La "batalla legal" en torno a la Iglesia de San Francisco

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El 20 de diciembre, manifestantes habrían encerrado a feligreses en el lugar. Gritaban para "ver arder" a religiosos.


Atentado al ejercicio de culto; daño a monumento nacional y amenazas. Esos son los tres delitos que invoca la querella que, el 21 de diciembre pasado, presentó el religioso franciscano Miguel Ángel Correa Eulufi, en representación de la Iglesia de San Francisco, tras una serie de incidentes que afectaron al recinto religioso.

La acción legal ingresada al 7° Juzgado de Garantía de Santiago sindica como presunto autor de los hechos a Franco Parra Carrasco (24). En una causa que lleva adelante la Fiscalía Centro Norte, Parra es denunciante de un religioso de la orden franciscana, a quien acusa de cometer presuntos abusos en su contra.

Según el escrito, el 16 de diciembre Parra, cuyo nombre en su cuenta de redes sociales sería "Franchesca Ainhoa Carrasco", habría convocado a manifestarse frente a la iglesia. Dos días después, el 18 de diciembre, y "acompañado de otras cuatro personas, pegó en los muros de la iglesia y convento de San Francisco una serie de afiches con el rostro de fray Manuel Saúl Zamorano Soto, en los que indica: 'En esta iglesia vive un cura abusador'".

De acuerdo con los responsables del recinto religioso, el querellado habría rayado la acera frente a la iglesia donde habría escrito: "Soy trans, acá me abusaron".

Encierro

En 17 páginas, los denunciantes advierten que uno de los hechos más graves ocurrió a las 19.53 del 20 de diciembre. Hasta el recinto religioso llegó "Franco Parra Carrasco, acompañado de un grupo de 15 personas, cuyas identidades ignoro, premunido de un bombo y liderando aquel grupo de personas, traspasó la puerta principal de la Iglesia de San Francisco e interrumpió, mediante ruido de bombo y amenazas, la eucaristía que se desarrollaba".

La presentación añade que "los asistentes a la eucaristía pudieron expulsarlos del templo y se cerraron las puertas de madera. Franco Parra Carrasco y sus cómplices, en un afán de impedir la salida de los feligreses, cerraron y bloquearon la puerta de seguridad metálica de la iglesia. Los hechos duraron hasta las 20.02, periodo en que amenazaron con las siguientes frases: 'A los curas violadores queremos ver arder'", detalla el escrito.

Según los querellantes, los delitos se habrían cometido como un "aprovechamiento de la coyuntura actual de efervescencia social, para que a través de la promoción de una manifestación pueda satisfacer su odiosidad respecto de don Manuel Zamorano Soto, miembro de la Orden Franciscana, quien si bien es cierto fue denunciado por abuso sexual por el querellado (...), este no ha sido condenado por ningún tribunal como autor de algún delito cometido respecto del recurrido Franco Parra Carrasco".

Entre las diligencias solicitadas por los denunciantes estaba "agendar con urgencia audiencia para debatir medidas de protección a la Iglesia y Convento de San Francisco". Los antecedentes están en manos de la Fiscalía Centro Norte.

En paralelo a la causa penal, los religiosos presentaron a la Corte de Apelaciones de Santiago un recurso de protección.

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