Buena Vista Social Club dice adiós en gira que pasará por Chile en mayo

La célebre orquesta cubana fijó para ese mes su último recital en Santiago.




Fue hace exactamente un año que la orquesta Buena Vista Social Club anunció su Adiós Tour, un último recorrido por el orbe para poner punto final a los varios años en la ruta, siempre bajo el propósito de rescatar los sonidos tradiciones de la isla de Cuba. Como parte de esa gira, que comenzó en Praga en junio de 2014, la banda incluyó a Chile en el itinerario, con un concierto programado para el 20 de mayo en el Teatro Caupolicán.

Encabezados por la legendaria Omara Portuondo, la agrupación regresa al país a repasar sus grandes éxitos por última vez con cuatro de sus cinco miembros originales: aparte de Portuondo, vienen Manuel "Guajiro" Mirabal (trompetista), Jesús "Aguaje" Ramos (trombonista y director de orquesta) y Barbarito Torres (laúd), a  quienes se les unirán diez músicos. El único que no estará presente en el recinto de calle San Diego será el guitarrista Eliades Ochoa, debido -según la productora del evento- a problemas de agenda.

Adiós Tour será la despedida para una orquesta con una historia tan peculiar como rica. Su origen se remonta a la Cuba de los años 50, cuando un club del mismo nombre ubicado en el barrio habanero de Buena Vista era un concurrido punto de encuentro para muestras artísticas de baile y música, con énfasis en el son, el danzón, el bolero y la salsa. El local fue cerrado tras el triunfo de la Revolución cubana, en 1959, pero sus músicos tendrían una revancha con el paso del tiempo, casi cuatro décadas después.

A mediados de los 90, el músico y productor Ry Cooder se encontró en su viaje a Cuba con un grupo de legendarios artistas que habían sido miembros del club y que estaban en el olvido total. Con la colaboración de Juan de Marcos González, los convocó a ellos -y a otros músicos contemporáneos que hicieron carrera en paralelo y a artistas más jóvenes- a grabar en 1996 un álbum de 15 canciones que apuntaban hacia un objetivo claro: celebrar las raíces de la música cubana. Rescatar ese cancionero vernáculo que, para muchos, frenó su ascenso internacional con el embargo sobre el país, dando espacio a propuestas mucho más militantes, como la nueva trova cubana, encabezada por Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.

El disco -publicado un año después- ganó un Grammy y el documental homónimo del alemán Wim Wenders, que registraba  todo el proceso, fue nominado al Oscar. Él éxito de ambas obras puso en el mapa a los ritmos tradicionales de Cuba y, al mismo tiempo, dio pie al surgimiento de la orquesta, proyecto que  no tuvo otro nombre que el mismo del club y de las obras desprendidas a partir de éste.

ÉXITO EFÍMERO

Se calcula que, con distintas formaciones, el ensamble isleño ha ofrecido más de mil presentaciones y más de 40 músicos han transitado por sus filas, mientras que con el paso de los años han visto partir por su avanzada edad a esenciales integrantes, como el guitarrista Compay Segundo, el pianista Rubén González y el cantante Ibrahim Ferrer. De hecho, apenas pudieron disfrutar del fenómeno mundial que detonó el conjunto.

La cita agendada en el espacio de San Diego marca el reencuentro de la legendaria orquesta con público chileno, tras dar dos shows en octubre de 2011-en Espacio Riesco y en el Teatro del Lago de Frutillar- y uno en el Teatro Caupolicán en mayo de 2013.

Sin embargo, por separado los miembros fundadores de Buena Vista Social Club han tenido escasa suerte para presentarse en el país. En abril de 2012, Eliades Ochoa canceló un concierto en el Teatro La Cúpula que se ofrecía bajo el nombre de "Buena Vista Social Club presenta a Eliades Ochoa", y en septiembre de 2014, Omara Portuondo alegó razones logísticas para suspender una fecha en el mismo Caupolicán.

El tour de despedida de estos embajadores de la música cubana  culminará con un show previsto para octubre de 2015 en el emblemático Teatro Karl Marx de La Habana, el adiós definitivo para músicos que pasaron más tiempo en el anonimato que recibiendo reconocimiento, pero cuya música promete perdurar en el tiempo.

Los precios del concierto van desde los $18.000 (galería) a los $70.000 (palco) y se podrán adquirir a través de Ticketek.

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