¿Cuánto espacio darles a los partidos? El dilema de Provoste para reestructurar su campaña

FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

Superada la primera fase de la carrera presidencial, en la centroizquierda se instaló la hipótesis de que para noviembre la abanderada debe conformar un comando que equilibre la representación de los partidos, pero sin dejar de lado la impronta "ciudadana" de la campaña. Si bien aún no hay una estructura definida, en la DC afirman que la definición del diseño no puede pasar de la próxima semana.


Quinientos 40 kilómetros. Esa fue la distancia que marcó Yasna Provoste el sábado, cuando celebró en Vallenar, muy lejos de la sede de su partido, la Democracia Cristiana, el triunfo que obtuvo en la consulta ciudadana de la centroizquierda.

Sin banderas de la falange y con dirigentes regionales jóvenes, la imagen reflejó -además del simbolismo descentralizador- un objetivo que la senadora por Atacama trazó desde que asumió su candidatura presidencial: imprimirle una impronta ciudadana a su campaña.

Pero ahora la tarea será más compleja, sobre todo luego de que tanto Paula Narváez (PS) como Carlos Maldonado (PR) quedaran en el camino. En el entorno de la senadora están conscientes de que deben hacer gestos e incorporar a figuras de los partidos políticos que respaldaron sus candidaturas, aunque admiten que el desafío mayor será lograr un equilibrio perfecto en la incorporación de su propio partido.

“No se va a esconder a los partidos, pero se va a insistir en ciudadanizar la campaña. Es lo que hizo Bachelet, es lo que está haciendo Sichel”, dice un dirigente del Nuevo Pacto Social (ex Unidad Constituyente), a la vez que resalta que “la repartición del comando no es lo relevante, lo relevante es cómo hacemos una campaña que nos permita ganar”.

La DC: ni tan cerca ni tan lejos

Es conocido que Provoste ha sido una disidente de las posiciones históricas de su partido. Y, por eso, la idea de que su militancia es uno de sus flancos no es un secreto para nadie en la centroizquierda. De hecho, en torno a esa “debilidad” sus adversarios concentraron su estrategia en las últimas tres semanas.

Pero la senadora por Atacama, pese a que varios se lo recomendaron, decidió no congelar su relación con el partido en que fichó a los 14 años. Y más allá de cuanto le pese la “marca DC”, Provoste se ha visto obligada a hacer gestos en su interna para cuadrar a su colectividad de cara a la primera vuelta.

Quizás el más significativo se cristalizó ayer, cuando le entregó el mando de la presidencia del Senado a quien hasta mayo fue la candidata presidencial de la falange -primaria interna mediante-, la senadora Ximena Rincón (DC). La senadora por El Maule fue una de las más damnificadas tras el ascenso de Provoste y, según varias fuentes decé, el hecho de que la propia abanderada haya inclinado la balanza para asegurar que su camarada liderara la Cámara Alta hasta marzo del próximo año “ayuda mucho” a recomponer las cosas en el partido liderado por Carmen Frei.

En la falange aseguran que es clave que Provoste logre una “mixtura virtuosa” entre lo “ciudadano” y los partidos y que haga gestos que permitan que la DC y el resto de las colectividades no se sientan fuera de su comando. Sobre todo, porque, hasta el sábado pasado, había varios dirigentes del partido que criticaban que el “pétit comité” de Provoste fuera un “comando estanco”, al que no se podía llegar con facilidad.

En ese sentido, en la decé advierten que la legisladora no puede prescindir del partido, pero que debe tener plena libertad para formar sus equipos. “Hoy la candidatura de Yasna Provoste es amplia y está respaldada por la centroizquierda. Ella va a tener toda la libertad para conformar su comando y los partidos tienen que cumplir un rol, pero también los independientes. Se tiene que buscar una mezcla”, dice la vicepresidenta, Joanna Pérez.

En la colectividad, no obstante, creen que la abanderada sí debe tener un rol en las candidaturas parlamentarias. “Nuestra visión responde a respetar las decisiones de Yasna Provoste y en eso la DC y todos los partidos tienen que ser respetuosos. Desde la DC vamos a cumplir un rol territorial con nuestras candidaturas y estructuras, dando prioridad a nuestras opciones parlamentarias. No puede haber una desconexión entre las candidaturas parlamentarias y la presidencial”, asegura el vicepresidente DC, Rodrigo Albornoz.

Por su parte, fuentes de la colectividad sostienen que por ahora no hay una estructura definida, aunque creen que la formalización de un comando no puede pasar más allá de la próxima semana. “Quedan menos de 90 días para la elección”, dicen en la DC. Lo que sí está claro, repiten en el partido, es que el encargado territorial Felipe Delpín mantendrá un rol operativo dentro de la campaña.

En tanto, cercanos a la mesa aseguran que estaría instalada la percepción de que la fórmula del “ayllú ciudadano” habría sido funcional a la primera fase de la carrera y que ahora se necesitaría otro tipo de estructura. No obstante, los líderes de ese espacio, Marcelo Mena y Macarena Lobos, mantendrían un rol en la campaña.

En esa misma línea, en la DC sostiene que hoy “se abrió el naipe” y que, por lo tanto, el equipo pequeño de Provoste -en el que han tenido una influencia relevante figuras como el senador Jorge Pizarro y los asesores Aldo Cornejo y Julio Valladares- ya no tendría cabida en el futuro diseño.

¿Gestos a los viudos de Narváez y Maldonado?

Otro desafío para Provoste será sumar al mundo que apoyó las candidaturas de Narváez y Maldonado. Con la primera, las tensiones se mantuvieron durante toda la campaña de la resistida consulta ciudadana por la que tanto bregaron la psicóloga y el radical. De hecho, una de las preocupaciones compartidas en la centroizquierda es que los votos de la socialista terminen fugándose a la candidatura de Gabriel Boric (Frente Amplio).

En la centroizquierda aseguran que los “gestos” que se hagan a esos sectores podrían repercutir en el entusiasmo con que la militancia del PS, el PPD, el PR, PL y Nuevo Trato se sumen a la campaña.

“Hay que darle espacio al activo principal de Paula Narváez, que es un programa sólido. Ahí hay cuadros que tienen que entrar sí o sí”, dicen en la DC, a la vez que subrayan que el mundo radical debe tener un lugar.

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