tener una forma de presencia en la que ya tenemos cierta historia. Es lo que nosotros hicimos en el proceso constitucional anterior: vamos a poner a nuestro equipo de constitucionalistas a ir estudiando y a estar atentos de lo que esté pasando en el proceso constituyente y dando alertas. Ojalá más aplausos que alertas.

Pero tomaron la decisión de no presentar candidatos a consejeros...

Aquí hay una dosis de realismo, pensábamos que íbamos a inscribir el partido antes. El sistema ahora será una elección parecida a la del Senado. Por lo tanto, dependemos de la buena voluntad de otras coaliciones. Nos dimos cuenta que nuestro objetivo primero, y más urgente, es inscribir el partido. Esa es la primera razón por la cual tomamos esta decisión y participaremos de la manera como lo hicimos en el proceso constitucional anterior. Creo que nuestro aporte, por lo demás, no fue solo simbólico. Lo que nosotros hicimos fue bastante importante, por no decir decisivo, en el desarrollo y resultado del plebiscito.

¿La decisión también implica no presentar nombres para ser expertos o árbitros? ¿No se verá a ningún Amarillo ocupando un cargo en el proceso constituyente?

Dentro de Amarillos hay un grupo de gente muy preparada, que sería un muy buen aporte dentro del proceso constitucional. A nosotros nos gustaría (...) que los expertos que sean elegidos por el Congreso no resulten de una repartija de poder entre los partidos, porque eso sería una gran decepción. No es lo que espera la gente. En ese sentido, si alguna de nuestras personas que tenemos suscita un acuerdo transversal y es elegida más allá de un cuoteo político, bueno, eso habría que evaluarlo.

¿Aplica también para el árbitro?

Desde luego.

Dice que no presentarán candidatos para avanzar en la consolidación de Amarillos como partido. ¿No es una decisión que pasa por algo político? ¿El hecho de ir con la derecha o izquierda es un peso con el que no están dispuestos a cargar?

Hemos demostrado que hemos tenido bastante coraje en comparación a otras fuerzas políticas en momentos decisivos, por tomar decisiones o presentar propuestas que hicieran cruzar la línea de lealtad la tribu. Hemos sido en eso muy libres. La gente valora nuestra libertad, que significa que no tenemos complejos de conversar con nadie, ni de acordar con ningún sector a llegar a acuerdo. No creo que sea un complejo que nos asocien con alguien el fondo de esta decisión.

¿No les juega en contra aliarse con la izquierda o la derecha, en el entendido de que quieren ser concebidos como de centro?

No me gusta la palabra “centro”. Nosotros nos definimos como un partido reformista y democrático. Es bastante amplio el abanico. Pensamos que la gracia del centro, para usar una palabra como comodín, es que finalmente tanto la derecha o la izquierda te miren con cierto respeto y muchas veces tienen que necesitar de tu apoyo. Ese es el rol del centro para que tenga poder. Si el centro queda atrapado como siempre al interior de una misma coalición por décadas, o de un segmento político como le ha ocurrido a la DC, ese centro está condenado a debilitarse y a perder su fuerza y poder político finalmente. Nosotros no queremos repetir ese mismo error histórico que ha hecho que ese centro se desfondara y se quedara sin electores.

¿Quedar fuera de las coaliciones de izquierda y derecha los empodera como centro político?

No sé si nos empodera como centro político. Nos reafirma nuestra libertad, que puede servir para asociarnos con alguien. Podríamos perfectamente aliarnos con un sector más democrático de la centroderecha, como de la centroizquierda democrática. Nosotros tenemos esa libertad y creo que eso es lo que no debemos perder. En ese contexto, creo que sería un error entrar en un proceso en el que no contamos ni con la energía, ni con los recursos ni con los tiempos cuando estamos abocados a una tarea mucho más difícil y ardua: transformar la adhesión, la simpatía que se ha visto en algunas encuestas por Amarillos en militancia.

FOTO: DIEGO MARTIN/ AGENCIAUNO

En el caso particular de Chile Vamos, se les ha visto con cierta sincronía desde la campaña del Rechazo. Luego se sentaron en la misma mesa de negociación. ¿Por qué con ellos se descarta una alianza electoral?

Es muy distinto sentarse con alguien que cuando se trata de llegar a un acuerdo constitucional que sentarse con alguien para formar una coalición. También nos podemos sentar con la centroizquierda. Lo que pasa es que aquí hubo una mayor afinidad porque veníamos saliendo de un proceso constitucional en que habíamos sido parte del Rechazo. Pero no significa haber cruzado una barrera ideológica y que seamos nosotros de derecha, creo que esa es una conclusión bien simplista, caricaturizadora.

¿Tuvieron ofrecimientos para ser parte de alguna lista? Ya sea de Chile Vamos o del Socialismo Democrático.

Ha habido conversaciones, como todos los sectores están teniendo hoy día, cruzadas, privadas, informales, con todos. Siempre hemos estado dispuestos a conversar con prácticamente todos, salvo con los grupos más extremos. Como son conversaciones todavía informales, yo siempre he creído que no hay que ir contando todas las conversaciones que uno tiene, por respeto al interlocutor que confía en que se va a mantener en reserva.

¿En Amarillos no temen perder relevancia al quedar fuera del proceso? ¿No arriesgan dejar de ser incidentes?

Nosotros fuimos tremendamente incidentes en el proceso anterior y éramos un movimiento ciudadano. Además, en el acuerdo constitucional, con solo un diputado fuimos capaces de incidir en las conversaciones. El tema es cuánto puedes hacer con lo poco que tienes. Yo creo que eso es lo que demuestra tu capacidad política. Nosotros con poco hemos logrado mucho.

A medida que avance la consolidación de Amarillos con partido, ¿ven necesario formar alianzas estables? ¿Por cuánto tiempo pueden mantenerse sin ellas?

No descartamos, evidentemente, participar en el futuro, pero primero tenemos que constituirnos como partido. Ojalá que lo logremos, por el bien del país, porque el país se acerca, si no está ya, a un estado de polarización extremadamente peligroso.

Uno podría pensar que tienen una afinidad especial con Demócratas. Nacieron en el mismo contexto, de la centroizquierda por el Rechazo. ¿Ven plausible constituir una alianza con ellos si ambos se constituyen como partido?

Nosotros hemos tenido siempre una muy buena relación y permanente coordinación y conversaciones con Demócratas y otros grupos, como Una que nos una. Obviamente que son nuestros aliados más cercanos, nuestros primos hermanos. Ahora, a mí me complica hablar de una “centroizquierda” hoy, superado el plebiscito. Creo que por lo menos en Amarillos confluye gente que viene de la centroizquierda, el centro y también de la centroizquierda más liberal. Esperamos dar cabida a todas las sensibilidades.

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