Las historias de los médicos del documental “20 días en Mariupol”: “No teníamos tiempo para tener miedo”

20 días en Mariupol, documental nominado a los Oscar sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.
20 días en Mariupol, el documental ganador de un Oscar que trata sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.

La cinta ganadora del Oscar al mejor largometraje documental registró la batalla en esa ciudad ucraniana en 2022, cuando un equipo de periodistas ucranianos de la agencia de noticias The Associated Press quedaron atrapados en la sitiada urbe y lucharon por continuar su trabajo documentando las atrocidades de la invasión rusa.


Niños moribundos, fosas comunes, el bombardeo de un hospital de maternidad, son partes de las escenas que da cuenta “20 días en Mariupol”, cinta que este domingo ganó el Oscar al mejor largometraje documental. El filme, de 95 minutos de duración, registró la batalla en esa ciudad ucraniana en 2022, cuando un equipo de periodistas ucranianos de la agencia de noticias The Associated Press (AP) atrapados en la sitiada urbe lucharon por continuar su trabajo documentando las atrocidades de la invasión rusa.

Como los únicos reporteros internacionales que permanecieron en la ciudad, capturaron lo que luego se convertiría en imágenes definitorias de la guerra. Es el primer largometraje de Mstyslav Chernov y la película se basa en sus despachos de noticias y en imágenes personales de su propio país en guerra.

El director Mstyslav Chernov, los productores Michelle Mizner y Raney Aronson-Rath ganan el Oscar al Mejor Largometraje Documental por "20 días en Mariupol", en la 96ª edición de los Premios de la Academia en Hollywood, Los Ángeles, el 10 de marzo de 2024. Foto: Reuters

El sitio de Mariupol fue un enfrentamiento militar iniciado por Rusia por el control de la ciudad ucraniana de Mariupol que comenzó el 24 de febrero de 2022, durante la invasión rusa a Ucrania, y culminó el 20 de mayo de ese año, cuando se ordenó a las últimas tropas ucranianas defensoras de la urbe ubicada en el sudeste del país que se rindieran frente al Ejército ruso.

Los médicos, que aparecen en gran parte de la película, siguieron trabajando en las circunstancias más terribles hasta el final. Operaban sin agua ni electricidad y dormían en los pasillos del quirófano. Sus historias fueron recogidas por el Museo de Voces Civiles de la Fundación Rinat Akhmetov.

Una de ellas es la de Oleksandr Bielash, jefe del departamento de anestesiología, quien recuerda que solo se contó a los pacientes el primer día, debido a la cantidad que recibieron. “Estaba en el infierno. Nunca pensé que sería así. No teníamos tiempo para tener miedo. Había muchos heridos y muertos, no contábamos a los pacientes. Intentamos hacerlo durante el primer día, pero muchos de los heridos no podían decirnos su nombre ni sus apellidos. Dormíamos en el quirófano”, indica.

Un residente local junto a los restos de su auto en el patio de un edificio de departamentos destruido en Mariupol, Ucrania, el 28 de marzo de 2022. Foto: Reuters

“Yo caminaba de lado por el pasillo. Creo que murió un tercio de la ciudad. Mi tía y mi tío murieron. Vivían en un edificio de 5 pisos. Producto de un ataque aéreo se derrumbó hasta el sótano. El 11 de marzo, mi mujer y mi hijo vinieron corriendo al hospital”, recuerda.

Por otro lado, Tymur Chumaryn, cirujano del Hospital Regional de Cuidados Intensivos de Mariupol, estuvo salvando a civiles y soldados bajo los bombardeos diarios y arriesgando su vida hasta el 16 de marzo de 2022.

“El primer herido fue un soldado de Azov, un polaco, que tenía el brazo izquierdo herido y tuvimos el dilema de amputarlo o no, pero finalmente conseguimos salvarlo. Suturamos venas en vez de arterias, y fue evacuado en cinco días. Los civiles heridos tenían heridas de explosivos, de metralla. No podía volver a mi casa, había heridos todos los días, la mayoría con heridas de metralla. Y muchos de los heridos eran niños”, indicó.

“El primer menor tenía cinco años. La familia estaba bajo fuego, sus parientes estaban heridos, y la niña estaba muy herida, Intentamos reanimarla. Yeva estaba inconsciente y no respondía. Así que hice una exploración quirúrgica de la herida y me di cuenta que era el corazón…”, recuerda, y añade que muchos niños con diversas heridas ingresaron al hospital.

Alexander Orfinyak llora ante la tumba de su nieta Verónica, que murió por un bombardeo junto a su padre (hijo de Alexander) mientras cocinaban fuera de su bloque de departamentos, en el asentamiento de Staryi Krym, a las afueras de Mariupol, el 9 de noviembre de 2022. Foto: Reuters

El 13 de marzo, soldados rusos entraron en el hospital. “El Ministerio de Seguridad del Estado de la ‘República Popular de Donetsk’ me declaró en busca y captura. ¿Qué otra cosa podía esperar? Por lo tanto, me fui con mi familia el 16 de marzo, pasamos do o tres días en Zaporiyia y después nos dirigimos a Dnipro hasta llegar al oeste de Ucrania”, comentó Chumaryn. “Creo que Rusia morirá... qué pase con Ucrania no lo sé, pero saldrá mal herida”, vaticinó.

Por su parte, Ihor Zolotous, neurocirujano del Hospital Regional de Cuidados Intensivos de Mariupol, estuvo salvando a residentes urbanos hasta el 23 de marzo de 2022. Los primeros heridos eran civiles. La mayoría de las heridas eran de bala, metralla y explosión de minas.

“No había habido electricidad desde principios de marzo, y el generador solo funcionaba para el bloque quirúrgico. Los militares rusos me pusieron un cañón de pistola en el estómago. Preguntaron si había militares ucranianos allí. Pero Azov evacuó a sus heridos el día anterior”, indicó.

“Tras el ataque aéreo al hospital de maternidad el 9 de marzo, nos trajeron a mujeres embarazadas, por lo que ayudamos en el parto de seis bebés”, señaló Zolotous.

“Recuerdo cuando un tanque ruso impactó entre el tercer y cuarto piso, y las estructuras del suelo se derrumbaron. Dos pacientes quedaron atrapados bajo las losas. Un herido muy grave murió”, concluyó.

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