Que no se imponga la política de la posverdad

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Entendemos, de buena fe, que estas criticas infundadas del ex subsecretario Díaz, se deben al desconocimiento que tiene del proyecto, el cual para su tranquilidad ya fue ingresado al Congreso. Lo invitamos a hacer un debate serio y con altura de miras, no creemos ni queremos que la falta de argumentos se reemplace por la política de la posverdad.


El día de ayer, en este mismo espacio, el ex subsecretario del Trabajo de la ex Presidenta Bachelet, Francisco Javier Díaz, criticaba el proyecto de modernización laboral presentado por el Gobierno, acusándolo de abusivo contra los derechos de los trabajadores. Además, señaló que eran sólo "conceptos generales y caramelos para la galería", pero sin un contenido concreto, pues el proyecto aún no se conocía.

Lo cierto, es que el ex subsecretario cae en lo mismo que tanto critica, pues hace aseveraciones completamente erradas respecto del contenido del proyecto, seguramente porque no lo conoce, tergiversando y generando una posverdad que no contribuye al debate. Este es un tema demasiado importante para debatirlo solo con slogans, supuestos falsos, tergiversaciones o prejuicios.

Dicho lo anterior, es relevante aclarar algunas incertezas en las cuales incurre el ex subsecretario Díaz. En primer lugar, califica de abusivo el proyecto por permitir una jornada máxima de 12 horas diarias, pero olvida mencionar que dicho límite es el mismo existente hoy, por lo que nuestra propuesta no innova en la materia. En segundo lugar, indica que con este proyecto tendremos "trabajadores que trabajan más y que ganan menos". Absolutamente falso. El proyecto no solo no perjudica en nada las remuneraciones de los trabajadores, sino que, todo lo contrario, contempla una rebaja importante de jornada y de horas de trabajo como ya lo han explicado diversos expertos. Así, por ejemplo, tanto la jornada 4 x 3 (4 días de trabajo y tres de descanso ) como la jornada mensual de 180 horas significan una rebaja considerable de las horas trabajadas, sin menoscabo alguno de las remuneraciones de los trabajadores.

Respecto de la jornada 4 x 3, vuelve el ex subsecretario a distorsionar los hechos. Señala que dicha jornada se construiría sobre la actual jornada de 45 horas semanales a la que habría que sumar el tiempo de colación, por lo que los trabajadores tendrían jornadas extenuantes y con nula posibilidad de tener vida familiar. Pareciera a este respecto que la ex autoridad estuviera describiendo la jornada 4 x 3 contenida en la reforma laboral de la ex Presidenta Bachelet y que él mismo defendió, pues la actual propuesta del Gobierno es muy distinta, ya que incorpora el tiempo de colación dentro de la jornada, con lo que, en la práctica, la jornada real de los trabajadores sujetos a esta jornada disminuye considerablemente, pudiendo llegar incluso a las 41 horas semanales de trabajo. Resulta, en consecuencia, al menos curioso, calificar de abusiva una jornada de trabajo en la que en los mismos 4 días se trabajan menos horas que en la jornada que él mismo promovió.

El mismo error comete cuando analiza la jornada mensual de 180 horas, desconociendo la rebaja real de jornada que contiene el proyecto de más de un 8%, estableciendo, en promedio, jornadas de 41 horas semanales, permitiendo una mejor distribución de la misma para hacerla más compatible con la vida del trabajador y los ciclos de trabajo.

Critica los bloques horarios, esbozando para ello un dictamen de la DT del año 2007 que los validaría. Lo que hace el proyecto es, precisamente, no dejar a la interpretación de un dictamen -bastante añejo por lo demás- la posibilidad de los trabajadores de pactar bloques horarios, sino que dejar dicha alternativa establecida expresamente en la ley, como una garantía de certeza hacia los trabajadores.

Otro error de los varios en que incurre en el artículo, es cuando dice que los pactos semestrales y anuales no consideran a los sindicatos, en circunstancias que el proyecto señala, expresamente, todo lo contrario, esto es, que dichos pactos se negocian con ellos.

Finalmente, el ex subsecretario comete otra inexactitud al señalar que el proyecto indica que los trabajadores de plataforma no tienen relación laboral, lo que tampoco es correcto, pues el proyecto no toma una definición a priori, ya que indica que si concurren los requisitos propios de una relación laboral dichos trabajadores serán dependientes, lo que deberá ser determinado por los tribunales de justicia, pero que, en cualquier caso -dependientes o independientes- deberán tener siempre garantizada seguridad social, lo que hoy no ocurre.

Entendemos, de buena fe, que estas criticas infundadas del ex subsecretario Díaz, se deben al desconocimiento que tiene del proyecto, el cual para su tranquilidad ya fue ingresado al Congreso. Lo invitamos a hacer un debate serio y con altura de miras, no creemos ni queremos que la falta de argumentos se reemplace por la política de la postverdad. Estamos convencidos que sí es posible transitar desde la perspectiva que entiende las relaciones laborales como una relación entre antagonistas, hacia una visión que comprenda que trabajadores y empleadores se necesitan mutuamente y se complementan. Este no es un juego de suma cero. Sino no lo entendemos, no avanzaremos.

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