Minsal da por “superadas” diferencias con la Iglesia Católica y asegura que seremi (s) de Salud de Magallanes se desmarcó de dichos de obispo Bastres

Este lunes, las autoridades del ministerio de Salud aseguraron que las diferencias con la Iglesia Católica estaban “zanjadas” y aclararon que el seremi de Salud subrogante en Magallanes se desmarcó de los polémicos dichos del obispo Bernardo Bastres, la semana pasada, quien llamó a incumplir las normas impuestas en pandemia.

Durante el balance de la situación del coronavirus en el país, el ministro Enrique Paris y la subsecretaria Paula Daza fueron consultados por la presencia de Eduardo Castillo -autoridad sanitaria de dicha región y quien también se desempeña como diácono- en la homilía que realizó Bastres donde afirmó que “cuando una ley es injusta uno puede desobedecerla”, haciendo alusión a las limitaciones de aforo para asistir a las misas, lo que provocó críticas transversales.

“¿Habrá conocido nuestro seremi lo que iba a decir el obispo en la homilía?”, planteó Paris tras escuchar la pregunta.

Sin embargo, la subsecretaria Daza relató que “el seremi subrogante en Magallanes es diácono en la región y por eso se encontraba en esta ceremonia. Posteriormente, el mismo seremi salió haciendo declaraciones en la línea de que no estaba de acuerdo con lo que dijo el obispo en su momento”.

Daza agregó que tras dicha homilía, Castillo “hizo un llamado a la población de que todas las personas tienen que cumplir las normativas en tiempos de pandemia”.

El ministro Paris también aclaró que la semana pasada se reunieron con la Conferencia Episcopal donde se dieron por “superadas” estas diferencial, “tal como se pueden dar por superadas otras situaciones cuando se conversa de manera tranquila y escuchando otros argumentos”, relató.

Cabe recordar que hace unos días el gobierno implementó en Fase 2 la prohibición -salvo funerales- con asistencia de público. Sin embargo, tras darse a conocer la molestia de la Conferencia Episcopal con la medida -la que calificaron de “discriminatoria y contraria a la libertad religiosa-, el gobierno anunció que se permitirá la asistencia de feligreses a los servicios, lo que provocó cuestionamientos desde el Colegio Médico y sectores de la oposición.