Se lanzó el Plan Araucanía... y Alfredo Moreno, ¿también?

Reforma para reconocer constitucionalmente a los pueblos originarios, cuotas mínimas aseguradas de candidaturas a cargos populares y otras medidas conforman la punta de lanza del Plan Araucanía anunciado esta mañana -con bombos y platillos- por el gobierno, desde el Presidente Sebastián Piñera hacia abajo. Sin duda una apuesta ambiciosa y que por sí misma fija expectativas y metas en un área donde el Ejecutivo ya ha puesto sus fichas en lo que va corrido del año. Y donde, además, se juega parte de su futuro político uno de los "nominados" por el mandatario para que entre a disputar su derecho a sucesión: el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno Charme.

El ex canciller durante el primer cuatrienio piñerista llegó a esta versión del gabinete como uno de los tácitamente "elegidos", asumiendo en una cartera casi destinada a dar peleas y mostrar logros. En el camino ha ido cosechando aliados pero también rivales duros, partiendo por RN, partido que ya hizo hace un par de meses airados reclamos porque el secretario de Estado no les daba esférica. Uno de sus senadores y ex candidato presidencial, el neopiñerista Manuel José Ossandón, acotó hoy a La Tercera PM que "el desafío hoy es cumplirle a los chilenos, nadie en el gabinete puede andar con un pie de metro midiendo sus acciones para beneficio personal, estamos partiendo el gobierno, llevamos apenas 6 meses, la imagen que hay que fortalecer es la del Presidente, es el gobierno del Presidente Piñera no de tal o cual ministro".

A estas alturas de Piñera Parte I, los treinta y tres mineros estaban a días de ser rescatados de la Mina San José y el gobierno ya enfrentaba el dilema de qué hacer con la sorpresivísima irrupción de Laurence Golborne en las encuestas, cuando el ungido en teoría era Rodrigo Hinzpeter. Los hechos dijeron otra cosa.

Una visión escéptica es la que tiene el gerente de Asuntos Públicos de Cadem, Roberto Izikson, quien en en la primera temporada piñerista vivió esto mismo, pero dentro de las murallas de palacio, midiendo candidatos que subían y bajaban.

"No es su lanzamiento presidencial. Este gobierno tiene hoy tres puntas de lanza que explican su aprobación presidencial: la economía y el crecimiento económico, cómo el gobierno ha enfrentado la inmigración y el cambio de mano y de tono en delincuencia. Evidentemente que el ministro Moreno tiene tres temas relevantes para el gobierno: el acuerdo mapuche, el de al infancia, donde también ha tenido participación activa, y tercero, la reducción de la pobreza. Pero pese a que son tres temas súper importantes para el gobierno, no son donde se mueven los ejes principales. De hecho, el conflicto en la Araucanía es muy significativa pero tiende a ser más relevante allá que en Santiago".

-¿No es tan tangible?

-Acá se ve muy de lejos y sólo aumenta su visibilidad cuando se transforma en un tema más bien de orden público y que -por tanto- requiere más de la intervención del ministro del Interior que del ministro Moreno.

-Es bien jodido: cuando queman un camión es noticia, pero cuando no queman ninguno no lo es.

-Exactamente, a eso voy. Si el ministro Moreno, que ha liderado esta mesa en relación al conflicto a la Araucanía, logra avanzar, será tremendamente valorado, pero no sé si va a ser muy visible. No tengo la impresión de que el tema mapuche le va a permitir a Alfredo Moreno construir una candidatura presidencial. De hecho, su conocimiento es bastante bajo, en torno al 40%. Ni con este tema, ni con la infancia ha logrado aumentar de forma significativa su visibilidad. De nuevo, no porque no sean temas relevantes en la agenda, sino porque hay otros que han sido más importantes, como economía, delincuencia e inmigración.

-¿No será lo suyo un problema de falta de carisma, tal vez? Lo que no le faltaba a Laurence Golborne, por hacer un paralelo con septiembre de 2010 (los sacaron en octubre)

-Una proyección presidencial es una combinación entre condiciones personales y del entorno. Y creo que las condiciones personales, los atributos, se notan más cuando hay entorno. La elección presidencial todavía no se está jugando, está muy verde. Te diría que no va a ser un tema relevante al menos hasta el próximo año. De nuevo: él lidera temas importantes, pero que no son los más importantes. Y efectivamente, Alfredo Moreno tiene una fortaleza evidente en la elite, pero a nivel de opinión pública aún no ha logrado construir sus redes.

-¿Le pasa un poco lo que le pasa a Máximo Pacheco? ¿Que los conocen en la elite pero no en la masa?

-No. A mí me parece que Alfredo Moreno tiene mucho más tejido que Máximo Pacheco, que sí me parece que es una candidatura más de una parte de la elite, son ganas propias, digamos. Pero la carrera presidencial no ha partido, y no podemos comparar un hito como fueron los mineros -que le permitieron a Golborne mostrar sus atributos-, pero fue una coyuntura demasiado especial. El conflicto mapuche no reúne hoy esas condiciones ni para la opinión pública ni para los medios de comunicación. Si uno preguntara, tal vez lo más probable es que la no respuesta fuera la gran ganadora, el NS/NR sería más del 70%. Estamos todavía muy adelantados, recién en marzo abril del próximo año podríamos identificar con mayor claridad quiénes son los candidatos, y quiénes tienen posibilidades reales de serlo. No es un debate que podamos tener hoy.

-En ese entendido, ¿De qué depende la suerte de Moreno entonces?

-Dependerá de su gestión en sus tres temas, el grado de avance que pueda mostrar: una cosa es anunciar un acuerdo, pero otra cosa es que se pueda avanzar. Y le falta aumentar su visibilidad. Si él realmente quisiera ser candidato presidencial, es evidente que tiene un problema de visibilidad a nivel masivo.

-¿Tendría que chasconearse? ¿Ir a programas de televisión de cocina?

Lo más importante es establecer una relación más intensiva con la opinión pública, ya sea a través de redes sociales, de medios de comunicación, de la calle... en el fondo, tratar de bajar esa buena relación que tiene en la elite a un nivel más masivo.