Alberto Fernández se baja sorpresivamente de la carrera por la reelección en medio de fuerte presión del kirchnerismo

El Presidente argentino, Alberto Fernández, saluda al llegar a la sesión inaugural del Congreso en Buenos Aires, el 1 de marzo de 2023. Foto: AP

A través de Twitter, y con un mensaje titulado “Mi decisión”, el mandatario transandino se sumó al expresidente Mauricio Macri y se convirtió en el segundo contendor serio en anunciar que se resta de la carrera presidencial, y el primero en el Frente de Todos, la coalición oficialista. Aseguró que se abocará al problema económico que atraviesa Argentina.


Sin previo aviso, el Presidente argentino Alberto Fernández decidió dar un paso al costado en la búsqueda de la reelección presidencial, argumentando que su preocupación se centrará durante los próximos meses en levantar la alicaída economía nacional, y en garantizar que el peronismo se mantenga unido.

El mensaje fue entregado a través de un video en Twitter de 7 minutos y 42 segundos, titulado simplemente como “Mi decisión”. En él, Fernández aseguró que el 10 de diciembre próximo entregará “la banda presidencial a quien haya sido elegido” en el voto popular, haciendo constantes guiños al peronismo y al kirchnerismo.

Con una voz en off del mandatario, acompañado de imágenes de archivo de su paso como jefe de Gabinete de Néstor Kirchner o su victoria en 2019 junto a la vicepresidenta Cristina Kirchner, Fernández dijo que apelaba a que su coalición, el Frente de Todos, participara de las PASO, las primarias obligatorias del país, programadas para el 13 de agosto.

“El próximo 10 de diciembre de 2023 es el día exacto que cumplamos 40 años de democracia. Ese día entregaré la banda presidencial a quien haya sido elegido legítimamente en las urnas por el voto popular. Trabajaré fervientemente para que sea un compañero o una compañera de nuestro espacio político que represente a quienes seguimos y seguiremos luchando por una patria justa, con equidad y felicidad para todos y todas”, relató.

El Presidente argentino Alberto Fernández saluda mientras llega a la sesión inaugural del Congreso en Buenos Aires a principios de abril. Foto: AP

Fernández defendió la unidad dentro de la coalición gobernante que lidera, Frente de Todos, “más allá de las críticas internas”, en medio de la dura situación económica a la que se enfrenta el país. “No tengo un solo enemigo (allí)”, aseguró. Esgrimió que su decisión está fundamentada en una cuestión de regeneración política. “En estos tiempos, más que en otros, necesitamos revitalizarnos”, comentó el mandatario, quien así sigue los pasos del expresidente Mauricio Macri, uno de los referentes de la coalición opositora, quien también anunció recientemente que no será candidato.

Preocupación por la economía

La decisión de salir de la disputa electoral era demandada por el kirchnerismo, el sector de centroizquierda del peronismo que responde a la vicepresidenta y exmandataria Cristina Kirchner (2007-2015), con quien el gobernante está enfrentado por la política económica.

De hecho, Fernández aseguró que su decisión se basa en que se concentrará en solucionar la crisis económica que atraviesa la nación. “El contexto económico me obliga a dedicar todos mis esfuerzos a atender los difíciles momentos que atraviesa la Argentina”, continuó.

El jefe del Estado hizo público el anuncio el día después de una tensa jornada en los mercados, con el dólar blue que alcanzó un nuevo récord histórico al tocar los $ 440 y en medio de una crisis económica que se agudizó días atrás al confirmarse que la inflación de marzo fue del 7,7%, la más alta en 20 años, destacó el diario Clarín.

El sitio La Política Online destacó que la renuncia de Fernández a su reelección se mezcló con la negociación por fondos frescos del FMI para aumentar las reservas del Banco Central y frenar la corrida. De hecho, el medio argentino aseguró que el ministro de Economía, Sergio Massa, negocia un paquete de asistencia que su cartera pretende se ubique entre los 5.000 y 10.000 millones de dólares, para acumular reservas. Podría viajar a Washington la semana que viene con ese objetivo.

Una inflación superior al 100% anual, una pobreza que golpea a más del 40% de la población y desequilibrios en las cuentas públicas han derivado en que la alianza opositora de centroderecha Juntos por el Cambio cuente con mejores chances que el oficialista Frente de Todos para las elecciones generales, según sondeos de opinión.

“Alberto Fernández se baja de un lugar en el cual nunca estuvo. Es un gobierno que tiene menos de 20 puntos de aprobación, su imagen negativa es la más alta de todos los dirigentes que medimos”, dijo a Reuters la directora de la encuestadora Management & Fit, Mariel Fornoni. Fernández tiene un nivel de desaprobación de su gestión “que no tenían ni Cristina Fernández de Kirchner ni Mauricio Macri cuando perdieron elecciones” de distinta índole, agregó Fornoni, esta vez en declaraciones a The Associated Press.

Una encuesta de esta consultora reveló que las tres principales preocupaciones de la sociedad argentina son la inseguridad, la inflación y la situación económica y que Fernández tiene una imagen negativa de 67,9%.

Fornoni señaló que las presiones internas que el mandatario sufrió en el seno de la coalición gobernante Frente de Todos más el contexto económico adverso “terminaron forzando una decisión que tomó a último momento y muy pocos conocían”.

Sin Fernández en carrera, algunos probables candidatos presidenciales del peronismo son el ministro de Economía, Sergio Massa; el exgobernador Daniel Scioli y el ministro de Interior, Eduardo De Pedro, aunque ninguno cuenta con un amplio respaldo popular.

La vicepresidenta Cristina Kirchner, que cuenta con un férreo núcleo de seguidores -mantiene una base de apoyo popular en torno del 25%-, pero también con un amplio rechazo social, ha dicho que no será candidata pese a la insistencia de sus partidarios. Se considera proscrita para competir a raíz de la condena a seis años de cárcel que recibió en diciembre e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos por administración fraudulenta. La exmandataria, que no irá presa porque puede apelar, considera que el fallo es una muestra de la persecución política de la que es objeto desde hace años.

Para el diario La Nación, la declinación de Alberto Fernández “deja picando la pelota en el campo de Cristina y Massa”. Según el periódico argentino, mientras la vicepresidenta “no da señales favorables al clamor del kirchnerismo”, el ministro de Economía “está urgido por la negociación con el FMI”. “No obstante, ambos se mantienen en sintonía interna”, apunta.

“La renuncia a buscar la reelección no registra antecedentes en la región salvo el caso de Rafael Correa en Ecuador cuando habilitó a su vicepresidente”, comenta a La Tercera Daniel Zovatto, director regional para América Latina y el Caribe en el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional). “Hay otro antecedente, el de Néstor Kirchner, que optó por no presentarse a la reelección para dejarle el campo a su mujer: CFK. Pero es una situación completamente diferente a la de Alberto Fernández, ya que formaba parte de una estrategia de ‘reelección conyugal alterna’”, agrega. “Argentina entra en terreno desconocido. Creo que también CFK renunciará a buscar la presidencia”, pronostica.

Para Zovatto, “la gran pregunta es: le alcanza a Fernández esta renuncia para llegar al 10 de diciembre o, por el contrario, su condición de ‘pato cojo’ se agravará y deberá irse (como Alfonsín o De la Rúa) antes de la fecha del cambio previsto por la Constitución”.

Reacciones en el arco político

Una vez conocida la decisión del Presidente Alberto Fernández, parte del arco político oficialista se expresó con apoyos. El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, desde sus redes sociales destacó algunas de las palabras que utilizó el mandatario para justificar su decisión. “Soy presidente de tiempo completo. Banqué lo que nos dejó Macri, la pandemia, la guerra y la sequía. De nada me quejo (…)”, escribió el funcionario, uno de los más cercanos al jefe de Estado y quien hasta este momento había impulsado su candidatura.

Tras ello, en declaraciones a la radio Futurock, fue consultado acerca de cómo repercutirá la decisión presidencial en la interna del Frente de Todos y qué reacción le cabría a la vicepresidenta Cristina Kirchner. “No me ocupo de la visión de Cristina o de la Cámpora. Si ella tiene vocación de competir lo puede hacer”, declaró, citado por el diario La Nación.

Entrevistado por la misma emisora, el diputado nacional Eduardo Valdés expresó: “Quiero felicitar al presidente por la decisión que ha tomado. Es una decisión de unidad por sobre todas las cosas. Ahora la pelota está en la cancha de Cristina”. “Es una decisión que Alberto venía madurando hace bastante, no la tomó de golpe. Es un acto de generosidad para que se oxigene el Frente de Todos”, agregó.

Por su parte, el canciller Santiago Cafiero subrayó la “responsabilidad histórica y compromiso con la unidad del peronismo” al referirse a la decisión presidencial. Desde su cuenta de Twitter, escribió: “(Fernández) Pone primero a la Patria y promueve una nueva lógica de época. El liderazgo del futuro debe definirse en las urnas para consolidar un rumbo que involucre en cada paso la voluntad de nuestro pueblo”.

En esa línea, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, comentó que el Presidente tomó “un paso necesario para comenzar a ordenar al peronismo, darle vitalidad y volver a soñar”.

Desde el arco opositor, el alcalde de la Ciudad de Buenos Aires y precandidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta dijo que la decisión de Alberto Fernández “es una muestra más del fracaso de este gobierno. De todo el kirchnerismo”. “Peor que lo que estamos no podemos estar”, respondió el edil al ser consultado sobre el impacto concreto de la decisión del Presidente en la realidad económica y social del país.

Después de que expresara el jefe de gobierno porteño, hizo lo propio el gobernador de Jujuy y precandidato presidencial del radicalismo, Gerardo Morales: “El gobierno no puede remontar con ningún candidato este caos social y económico”. “Su legado es más atraso, más endeudamiento, más inflación, más pobreza. No tienen liderazgo ni carácter para gobernar. Sería una irresponsabilidad pretender seguir conduciendo el país a la ruina”, fustigó Morales mediante un posteo en su cuenta de Twitter.

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