Alberto Fernández alista reformulación de gabinete luego de la pérdida de tres ministros

El Presidente argentino Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner en junio pasado. Foto: Reuters

Mujeres, Desarrollo Social y Trabajo fueron las tres carteras que, en menos de una semana, vieron la salida de sus respectivos ministros. Problemas políticos a raíz del conflicto mapuche, así como razones personales, fueron los argumentos entregados al Presidente Alberto Fernández para justificar las renuncias, dimisiones que una vez más resaltan la compleja relación entre el mandatario y su vicepresidenta, Cristina Kirchner.


Días atrás, cuando el desalojo de una comunidad mapuche que se había tomado cerca de 40 hectáreas en Villa Mascardi, en la provincia de Río Negro, se llevó a cabo, el ministro de Seguridad a cargo del operativo, Aníbal Fernández, salía a contener el posible fuego aliado por la decisión. “Las siete mujeres detenidas se encuentran en perfecto estado de salud, en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, incluyendo a la señora que cursa un embarazo avanzado”, dijo en dicho momento, pero una resistencia política dentro de su propio sector era más que previsible.

No pasaron muchas horas desde la acción policial cuando la primera alarma sonó. Y venía nada más y nada menos que desde el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades. Elizabeth Gómez Alcorta, abogada feminista muy valorada dentro del movimiento argentino, presentaba su renuncia indeclinable el jueves pasado, y de paso se convertía en la primera de tres dimisiones ministeriales que vendrían en los próximos días.

A Gómez Alcorta se le sumaron Juan Zabaleta, ministro de Desarrollo Social, y Claudio Moroni, del Ministerio del Trabajo. Si bien sus razones guardan relaciones con otros procesos, tanto personales como políticos, la sacudida dejó nuevamente al descubierto las diferencias entre Fernández y su vicepresidenta, Cristina Kirchner, con quien no se dirigiría la palabra, incluso para decidir los cambios que se anunciarían este lunes, detalló la prensa transandina.

Tres salidas distintas

“En lo personal, siento que con este hecho se ha traspasado un límite, por lo que debo dar un paso al costado para que otra persona tome a su cargo la importante responsabilidad de estar al frente de este ministerio”, eran las palabras que se leían en la misiva que la ahora exministra de Mujeres entregó al mandatario argentino y al jefe de gabinete, Juan Manzur, una vez concretada su renuncia el jueves pasado.

Según Gómez Alcorta, el operativo en el que se desalojó a la lof Lafken Winkul Mapu, desarrollado el miércoles pasado y donde hubo solo mujeres y menores de edad en el saldo final de detenidos, configuró una diferencia insalvable entre su proyecto político personal y el del líder del Frente de Todos, la coalición gobernante.

Imagen de la policía argentina durante el operativo en Villa Mascardi, antecedente directo de la renuncia de la entonces ministra de las Mujeres. Foto: AP.

“Los hechos de público conocimiento desatados en Villa Mascardi por el desalojo ordenado contra la comunidad Lafken Winkul Mapu, en el que se produjeron detenciones de mujeres y niñxs, con participación de las fuerzas federales, me resultan incompatibles con los valores que defiendo como proyecto político”, continuó la abogada feminista.

Elizabeth Gómez Alcorta ofició en el pasado como abogada de Facundo Jones Huala, líder de la comunidad mapuche y actual prófugo de la justicia chilena tras ser declarado culpable de la quema de un terreno en 2013, en Río Bueno, así como por el porte ilegal de armas de fuego.

En segundo lugar, está la renuncia del ministro del Trabajo, Claudio Moroni. Baja sensible para el Presidente Fernández, considerando que el ahora extitular de la cartera es considerado como un amigo personal del mandatario, además de compañero de estudios y aliado histórico de su proyecto político.

La decisión, confirmaron medios transandinos, es irrevocable. Moroni venía saliendo de una compleja situación política asociada a los paros de la industria de los neumáticos, sumado a un problema personal calificado por el mandatario como un secreto de Estado. El paso al costado del exministro, que destacaba por mantener siempre un bajo perfil mediático, lo habría dado para no perjudicar a su amigo personal, aseguró Infobae.

Por último, y con una renuncia estratégica en cuanto a su efecto político al interior del propio gobierno, está la de Juan Zabaleta, ministro de Desarrollo Social. Su salida, a diferencia de las dos previas, respondería a un interés completamente distinto.

Según Clarín, el ahora exministro, que hace un año impulsaba una política calificada como “dispositivo de peronismo territorial”, habría renunciado para regresar a Hurlingham, lugar en el que el político se desempeñó como intendente entre 2015 y 2021, donde volvería a cumplir la misma función.

La razón detrás de su regreso sería para defender su territorio frente a lo que el medio Infobae define como el “avance implacable de La Cámpora”, movimiento político de orientación kirchnerista y que actualmente está liderado por Máximo Kirchner, hijo del fallecido expresidente Néstor Kirchner y la actual vicepresidenta, Cristina Kirchner.

“Ahora no es él quien define las salidas, sino que son reportes suyos los que dicen basta. No le queda otra que tomar decisiones. Para las elecciones todavía falta mucho y para reconquistar a su coalición ya es tarde”, dijo a La Nación un cercano político del mandatario sobre el nuevo escenario al que se enfrenta Fernández, detallando crudamente el momento del gobierno.

Entre los principales nombres que medios argentinos manejan como posibles reemplazos destacan en el Ministerio de las Mujeres la actual portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, pese a que esta lo ha negado firmemente, así como la exsenadora de Mendoza Marita Perceval y la vicegobernadora de La Rioja, Florencia López.

Para Trabajo, el asesor del renunciado ministro Moroni y cercano a la facción de “los gordos” de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT), Pablo Topet, aparece como uno de los más serios candidatos. Por otro lado, el secretario del Trabajo Marcelo Bellotti, quien es sindicado como cercano al kirchnerismo, es otra de las posibles cartas para el cargo.

Finalmente, al ser una cartera estratégica para las políticas que Fernández impulsa, la carrera por el puesto de ministro de Desarrollo Social cuenta con menos competidores. Allí, la diputada Victoria Tolosa Paz y el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk, son quienes generan más apoyos en el mundo político.

De no ocurrir nada extraordinario en los próximos días, se espera que este lunes se anuncien los nuevos líderes ministeriales, mientras que el juramento se realizaría el martes.

Los flancos internos

Con este nuevo temblor político, el que significa el quinto cambio ministerial en menos de 100 días, considerando la salida de dos ministros de Economía (donde Silvina Batakis duró solo 24 días en el puesto), nuevamente salieron a la opinión pública las diferencias entre el Presidente Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner.

El quiebre es tal que la prensa transandina reportó que el mandatario tiene el diálogo interrumpido con quien debería ser su más cercano apoyo. Incluso, la elección de los reemplazos ministeriales la tomará en solitario y sin consular con CFK.

El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, durante una conferencia de prensa en junio de este año. Foto: REUTERS.

La escena no es nueva. Para la renuncia del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, fueron ampliamente difundidas las diferencias entre los dos cargos más importantes de Argentina. Según medios transandinos, Cristina Kirchner ni siquiera contestaba los mensajes que Fernández le dejaba en Telegram.

En la situación actual, Infobae asegura que hay dos escenarios posibles. En el primero, la vicepresidenta rechazará la elección de los cargos realizada únicamente por el Presidente Fernández para exigir controlar las designaciones o, en el segundo caso, CFK se correrá definitivamente del camino del mandatario, dejándolo en la soledad política absoluta.

Frente a una nueva posibilidad de que la coalición gobernante, el Frente de Todos, se fracture políticamente, Alberto Fernández deberá sortear la reestructuración de ministerios claves en su ideario presidencial. Nuevamente sin la ayuda de la vicepresidenta y de cara a una recesión económica mundial.

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